Que no te amargue lo dulce

Que no te amargue lo dulce

Ya lo cantó Celia Cruz: “Azúcar azúcar negra / Ay, cuánto me gusta y me alegra”.

No son palabras menores.

El azúcar es una parte fundamental para el hombre desde su nacimiento. La leche materna es el primer alimento y fuente de satisfacción para el bebé y el sabor edulcorado contribuye a su tranquilidad.

Pese a ese flechazo, muchos defienden que la ingesta de azúcar es perjudicial para la salud y, de forma radical, lo apartan de su dieta. “Es un error eliminar el consumo de azúcar de la alimentación porque son muchos los beneficios que aporta al organismo”, defiende Lluis Serra-Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública y presidente del III World Congress of Public Health Nutrition.

El azúcar está en la fruta, en los lácteos y en algunos refrescos. Y aunque este experto recomienda no caer en el abuso, aconseja consumirlos junto a prácticas saludables, como el ejercicio físico. “Hay algunos beneficios del azúcar que están probados y otros que no”, puntualiza respecto a falsas teorías como que evita la formación de coágulos o que reduce los niveles de triglicéridos en sangre.

Entre los efectos positivos demostrados, Serra-Majem destaca los siguientes:

Además de estos factores, Serra-Majem asegura que el azúcar no es la sustancia que más engorda. “Tiene cuatro kilocalorías por gramo, igual que las proteínas, mientras que las grasas tienen nueve y el alcohol siete”, sostiene. Tradicionalmente utilizado como combustible para el organismo, el azúcar es beneficioso para las personas físicamente activas, es decir, para los que cambian el ascensor por la escaleras, los trayectos en autobús por largos paseos por la ciudad o los confortables sofás por unos largos en la piscina más cercana.

“Hay mucha gente que necesita incorporar cambios en su vida para hacerla más saludable. Si es necesario modificar el horario de trabajo para poder hacer ejercicio, hay que hacerlo. El deporte es lo más importante para estar bien”, apunta el catedrático. Mejora el riego cardiovascular, disminuye el riesgo de cáncer y las depresiones, mejora la calidad de vida, la masa ósea… Tiene beneficios en todos los órganos de nuestro cuerpo.

Una persona joven o de mediana edad debería hacer algún tipo de ejercicio físico casi todos los días de la semana, aunque sólo sea andar. Serra-Majem recomienda reservar tres días para la realización de actividades más vigorosas: correr, ir en bicicleta, nadar o jugar un partido de fútbol con los amigos. “No tenemos que plantearnos el deporte como algo individual. En la medida en que podamos compartirlo con otras personas de nuestro entorno, el refuerzo va a ser mucho más importante porque de alguna forma nos van a obligar a nosotros también”, señala.

Combinado con una vida sana el azúcar no es un enemigo, sino una forma de endulzar la vida. ¿Nos levantamos?