Real Sociedad 4-2 Real Madrid: David Zurutuza fuerza el desastre blanco

Real Sociedad 4-2 Real Madrid: David Zurutuza fuerza el desastre blanco

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La estadística histórica y el momento actual de cada contendiente invitaba a pensar que la primera cita liguera importante del Real Madrid no iba a ser un gran problema para los blancos. Uno de los feudos más complicados de Primera División donde el aficionado madridista considera clave sumar para el título liguero había sido una bicoca para los de Concha Espina desde aquel 2004 en el que la Real Sociedad venciera por 1-0 con aquel gol de Valeri Karpin. No solo eso, sino que, en siete visitas, el Real Madrid solo se había dejado dos empates en el camino.

Es más, los donostiarras habían perdido siete y empatado uno de sus ocho encuentros ligueros antes los madrileños en su retorno a la Primera División en 2010. Si a todo esto le sumábamos el inicio liguero de un conjunto vasco que perdió ante el recién ascendido Éibar en la primera jornada y la estrepitosa eliminación ante el Krasnodar, más el acicate que se presentaba ante uno de los Real Madrid más caro de la historia y que llegaba con todo a excepción de la baja de Cristiano Ronaldo, nadie podía preveer que la contienda terminaría como ha terminado.

Y quien lo diría en una primera media hora excelsa del Real Madrid que asfixió la salida de balón de la Real Sociedad, con Toni Kroos y Luka Modric abarcando el centro del campo y abanderando la presión. Así en diez minutos, el luminoso ya reflejaba un 0-2 producto de una genial asistencia de Toni Kroos (ya lleva dos en dos jornadas) sobre Sergio Ramos (que marcaría su gol 33 desde que llegó al Real Madrid, el que más en la liga española), y producto de un robo de balón de Luka Modric y servicio sobre Gareth Bale que, con caño incluido a Elustondo, no tenía problemas en batir a Zubikarai.

Dos, pero pudieron ser más. Sergio Ramos no marcó otras dos opciones calcadas a su gol a centros otra vez de Toni Kroos y también de Luka Modrid; un activo Marcelo gozó de otras dos oportunidades, una de ellas bien salvadas por Zubikarai, que también se luciría en un mano a mano con Toni Kroos, una bestia descomunal en el centro del campo (el que más ocasiones generó en toda la primera mitad). Pero los de Carlo Ancelotti no mataron, perdonaron y, como le suele pasar a sus rivales, lo pagaron.

Una desquiciada Real Sociedad se enchufó. Fue a raíz de un remate de cabeza a bocajarro de Granero que salvó Sergio Ramos lanzándose como si fuera “tarzán”. Xabi Prieto, el último futbolista en marcarle un hat-trick a Casillas, el que empezó a revolucionar el partido. No paró de buscar incesantemente a Carvajal al que volvió loco y al que se le adelantó en la jugada de corner del primer tanto realista que empujó en el segundo palo Íñigo Martínez. Cinco minuto después, una jugada de manual, y como si estuviéramos en Atocha, Zurutuza se descolgaba por el centro para abrir a banda. Alberto de la Bella profundizaba y la ponía al corazón del área donde, con todo, como un tren y a la antigua usanza, el propio Zurutuza fusilase con la cabeza a Casillas para darle emoción al envite de cara a la segunda mitad.

Las dos ocasiones flagrantes de la Real Sociedad (la primera tuvo como protagonista el pie salvador de Casillas a remate a bocajarro del Chori Castro y la segunda a un Sergio Ramos descomunal al cruzarse en otro remate, ahora de Agirretxe) presidieron el arranque de un partido que había cobrado una vitalidad absoluta. El Real Madrid dominaba de forma horizontal porque su rival, que estaba noqueado en la primera mitad, empezó a defenderse con orden, y a venirse arriba con la entrada de Carlos Vela, porque sus ataques eran más claro que los de su todopoderoso adversario, y enrabietado solicitando una segunda amarilla para Carvajal.

En éstas, y con el fuelle físico del Real Madrid a la altura del betún, Xabi Prieto volvía a enganchar la pelota en solitario, se apoyaba en Canales que se sacaba una genialidad, para que el gran capitán profundizara sobre línea de fondo y centrara atrás para que Zurutuza, ganándole la posición a Carvajal, culminase la remontada y marcara el segundo doblete de su vida. Era la primera vez en Anoeta en liga que el capitán realista protagonizaba dos asistencias en el mismo encuentro. El donostiarra se motiva, y de qué manera, cuando juega contra el Real Madrid.

Es más, estaría en el “ajo” del cuarto gol, de otra acción a balón parado, en el que el sinfín de rebotes y una posible mano de Carlos Vela serían el artífice del cuarto. Fue entonces cuando Carlo Ancelotti (que recibía por primera vez cuatro goles en la liga española) sacó al campo a Sami Khedira, el único mediocentro puro de la plantilla blanca, y a Álvaro Arbeloa señalando claramente a Carvajal.

El final del encuentro fue un querer y no poder. Y bien el Real Madrid podía haber recortado distancias a través de un cabezazo de Sami Khedira, un disparo de James Rodríguez, y un poste de Karim Benzemá, pero ya era demasiado tarde. El cuestionado Jagoba Arrasate le había dado una lección táctica a su homólogo Carlo Ancelotti. El Real Madrid volvía a perder en uno de los estadios más complicados de Primera División y ahora abre dos semanas por delante de reflexiones, debates y críticas.