Los 'diez mandamientos' del papa Francisco

Los 'diez mandamientos' del papa Francisco

GTRES

El papa Francisco sorprende cada vez que habla y se ha convertido en una auténtica máquina de titulares. Sus declaraciones hacen temblar a los sectores más conservadores, que tendrán que adaptarse a la nueva filosofía que imparte día a día el pontífice argentino.

Este jueves, a través de la revista de los jesuitas, Francisco ha dado un paso más y ha marcado nuevas líneas en temas de los que ha hecho bandera la Iglesia. Del texto publicado, extraemos diez mensajes del papa y a los que tendrán que acostumbrarse sus fieles (si los aceptan):

- NO CANSAR CON EL ABORTO Y LA HOMOSEXUALIDAD

"No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible. Yo he hablado mucho de estas cuestiones y he recibido reproches por ello. Pero si se habla de estas cosas hay que hacerlo en un contexto. Por lo demás, ya conocemos la opinión de la Iglesia y yo soy hijo de la Iglesia, pero no es necesario estar hablando de estas cosas sin cesar".

- NO SER DE DERECHAS

"No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas".

- NO TORTURARSE EN EL CONFESIONARIO

"Esta es la grandeza de la confesión: que se evalúa caso a caso, que se puede discernir qué es lo mejor para una persona que busca a Dios y su gracia. El confesionario no es una sala de tortura, sino aquel lugar de misericordia en el que el señor nos empuja a hacer lo mejor que podamos".

- AUMENTAR LA CUOTA FEMENINA

"Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Temo la solución del 'machismo con faldas' porque la mujer tiene una estructura diferente al varón".

"Las mujeres están formulando cuestiones profundas que debemos afrontar. La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que esta desempeña. La mujer es imprescindible para la Iglesia. María, una mujer, es más importante que los obispos. Digo esto porque no hay que confundir la función con la dignidad. Es preciso, por tanto, profundizar más en la figura de la mujer en la Iglesia. Hay que trabajar más hasta elaborar una teología profunda de la mujer".

"En los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio femenino. Afrontamos hoy este desafío: reflexionar sobre el puesto específico de la mujer incluso allí donde se ejercita la autoridad en los varios ámbitos de la Iglesia".

- SALIR DEL DESPACHO Y NO SER FUNCIONARIO

"El pueblo de Dios necesita pastores y no 'funcionarios clérigos de despacho'. Los obispos, especialmente, han de ser hombres, capaces de apoyar con paciencia los pasos de Dios en su pueblo, de modo que nadie quede atrás, así como de acompañar al rebaño con su olfato para encontrar veredas nuevas".

- MANTENER LA "FRESCURA"

"Tenemos por tanto que encontrar un nuevo equilibrio, porque de otra manera el edificio moral de la Iglesia corre el peligro de caer como un castillo de naipes, de perder la frescura y el perfume del Evangelio. La propuesta evangélica debe ser más sencilla, profunda e irradiante. Solo de esta propuesta surgen luego las consecuencias morales".

- AMAR A MOZART Y FELLINI SOBRE TODAS LAS COSAS

"En música amo a Mozart, obviamente. Aquel 'Et Incarnatus est' de su 'Misa en Do' es insuperable: ¡te lleva a Dios!"

"Mozart me llena: no puedo pensarlo, tengo que sentirlo".

"'La Strada' de Fellini es quizá la película que más me haya gustado. Me identifico con esa película, en la que hay una referencia implícita a san Francisco".

- DORMIR EN EL REZO

"Rezo el oficio todas las mañanas. Me gusta rezar con los salmos. Después, inmediatamente, celebro la misa. Rezo el rosario. Lo que verdaderamente prefiero es la adoración vespertina, incluso cuando me distraigo pensando en otras cosas o cuando llego a dormirme rezando".

- NO LLEVAR VIDA DE "SOLTERÓN"

"Los religiosos son profetas. Son los que eligieron un modo de seguir a Jesús que imita su vida con la obediencia al padre, la pobreza, la vida en comunidad y la castidad. En este sentido, los votos no pueden acabar convirtiéndose en caricaturas, porque cuando así sucede, por ejemplo, la vida de comunidad se vuelve un infierno y la castidad una vida de solterones. El voto de castidad debe ser un voto de fecundidad. En la Iglesia los religiosos son llamados especialmente a ser profetas que dan testimonio de cómo se vive a Jesús en este mundo y que anuncian como será el reino de Dios cuando llegue a su perfección. Un religioso no debe jamás renunciar a la profecía".

- EVOLUCIONAR DESDE LA "LOCURA" JUVENIL

"En mi experiencia como superior en la Compañía, si soy sincero, nunca me he comportado así, haciendo las necesarias consultas. Y eso no ha sido bueno. Mi gobierno, como jesuita, al comienzo adolecía de muchos defectos. Corrían tiempos difíciles para la Compañía: había desaparecido una generación entera de jesuitas. Eso hizo que fuera yo provincial más joven. Tenía 36 años: una locura. Había que afrontar situaciones difíciles, y yo tomaba mis decisiones de manera muy brusca y personalista".