El desfile que se convirtió en un restaurante: así fue la 'Brasserie Gabrielle Chanel' (FOTOS)

El desfile que se convirtió en un restaurante: así fue la 'Brasserie Gabrielle Chanel' (FOTOS)

Chanel lo ha vuelto a hacer. Si hace un par de temporadas, en marzo del año pasado, convirtió su desfile de la Semana de la Moda de París en un supermercado, y el pasado septiembre sacó a docenas de modelos a una pseudomanifestación para mostrar sus prendas en la capital francesa, ahora se ha decantado por un restaurante. Sí: la firma de moda francesa por excelencia ha decidido montar una brasserie, un clásico restaurante parisino, en el Grand Palais, el edificio en el que siempre celebra sus desfiles.

El espectáculo no solo ha estado presente en las prendas (en el desfile se han visto 95 looks con mucho negro, el clásico tejido de tweed, gasas y zapatos muy clásicos de tacón medio), sino en la puesta en escena. La brasserie, llamada Gabrielle Chanel, estaba formada por sofás rojos y sillas de madera que rodeaban pequeñas mesas de manteles blancos. Mesas adornadas, claro, con copas de vino y servilletas de tela blancas. El suelo era de azulejos, y las columnas y los techos estaban forrados de paneles de madera.

En las mesas se han sentado las modelos según iban desfilando, pero también algunos afortunados invitados que ocupaban las primeras filas del Grand Palais, como la directora de Vogue en Estados Unidos, Anna Wintour, su directora creativa, Grace Coddington, o el fotógrafo Mario Testino. Aunque, claro, no todos cabían sentados en las codiciadas mesitas del front row.

Además, las modelos (con rostros tan cotizados como Cara Delenvigne o Kendall Jenner) también se han ido sentando tanto en las mesas y colgando sus bolsos de las sillas, pero también se han acomodado como en la barra central del palais.

En la barra han podido disfrutar de zumos, cruasanes o tostadas, así como de champán y de aceitunas y almendras. Han podido... que no quiere decir que lo hayan hecho, claro. Al revés que los invitados, que poco antes de empezar el desfile se han podido tomar un café en pleno Grand Palais. Todo servido por atentos camareros con camisas blancas y pajaritas y chalecos negros.

Estas son algunas de las imágenes que ha dejado el desfile, que por algo es uno de los más esperados de la temporada. Bon appétit!