El primer (y constitucional) portazo a Mas

El primer (y constitucional) portazo a Mas

GTRES

El rechazo a la aspiración soberanista de Artur Mas ha entrado en otra dimensión. Si llevamos meses y meses oyendo declaraciones por parte de las principales autoridades en contra del referéndum que planea la Generalitat, este martes se ha producido el primer portazo rotundo a una posible independencia de Cataluña.

El Tribunal Constitucional ha anunciado por sorpresa su decisión de anular la declaración soberanista aprobada por el Parlament catalán en enero de 2013. Y lo ha hecho rechazando su corazón, la parte en la que se proclamaba a Cataluña como sujeto político y jurídico soberano.

La aprobación de este texto por parte del Parlament, con un 63% de apoyo, fue entendido como un paso -más bien de palabra- para dar base a una futura consulta. El Gobierno la rechazó meridianamente desde un principio pero dudó sobre la posibilidad de llevarla al Alto Tribunal. Tras consultar a los servicios jurídicos sobre las consecuencias que podía tener, la Moncloa decidió finalmente impugnarla ante el Constitucional porque entendía que podía tener efectos.

Tras meses de deliberaciones internas y con filtraciones sobre la división de los propios magistrados, el TC ha decidido pronunciarse en una jornada en la que desde el Govern se había anunciado la intención de recusar y apartar de esta cuestión a tres miembros, entre ellos el presidente, Francisco Pérez de los Cobos.

El Gobierno catalán no ha logrado alargar el proceso y reajustar la composición del tribunal antes del fallo sobre la pieza clave. Ante la imposibilidad de llegar a acuerdos de manera dialogada -Mariano Rajoy y Artur Mas continúan subidos en trenes abocados a chocar-, las resoluciones judiciales son el gran campo de batalla de cara a la consulta de noviembre.

LAS RAZONES JURÍDICAS

El Alto Tribunal ha sido claro en su resolución y ha tachado de "inconstitucional y nulo" el principio primero de la declaración, según el cual "el pueblo de Cataluña tiene, por razones de legitimidad democrática, carácter de sujeto político y jurídico soberano".

Jurídicamente se basa en que esta definición es contraria a los artículos 1.2 (que declara que la soberanía reside en el pueblo español) y 2 (que recoge la unidad de la nación española) de la Constitución. También se contradice, según el Alto Tribunal, con los artículos 1 y 2.4 del Estatuto de Autonomía de Cataluña, que establecen que Cataluña ejerce su autogobierno y la Generalitat sus poderes de acuerdo a la Carta Magna.

Lo que sí declara constitucionales son las referencias al “derecho a decidir” puesto que pueden ser interpretadas de conformidad a la Constitución, ya que no consagran un derecho de autodeterminación no reconocido en la propia Carta Magna. Esto significa que no rechaza la aspiración política del pueblo, pero resuelve que no puede convocar unilateralmente Cataluña un referéndum para decidir sobre su continuidad en España

CAMINO DEL SEGUNDO GRAN PORTAZO

Esta sentencia del tribunal, que ya ha sido rechazada por CiU, supone un jarro de agua fría (más bien congelada) para Mas en su plan. Además, llega apenas unas semanas antes de que el Congreso debata sobre la consulta soberanista -lo que tenía que ser el primer gran portazo institucional a la hoja de ruta del presidente autonómico-.

La Cámara Baja tiene previsto pronunciarse el próximo 8 de abril sobre la petición de Parlament de transferir a la Generalitat de Cataluña la competencia en materia de referendos a fin de celebrar la consulta. El portazo ya está preparado por parte de PP y PSOE.

El debate debería haberse celebrado más tarde, pero la Cámara Baja ha acordado adelantarlo. Será una jornada de alta tensión en la tribuna, pero el resultado está escrito: no.

Consciente de ello, Artur Mas ha decidido no acudir al Palacio de la Carrera de San Jerónimo y no tener que soportar en directo la negativa. La fotografía tendrá lugar a poco más de un mes para los comicios europeos del 25 de mayo, a los que llegará el PP con una negativa al referéndum bajo el brazo, algo muy del gusto de su electorado.

Mas sí piso este lunes el Congreso para acudir a la capilla ardiente de Adolfo Suárez ubicada en la Cámara Baja. Su intervención ante los medios chocó al hacer un paralelismo sobre la actitud del expresidente y la suya en este momento. “A grandes retos, grandes soluciones. Falta gran imaginación y coraje político”, subrayó.

Sus palabras causaron un gran malestar entre los diputados del PP y del PSOE. Creen que no era ni el lugar ni la situación adecuada para hacer un ‘mitin’ y hasta el propio Miguel Roca, exportavoz de CiU en el Congreso y uno de los padres de la Constitución, declaró en público que no era el momento para pronunciar estas palabras. Sus intenciones chocan contra un muro muy grueso.

La Generalitat tiene que redefinir su estrategia tras este no a la base de sus argumentos. Toca el turno de la gran política. Y entre Mas y Rajoy crecen los kilómetros de distancia cada día.