Lo que da a la piscina ese olor a cloro... (Aviso: es asqueroso)

Lo que da a la piscina ese olor a cloro... (Aviso: es asqueroso)

Trinette Reed via Getty Images

Pregunta:: ¿De verdad me tengo que duchar antes de meterme en la piscina?

Respuesta: El cartelito que ponen en las taquillas no es una simple sugerencia. Si bien la mayoría de los bañistas sí que se ducha después de la piscina (para quitarse el cloro), las reglas previas al baño no se siguen con tanto rigor.

"Si no nos duchamos antes de entrar, todo lo que está en nuestra piel se quedará en el agua", explica Michele Hlavsa, epidemióloga y jefa del Healthy Swimming and Waterborne Disease Prevention del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, a The Huffington Post. Por ejemplo, aceites naturales, sudor, maquillaje y otros productos para el cuidado personal, orina y, sí, también materia fecal.

Todos estos materiales tienen algo en común, dice Hlavsa: el nitrógeno. Cuando el nitrógeno se mezcla con el cloro de la piscina, se forman unas sustancias químicas irritantes llamadas cloraminas, lo cual resulta problemático por dos motivos. La primera cuestión es que una parte del cloro se transforma en cloraminas, en vez de protegernos de los gérmenes de la piscina. Por suerte, el cloro se ocupa de matar a la mayor parte de éstos, pero los supervivientes, que nos tragamos o inhalamos al nadar, producen unas 10.000 enfermedades al año en Estados Unidos, según LiveScience.

El segundo problema es que las cloraminas son las que producen ese olor tan peculiar a piscina. "Una piscina en buenas condiciones no huele", asegura Hlavsa, a pesar de lo que nos gustaría creer. Ese olor que a menudo atribuimos a una piscina limpia se debe en realidad a las cloraminas, que también son responsables de que los ojos se te pongan rojos. Las sustancias químicas irritantes también podrían llegar a producir ataques de asma, e incluso algunas irritaciones en la piel, afirma.

Siempre hemos acusado al cloro, pero no conviene olvidarse de que, en un principio, el cloro se hizo famoso porque contribuía a evitar la propagación de la polio. De acuerdo con la experta, los investigadores siguen debatiendo sobre los riesgos de las cloraminas (así como de otras reacciones químicas entre el cloro y los desechos que añadimos a la mezcla), pues podrían estar relacionadas con el asma. "Nos hemos olvidado de lo importante que es el cloro para librarnos de los gérmenes del agua", dice. "Cabe recordar la importancia de ducharse antes de entrar al agua con el fin de mantener todo el cloro posible para acabar con las bacterias".

Aunque la mejor opción consiste en jabonarse, aclararse y repetir la operación, un estudio holandés de 2012 descubrió que incluso una ducha de agua de 60 segundos tiene su utilidad. Así que la próxima vez que te dé pereza ducharte, ten en cuenta que "todo lo que se desprenda de nuestro cuerpo, lo compartiremos con los demás bañistas", recuerda Hlavsa. "En cierto modo, es como si todos nos metiéramos en una bañera gigante".

Traducción de Marina Velasco Serrano

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