Novio de montería: Así celebran que un niño ha cazado su primer ciervo

Novio de montería: Así celebran que un niño ha cazado su primer ciervo

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Novatada con huevos y harina. Pero también con la sangre y las vísceras de un animal recién cazado. El protagonista de esta salvaje 'celebración' es tan solo un niño, el 'novio' de montería. ¿Qué celebran? Que el chaval acaba de matar a su primer ciervo.

El vídeo, grabado en una finca cordobesa, fue subido hace unos días a YouTube por uno de los presentes en la montería, como se conoce a la cacería de jabalíes, venados y otros animales de caza mayor.

Actualización: Tras la publicación de este artículo, el vídeo ha sido eliminado de YouTube por el autor de las imágenes.

Las imágenes muestran al niño atado a un palo. Tras verter sobre él un bote entero de pimentón, le restregan por la cara un trozo de piel del animal recién cazado para diversión de los asistentes quienes reclaman a gritos que le pongan "la cabeza del venao".

Mientras tratan con esfuerzo de 'coronarle' con la cabeza del citado animal, alguien pregunta por "las tripas". Dicho y hecho. El chico no puede zafarse del cinturón con el que está atado al palo y tiene que soportar que le acerquen a la cara las vísceras.

El punto álgido de la ceremonia llega cuando le ponen las orejas del ciervo como si fuera una diadema mientras le cantan el 'cumpleaños feliz'. El niño sonríe con la cara chorreando de sangre del animal muerto.

Para concluir, cortan al "novato" un mechón de pelo: "¡Viva el novio!", gritan.

Todo es grabado por los asistentes con sus teléfonos móviles, entre ellos, varios niños más.

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CAZADORES A FAVOR Y EN CONTRA

Este tipo de ceremonias son una tradición que se celebran cuando se trata de caza mayor. Según se explica en la revista especializada Trofeo, tras pasar por estas novatadas, al 'novio' "se le reconoce la categoría de montero y forma parte ya de esta cofradía". El precio de estas monterías puede variar desde unos cientos hasta 9.000 euros.

El debate se ha vuelto a reabrir a raíz de un reportaje de Alfredo Martín publicado en esta revista de caza en el pasado mes de diciembre, en el que reflexiona sobre esta costumbre bajo el título "Tradición o barbarie". El reportaje lo ilustra una imagen de un niño atado a un árbol con las vísceras de un animal sobre los hombros.

El autor defiende la costumbre en el debate, siempre que no "degenere en prácticas chabacanas, desagradables o incluso peligrosas".

En el foro especializado Armas.es varios cazadores tachan estas imágenes en las que se ven involucrados niños de "denigrantes" y "vulgares", mientras que otros defienden la ceremonia por ser "una costumbre inocua que se viene practicando desde antaño". El polémico hilo de comentarios ha sido ya eliminado.

El fiscal delegado de Menores de Andalucía, José Rogelio Muñoz Oya, asegura en declaraciones a El Huffington Post que aunque es conocedor de estas prácticas en la montería de momento no tienen "denuncias sobre este tema". A falta de "examinar" este vídeo en concreto, Muñoz afirma que "en principio no sería delito" aunque habría que "ver si quedan a salvo los derechos del menor".

"Cualquier tipo de tradición tiene que adecuarse al derecho", asegura, añadiendo que los derechos del menor tienen que primar en todo momento.

A PARTIR DE 14 AÑOS

Y es que aunque resulte chocante, que un chaval participe en una cacería es habitual. La legislación española que regula el uso de armas de fuego establece una edad mínima de 14 años para utilizar una escopeta.

En concreto, el artículo 109 del real Decreto 137/1993 del 29 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Armas, establece que el uso de armas de categoría 3.2. para la caza está restringido a los mayores de catorce años, siempre que se encuentren en posesión legal de una autorización especial de uso de armas para menores y vayan acompañados de adultos con licencia de armas.

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