Escocia vota "no" a la independencia del Reino Unido: ¿qué pasará ahora?

Escocia vota "no" a la independencia del Reino Unido: ¿qué pasará ahora?

REUTERS

El "no" a la independencia no significa que todo vaya a seguir igual. Tras la victoria de la campaña que defendía la permanencia en el Reino Unido por un 55% de los votos (frente al 45% del "sí") se abre un proceso en el que Londres tendrá que transferir más competencias a Edimburgo si quiere cumplir con las promesas hechas por los principales partidos.

Pero muchas más cosas cambiarán, ya que el primer ministro, David Cameron, ha prometido en su discurso a primera hora del viernes dotar de más autonomía a las otras naciones que componen el Reino Unido: Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. En otras palabras: las islas británicas caminan hacia una mayor descentralización. El debate protagonizado en Escocia también desencadenará una mayor autonomía del resto de países.

¿Podría celebrarse otro referéndum pronto? Según David Cameron, "el debate ha sido resuelto para una generación". También el Gobierno de Escocia, liderado por Alex Salmond, ha aceptado el resultado sin reservas, mostrando por el momento ningún indicio de volver a plantearlo.

EN ESCOCIA: UN CALENDARIO QUE CUMPLIR

Los tres grandes partidos británicos se han comprometido a dar más poder en materia de impuestos y prestaciones sociales. Sin embargo, ni los tres partidos están de acuerdo en el grado ni es previsible que Salmond (artífice de la campaña por el "sí") se conforme con transferencias modestas.

Gordon Brown, diputado escocés y ex primer ministro laborista, propuso hace unos días un calendario con compromisos concretos que fue visto con buenos ojos por Londres. En noviembre, las trasferencias podrían estar diseñadas y, en enero, la legislación podría ya superar su primer trámite en el Parlamento británico, como ha prometido Cameron. Pero Reino Unido celebrará elecciones en mayo de 2015 y hasta que no haya un nuevo parlamento no se confirmarán las transferencias, conocidas en inglés como "devolution" (devolución). Está por ver si a este proceso le acompañaría otro para otorgar nuevas competencias a los otros países británicos.

En síntesis, lo que está por ver es la autonomía fiscal que se transfiere a Escocia. La recaudación del impuesto sobre la renta cambiará y Edimburgo controlará más partes o bandas. Los liberales también proponen incluir el de sucesiones y plusvalías. Pero Edimburgo quiere más impuestos y control total sobre ellos.

Por otra parte, la reforma sobre la financiación y el control de la sanidad formará parte del debate y negociaciones.

A partir de ahora, estos son los pasos:

  • Septiembre. Negociaciones entre los tres grandes partidos británicos para definir las competencias que podrían transferir.
  • Octubre. Documento de trabajo con propuestas concretas.
  • Noviembre. Fin del período de consultas.
  • Enero. Borrador de ley sobre descentralización.
  • Mayo de 2015. Tras las elecciones, el Parlamento británico debería aprobar definitivamente las transferencias.

EN EL REINO UNIDO: ¿CAFÉ PARA TODOS?

Cameron ha aludido en su discurso a una mayor descentralización para contentar a Escocia, pero ha advertido de que tendrá que venir acompañada de un debate sobre la autonomía de Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte.

"Ahora es el momento de que nuestro Reino Unido se una y siga adelante. Una parte vital de eso es un acuerdo equilibrado, justo para la población de Escocia y, lo que es importante, para todos en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte también", ha dicho.

Esto supone abordar la llamada "West Lothian Question", que se pregunta por qué los diputados escoceses, galeses, norirlandeses tienen el mismo derecho a votar en el parlamento británico sobre asuntos que afectan a Inglaterra en un momento en que estas tres naciones tienen muchos poderes transferidos sobre los que los ingleses no tienen nada que decir.

Por otra parte, los grandes partidos británicos no quieren revisar la fórmula Barnett, por la cual se reparten recursos públicos entre las naciones en función de la población y el gasto británico.