Borussia Dortmund - Real Madrid (2-0): Casillas evita el desastre

Borussia Dortmund - Real Madrid (2-0): Casillas evita el desastre

AFP

Pidiendo la hora y sufriendo hasta el último instante del partido, el Madrid pasó muchos más apuros de los que se esperaban cuando el árbitro pitó el final del partido en la ida con un 3-0 favorable a los blancos en Chamartín frente al Borussia de Dortmund.

Pareció que los de Ancelotti iban a tener un plácido encuentro porque, pese al empuje de los alemanes, Di María tuvo en sus botas un penalti al poco de comenzar el encuentro. Pero resbaló y su chut con la zurda fue despejado por Weiderfellen, el guardameta local.

En el otro lado del campo se sucedían las ocasiones hasta que en el minuto 24 Pepe se confió al enviar de cabeza un balón hacia Casillas. Reus se adelantó, recortó al portero y marcó el primero a placer.

Los nervios se apoderaron del Madrid, un equipo desdibujado desde entonces hasta casi los últimos instantes del encuentro. Apenas era capaz de trenzar tres pases seguidos. Illarramendi era un flan en el centro del campo y Xabi Alonso se afanaba por tapar los agujeros que se generaban a su alrededor.

Coentrao y Carvajal cedían espacio en los costados y Bale y Benzema se perdían arriba. Di María aún pensaba en el fallo del penalti. Así, el Madrid jugó con fuego hasta que se quemó a poco de concluir el primer período. Otro erro en el centro del campo permitió un contragolpe del Borussia que terminó con un disparo de Lewandowski. Casillas repelió, pero el esférico cayó a los pies de Reus, que fusiló el segundo.

CASILLAS, SALVADOR

Ancelotti decidió meter a Isco para que Illarramendi no siguiera agrandando el agujero en la media blanca. Pero el invento no tuvo el efecto esperado. Isco no supo taponar los contragolpes del Borussia y los alemanes, muy directos, tuvieron ocasiones para igualar la eliminatoria.

A tan sólo un tanto de forzar la prórroga, Mkhitaryan tuvo en sus botas la igualada en tres ocasiones. Pero era el turno de Casillas. El portero volvió a demostrar su gran clase bajo los palos y sostuvo al Madrid en el segundo tiempo. Todo lo que se acercaba al arco era despejado o atajado por el portero.

Su actuación no era suficiente, por lo que Ancelotti dio entrada a Casemiro por Di María, que seguía deambulando por la parte alta del ataque. El centrocampista fue la clave para controlar las acometidas alemanas. Demostrando más carácter que el resto de sus compañeros, fue el complemento exacto para Alonso en el mediocentro.

Para entonces al Borussia sólo le quedaba el recurso, nada desdeñable para un equipo alemán, del pelotazo directo al área. Pero los centrales del Madrid se sentían más seguros al no tener el boquete en el centro del campo de antes. Controlada esa vía, los blancos aguantaron los arreones finales del Dortmund en una noche que sudaron más de lo esperado. Un susto que, por poco, no terminó en desastre.