Manchester United - Real Madrid: La épica vive en Old Trafford (1-2)

Manchester United - Real Madrid: La épica vive en Old Trafford (1-2)

AFP

El Real Madrid se vistió de épica una vez más en Old Trafford, un escenario ideal para grandes noches de fútbol. Sin un juego brillante, pero con el carácter de los últimos encuentros, los de Mourinho pasaron a cuartos de final de la Liga de Campeones al remontar el gol inicial de Sergio Ramos en propia portería. Un gol excelso de Modric y otro de Cristiano Ronaldo, que no lo celebró, firmaron la victoria madridista.

El partido estuvo marcado por la expulsión de Nani a mediados de la segunda parte tras una dura pero involuntaria entrada sobre Arbeloa. El árbitro, demasiado severo en su criterio, no dudó en mostrar la roja al jugador del Manchester y los de Ferguson se vieron obligados a encerrarse en su área cuando ganaban por 1-0.

La primera parte pasó sin pena ni gloria por la historia del fútbol. Con los dos equipos midiendo cada gesto sobre el césped, las ocasiones llegaban a trompicones, del lado blanco; y por las esquinas, del lado 'red'. El tenebroso escenario que se le presenta al Madrid en las jugadas a balón parado, ese mal endémico de los madridistas, aumentaba la emoción en un partido que apenas mostraba brillo.

Los primeros 45 minutos tan sólo dejaron malas noticias para el Madrid: mal juego y la lesión muscular de Di María, retirado a poco de concluir el primer acto. En su lugar, Mourinho dio entrada a Kaká, canjeando velocidad por posesión y control de la media.

Sin embargo, a los pocos minutos de reanudarse el partido, un centro de Nani desde la izquierda se topó con la pierna de Sergio Ramos y el balón penetró entre las piernas del portero Diego López, entrando en la portería.

LA EXPULSIÓN DE NANI

Pintaban bastos para los blancos cuando, en pleno asedio madridista al área de Diego López, Nani cometió una imprudencia al luchar un balón de espaldas con la pierna en alto. Su bota impactó en la cadera de Arbeloa, quien cayó dolorido. El árbitro castigó en exceso una acción a todas luces involuntaria y expulsó al extremo del Manchester. El cielo se abrió para el Madrid.

Mourinho vio clara la situación y dio entrada a Modric precisamente por Arbeloa. De las botas del croata llegó el empate. Un fantástico derechazo al palo izquierdo de De Gea equilibraba el resultado y la eliminatoria. Con uno más, el Madrid asedió al Manchester y, sin apenas respiro, una gran jugada de Higuaín terminó en centro del argentino hacia Cristiano Ronaldo, que no faltó a su cita con el gol. No lo celebró por los años que jugó en Manchester. Pidió disculpas, se mostró serio y caminó hacia su campo.

El Madrid se olvidó de sentenciar en varias ocasiones y a punto estuvo de darle emoción al partido dejando al Manchester atacar y crear grandes ocasiones. Pero un equipo se construye del guardameta al delantero y precisamente allí estaba Diego López, fichado en sustitución de Casillas, para vestirse de 'santo' y sostener el 1-2 hasta el final.