Sophie Schmidt: el extraño viaje a Corea del Norte de la hija de Eric Schmidt (FOTOS)

Sophie Schmidt: el extraño viaje a Corea del Norte de la hija de Eric Schmidt (FOTOS)

Sophie Schmidt

Nadie tiene muy claro para qué fue a Corea del Norte a principios de año una comitiva de nueve personas encabezada por el ex gobernador de Nuevo México Bill Richardson y en la que se encontraba el presidente de Google, Eric Schmidt. Según él, se trataba de un viaje privado para hablar sobre la libertad de internet en un país donde el acceso a la red solo está disponible para el gobierno, los militares y las universidades y de forma limitada. Lo que sí está claro es que el viaje fue muy extraño.

Los detalles los ha dado la hija de 19 años de Eric Schmidt, Sophie Schmidt, que también participó en la expedición y que ha compartido la experiencia en un post en Google Sites titulado "No podría haber sido más raro". En su escrito, Sophie explica que en ningún momento tuvieron contacto con norcoreanos que no hubieran sido autorizados pro el gobierno de ese país y que en todo momento estuvieron acompañados de sus dos escoltas.

Sophie describe la experiencia de estar en Corea (posiblemente el país más opaco y aislado del mundo) como un "Show de Truman" del tamaño de un país: "Los coreanos del norte comunes viven en una casi total burbuja de información, sin ningún marco de referencia real". La joven ilustra su viaje con un buen número de fotografías, como la del impreso que tuvieron que rellenar a su llegada y en el que declaraban que no llevaban ningún "dispositivo para asesinar" o "publicación de ningún tipo".

Desde ese momento el viaje estuvo plagado de experiencias extrañas, como ser los únicos huéspedes del hotel en el que se alojaban o ver cómo casi todo el mundo llevaba un pin con la cara de Kim Il Sung o Kim Jong Il. Pero la anécdota más rara sucede durante una visita a la biblioteca con conexión a internet de la universidad Kim Il Sung, se encontraron con unas 90 personas conectadas... aunque ninguna de ellas estaba haciendo nada, según Sophie. "Unos pocos hacían scroll o clic, pero el resto estaba mirando fijamente. Más inquietante: cuando nuestro grupo entró (...) ninguno de ellos levantó la mirada de sus mesas. Ni una cabeza girada, ni contacto ocular ni reacción a estímulos. Podrían haber sido maniquíes".