Quien tiene un amigo (hombre) tiene un tesoro

Quien tiene un amigo (hombre) tiene un tesoro

El mes de noviembre es sinónimo de salud masculina desde que se celebra Movember — contracción de las palabras inglesas moustache (bigote) y november (noviembre)—, un evento internacional anual para concienciar sobre las enfermedades que afectan a los hombres, como el cáncer de próstata, testicular o la depresión masculina. Nació como un gesto de amistad en Australia en el año 2003, cuando un grupo de amigos decidió dejarse bigote para solidarizarse con uno de sus miembros al que le habían diagnosticado cáncer de próstata.

El origen de Movember está en la amistad, pero ¿cómo la entienden los hombres? ¿Son distintos hombres y mujeres en su papel de amigos? ¿Hay algún fundamento que explique tópicos sobre la amistad de uno y otro género?

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"Muchas películas o monólogos utilizan estas diferencias de manera humorística porque dan juego", reflexiona el psicólogo Antoni Martínez. "Diría que hay maneras distintas de entender la amistad de forma individual, no tanto por géneros". Su compañera de profesión, Gloria Martínez Ayala, sí apunta que algunas diferencias pueden estar justificadas por causas físicas: "La doctora Louann Brizendine, en sus libros sobre el cerebro masculino y el femenino, habla de las diferencias en algunas áreas cerebrales entre hombres y mujeres, además de la influencia que ejercen las hormonas características de cada uno de los sexos en su comportamiento y su manera de entender el mundo".

Más allá del género, cada persona concibe la amistad de una manera, pero los expertos sí coinciden en que hay ciertos rasgos comunes que definen cómo son los hombres en su rol de amigo.

¿QUEDAMOS?

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Existe el mito de que los hombres son más de quedar para hacer cosas juntos, ya sea para practicar un deporte o cualquier otra actividad en compañía, mientras que las mujeres son más de reunirse para hablar y ponerse al día. ¿Hay algo que sustente este tópico? "Hipergeneralizando, de pequeños ya nos acostumbramos a que los chicos se relacionan jugando juntos por ejemplo con una pelota y las chicas se suelen juntar más para charlar. Por esa dinámica social, asumimos que los hombres suelen ser más de actividad y las mujeres más de comunicación", afirma Antoni Martínez.

La psicóloga Martínez Ayala coincide en este punto: "Las mujeres son más empáticas y disfrutan hablando entre ellas, mientras que los hombres son más competitivos y están interesados en juegos y actividades en los que demostrar sus habilidades". Recalca también que a los hombres les suele gustar la acción y la aventura: "Sus cerebros están programados para moverse".

HABLANDO DE SENTIMIENTOS

¿Quién dijo que los hombres no expresan sus emociones y no son capaces de hablar de temas íntimos con sus amigos? La gestión de las emociones puede ser distinta en ellos por influencia de "la poderosa testosterona y la vasopresina", afirma Martínez Ayala, pero tanto la educación como la sociedad han evolucionado de tal manera que los hombres no tienen que reprimir esta faceta.

"Los hombres podemos tener más dificultad en general en la comunicación emocional, pero actualmente cada vez más hombres son conscientes de esto y es algo que está cambiando", opina Antoni Martínez, que arroja un dato: "A mi consulta ya viene igual número de hombres que de mujeres. Cada vez ellos vienen más".

OPINIÓN SIN RODEOS

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Está extendida la creencia de que los hombres se expresan de manera más directa, mientras que las mujeres pueden dar más rodeos o dan su opinión de manera más edulcorada. Partiendo de la base de que un amigo siempre te dirá lo que piensa, sí hay razones psicológicas que explican este comportamiento masculino. "La UTP (Unión Témporo-Parietal) es la zona del cerebro de búsqueda de soluciones y durante la interacción emocional interpersonal está más activa en los hombres y se apresura para tomar una decisión rápida y práctica", asegura Martínez Ayala, mientras que las mujeres, al ser más empáticas tienden a "dar más vueltas a las cosas".

Su colega Antoni Martínez también respalda este punto. "Probablemente decimos las cosas de manera más directa", afirma, y sería debido a la asertividad, la capacidad para manifestar las convicciones y establecer límites. Los hombres suelen tenerla un poco más desarrollada, aunque la fluidez verbal y la memoria son campos en los que destacan ellas.