Libros de Mo Yan: por dónde empezar a leer las novelas del Nobel de Literatura 2012 (LINKS, PDF)

Libros de Mo Yan: por dónde empezar a leer las novelas del Nobel de Literatura 2012 (LINKS, PDF)

¿Mo Yang? ¿Ya Mon? Si el nombre de Mo Yan, escritor chino galardonado con el Nobel de Literatura de 2012, acaba de entrar en tu vida, te ha caído en gracia y quieres empezar a conocer su obra, te ponemos las cosas fáciles.

En cualquier conversación quedará bastante pintónque conozcas que Mo Yan no es su verdadero nombre: su seudónimo significa "no hables". Este autor, de origen campesino, se llama realmente Guan Moye. Si quieres ir más allá, aquí tienes pistas sobre su obra y las claves de su literatura:

- Mo Yan te gustará si te gustan Gabriel García Márquez o William Faulkner. "El lector debe tener en cuenta que no está leyendo a un autor europeo, sino a uno asiático con mucha influencia de autores europeos o americanos como estos dos", explica Eugenio Suárez Galbán, profesor de Literatura Comparada de la Universidad de Nueva York en Madrid. Este experto conoció al Nobel hace años, cuando visitó España para promocionar Grandes pechos y amplias caderas (Kailas, 2007). "También me citó como referencia a Hemingway, pero no a Kafka, aunque se le suele llamar el 'Kafka asiático' por el realismo fantástico de La metamorfosis o la represión política de El proceso", añade el profesor.

- Así es la literatura de Mo Yan. "Es una literatura rápida de leer. Recuerda a García Márquez porque salta de tema en tema sin abandonar la temática central. No se detiene en largas descripciones. Es literatura palpitante: se lee con fluidez", apunta por teléfono este profesor.

- ¿Qué es eso del realismo alucinógeno? "Es un realismo que a veces llega a una violencia brutal, un realismo que no se puede llamar mágico, pero sí delirante, fantástico", opina.

- El mejor libro para empezar a leer a Mo Yan es... La balada del ajo. "Es la novela que lo lanzó y es representativa de su época de fase de denuncia", explica Suárez Galbán. Le preguntamos también sobre Grandes pechos y amplias caderas, por ser más conocida en España. "Estuvo entre los 10 más leídos en España y tiene casi 900 páginas. Es también una novela extraordinaria, sobre la opresión de la mujer china. El título parece erótico, y hay una parte que lo es, pero hace referencia al ideal femenino de la madre. Además, me contó que la escribió en poco más de 40 días", cuenta. Las mujeres son parte central de su obra. El propio autor asegura que con su literatura pretende "denunciar la sociedad machista".

- ¿Pero es un tostón político? "Sus libros le pueden gustar a cualquier adulto interesado en lo que está pasando en China y en el mundo. [Son temas que] tienen alcance universal porque es la represión que todos hemos sentido en algún momento", cuenta. A su favor, este experto dice también que "pese a que hay lectores a los que les cuesta entrar en la cultura china", por falta de conocimiento y referencias previas, leer a Mo Yan es más fácil porque "mezcla de todo": humor, folclore, tradiciones, alegorías... En algunas de sus novelas hablan los animales.

- Además de libros... ¿Tiene pelis? Sí, hay un par de películas basadas en sus obras. Sorgo Rojo, basada en su libro homónimo que llevó al cine Zhan Yimou en 1987 y que retrata varios turbulentos decenios del XX a través de cinco relatos entrecruzados, y Happy Times, rodada tres años después por el mismo director.

- Descárgate en PDF un fragmento de Rana, a través de El País:

- Puedes leer un Fragmento de La balada del ajo en El Cultural. Aquí, un pequeña muestra de esta obra, con historias de pasiones, protestas y represiones contadas al hilo del mandato del Gobierno comunista de plantar grandes campos de ajo:

(...) Pero lo que más le llamó la atención fueron las pistolas y las porras negras que colgaban de los amplios cinturones de cuero artifi cial de color cordobán que sujetaban las casacas. Las hebillas relucían con el sol. Levantó la mirada hacia aquellos rostros inexpresivos, pero antes de que pudiera emitir un sonido, el hombre que estaba a la izquierda sacó un papel que tenía un sello rojo ofi cial y dijo con cierto tartamudeo:

-Es-estás detenido.

Entonces advirtió las brillantes esposas de acero que tenía en sus bronceadas muñecas. (...)