Teresa Romero está curada de ébola

Teresa Romero está curada de ébola

Teresa Romero lo ha conseguido. De enferma de ébola a superviviente. La auxiliar de enfermería, que se contagió con el virus tratando a un misionero, ha superado la infección y ha dado negativo en la última prueba que se le ha realizado.

La sanitaria de 44 años pasó momentos muy críticos en el Hospital Carlos III de Madrid, donde se llegó a temer por su vida tras sufrir complicaciones respiratorias.

En rueda de prensa, el equipo médico del hospital ha confirmado la noticia. José Ramón Arribas, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Carlos III ha explicado que se le han realizado test "durante cuatro días consecutivos" y, al dar todos negativos, se puede confirmar que Teresa está libre del virus alcanzando los "criterios de la OMS para declarar a un paciente curado de la infección".

Arribas ha advertido, sin embargo, de que "la recuperación completa de la salud puede demorarse unos días".

En este sentido, Fernando de la Calle, miembro de la unidad de Medicina Tropical del Carlos III ha explicado que los médicos harán seguimiento del estado de Teresa ya que "una cosa es la negativización del virus y otra lo que haya ido haciendo este virus", por lo que la paciente continuará en vigilancia por si hicieran falta tratamientos adicionales.

Los médicos no ha querido dar más datos sobre posibles secuelas, para "respetar el deseo de la paciente", aunque Arribas ha asegurado que los "pacientes con ébola se pueden curar completamente y llevar una vida normal".

Los doctores no podían ocultar su satisfacción en la rueda de prensa, aunque no pasaban de la media sonrisa. El equipo ha insistido en mostrar cautela hasta que Teresa recupere plenamente la condición previa a su ingreso.

"GRAN FORTALEZA FÍSICA Y MENTAL"

Marta Arsuaga, miembro de la Unidad de Medicina Tropical ha reconocido que los doctores del Carlos III han pasado "días duros, con preocupación", pero que "poco a poco" han visto la "esperanza". Ahora, los cuatro test "negativos" les dan a los doctores "una alegría y un poco de descanso".

"Cuando recupere su estado de salud previo estaremos, no solo un poquito contentos, sino contentísimos", ha añadido Arsuaga.

El doctor Arribas ha destacado "la gran fortaleza física y mental" de Teresa aunque ha asegurado que por el momento es "imposible saber" si el suero de convalenciente donado por Paciencia, la misionera curada, o el antiviral proporcionado a la paciente han sido claves en el tratamiento.

Según han explicado los médicos, tendrán que pasar 42 días desde el último caso declarado de infección, dos veces el periodo de incubación, para dar por cerrado el riesgo por contagio y que se declare a España país libre de ébola.

HISTORIA DE UNA SUPERVIVIENTE

El caso de Teresa Romero ha puesto en el punto de mira el protocolo aplicado en los casos de sospecha de ébola. Desde los trajes utilizados, a los procedimientos seguidos. Numerosos errores han salido a la luz durante esta crisis sanitaria.

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Teresa Romero se infectó atendiendo al misionero Manuel García Viejo, repatriado desde Sierra Leona y que falleció el pasado 25 de septiembre.

Ajena a su contagio, Teresa cogió vacaciones y siguió haciendo vida normal hasta que comenzó a sentir fiebre. En ese momento acudió al médico, pero no ingresó en el hospital hasta el 6 de octubre, día en el que se confirmaba que se había contagiado. Primero fue ingresada en el hospital de Alcorcón, donde estuvo durante horas antes de ser trasladada al hospital Carlos III, el centro de referencia.

Comenzaron entonces a buscarse a los contactos de riesgo de la paciente, entre los que estaban su marido, Javier Limón, y otros sanitarios que fueron aislados también en el Carlos III a la espera de poder descartar que se hubieran contagiado. Pero también tuvieron que ingresar en aislamiento peluqueras que la habían depilado y otros pacientes que habían sido trasladados en la misma ambulancia que Teresa al hospital de Alcorcón, ya que esta no fue desinfectada antes de seguir prestando servicio.

Su perro, Excalibur, fue sacrificado ante el temor de las autoridades sanitarias a que pudiera ser portador del virus y pese al llamamiento del marido de Teresa y la movilización ciudadana.

Mientras Teresa luchaba por su vida en el hospital, y médicos y enfermeros se quejaban de las medidas con las que tenían que hacer frente a posibles casos en los centros de salud, los responsables sanitarios comenzaron una campaña para desacreditar a la auxiliar de enfermería y culparla del contagio.

Especialmente duras fueron las declaraciones del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, que arremetió contra Teresa asegurando que había "mentido" a los doctores o declarando que para quitarse el traje de protección "no hace falta un máster".

El estado de Teresa empeoró durante la mañana del día 9, aunque tras el fin de semana, los médicos explicaron que se había reducido la carga vírica. La paciente mejoraba.

Doce días después de la crisis que llevó a temer por si vida, Teresa ha vencido al ébola.