Obama y el partido republicano no logran un acuerdo para evitar los recortes

Obama y el partido republicano no logran un acuerdo para evitar los recortes

AFP

Sin solución. La segunda parte del abismo fiscal no tiene remedio.

El presidente de EEUU, Barack Obama, se reunió este viernes con líderes del Congreso para evitar la entrada en vigor de los recortes automáticos del gasto público a partir de este sábado. Concluyó sin acuerdo.

Según Obama, los recortes, valorados en más de 85.000 millones de dólares y que se aplicarán paulatinamente en los próximos meses, supondrán la pérdida de 750.000 empleos y la reducción de medio punto porcentual en el crecimiento del PIB.

Obama compareció ante la prensa tras la reunión y volvió a alertar de que el "dolor" que van a causar esos recortes a cientos de miles de estadounidenses "será real".

"Cuanto más tiempo permanezcan en pie esos recortes, mayor será el daño para nuestra economía", advirtió el presidente en una comparecencia en la sala de prensa de la Casa Blanca.

Esos recortes "no son necesarios" y serán aplicados porque así lo han decidido los republicanos en el Congreso, reprochó el presidente.

El principal escollo en las negociaciones es que los republicanos consideran que el gasto del Gobierno es excesivo y hay que recortarlo más, mientras los demócratas persiguen una reforma fiscal para aumentar los ingresos del Estado a la que los conservadores se oponen.

"La discusión sobre los ingresos, en mi opinión, ha terminado. Se trata de asumir el problema del gasto", sostuvo por su parte el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, al término de la reunión con Obama.

Boehner recordó que ya hubo una subida impositiva en enero, en referencia al acuerdo logrado para aumentar la carga tributaria a las rentas superiores a 400.000-450.000 dólares anuales dentro de las negociaciones que evitaron el llamado "precipicio fiscal".

"Esto no es una victoria para nadie. Es una pérdida para todo el pueblo estadounidense", lamentó por su parte Obama, en sus comentarios sobre el fracaso de las negociaciones.

El Congreso acordó en 2011 esos recortes para forzar un pacto de largo alcance sobre la reducción del elevado déficit público -superior al 8 % en 2012- que todavía no ha llegado.

Ambos partidos, demócrata y republicano, habían presentado el jueves pasado en el Senado dos proyectos para evitar los recortes, pero ninguno obtuvo el respaldo suficiente para avanzar.