Los retos de Obama: Recomponer su gabinete y lograr acuerdos en política económica

Los retos de Obama: Recomponer su gabinete y lograr acuerdos en política económica

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Segunda etapa de Obama: día uno. Las primeras 24 horas tras ser elegido presidente de Estados Unidos comienza a dejar las primeras preguntas sobre el futuro. La más inminente, la composición de su nuevo gabinete.

Ni el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ni la secretaria de Estado, Hillary Clinton, formarán parte del futuro equipo de Obama, cuyo mandato se prolongará hasta 2016. Clinton, que hace unas semanas cumplió los 65 años, ha dejado claro que no tiene intención de seguir al frente de la diplomacia estadounidense.

La rumorología apunta a que Clinton quiere volver a competir por la candidatura presidencial del Partido Demócrata en 2016, aunque ella ha evitado pronunciarse al respecto. Sí ha asegurado que pretende abandonar su actual cargo tras la investidura de Obama, el próximo 20 de enero de 2013, aunque no lo dejará hasta que se nombre un sucesor.

Según ha informado este miércoles la portavoz de la oficina gubernamental, Victoria Nuland, Clinton "tiene la intención de seguir hasta la designación de un sucesor y después volverá a su vida privada, disfrutará de un poco de descanso y pensar y escribirá sobre todas estas cosas". "No creo que los planes de la secretaria de Estado hayan cambiado desde entonces", ha añadido.

Su sustitutos pueden ser el exsenador John Kerry, quien perdió las elecciones contra George W. Bush en 2004, y la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Susan Rice, con un perfil más diplomático.

Por su parte, Geithner también ha expresado su intención de no seguir como secretario del Tesoro en el segundo mandato de Obama. Su labor desde 2008, cuando comenzó la crisis, le ha generado un gran desgaste. Además, su sucesor en el cargo tendrá entre sus retos reducir el paro, actualmente en un 7,9%, y desarrollar un plan de recorte del déficit público.

Por supuesto, ya han surgido nombres para sustituirle. Jack Lew, actual jefe de gabinete de la Casa Blanca, es uno de ellos. Law dirigió la Oficina del Presupuesto y fue número dos del Departamento de Estado.

Por otro lado, el secretario de Defensa, Leon Panetta, tiene 74 años y está listo para jubilarse, por lo que su cargo podría también quedar vacante. Sin embargo, él aún no ha dicho nada al respecto.

Otro cambio podría darse en el departamento de Comercio, dado que desde junio está dirigido de forma interina por Rebeca Blank, tras renunciar John Bryson por problemas de salud. Eric Holder, el actual secretario de Justicia, ha sido muy criticado tras la operación encubierta 'Rápido y Furioso', que permitió en 2009 el contrabando de miles de armas a México. La actual secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, suenan como sucesores de Holder.

OBAMA, EN MARCHA

El reelegido presidente ya se ha puesto en marcha para su segundo mandato. Según fuentes de la Casa Blanca, Obama telefoneó a los republicanos John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, y al líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, para instarles a buscar soluciones conjuntas a los problemas económicos del país. También llamó a Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, y al de la mayoría en el Senado, Harry Reid.

En sus llamadas, Obama discutió la agenda legislativa para el resto de 2012 y "reiteró su compromiso para encontrar soluciones bipartidistas a la reducción de nuestro déficit de forma equilibrada, recortes de impuestos para las familias de clase media y pequeños negocios, y para crear empleos".

Obama dijo que "el pueblo estadounidense envió el mensaje en la elección de ayer (por el martes) de que los líderes de ambos partidos necesitan dejar sus intereses de partido y trabajar con un propósito común para poner por delante los intereses del pueblo y la economía" de EEUU.

Ante un Congreso dividido, la mayoría de los expertos vaticina que continuarán los enfrentamientos y la parálisis política en Washington, aún cuando Estados Unidos afronta una serie de desafíos como masivos recortes al gasto público y una posible subida de impuestos a fin de año.