Matemáticas y estadística, los estudios con menos paro según la EPA

Matemáticas y estadística, los estudios con menos paro según la EPA

EFE

Matemáticas y estadística son las ramas de estudio que registraron la tasa de paro más baja, próxima a lo que se considera pleno empleo (5,7%), en 2014. Son datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Por el contrario, el colectivo de personas que estudió programas de formación básica, es decir, aquellos que como máximo estudiaron enseñanza secundaria obligatoria o sólo cuentan con el bachillerato, es el que presenta los peores resultados en paro y empleo.

Las especialidades de Veterinaria y Matemáticas las tasas de empleo más elevadas, con porcentajes cercanos al 80%, en 2014.

El número de parados que perdió su empleo tres años antes o más aumentó en 121.300 personas en 2014, un 9,5% respecto a 2013, hasta alcanzar casi los 1,4 millones de desempleados, según la EPA. De este modo, el peso de los parados de muy larga duración sobre el total de desempleados con experiencia laboral previa alcanzó en 2014 el 27,4%, porcentaje 4,3 puntos superior al de 2013.

Dentro de los desempleados que habían trabajado anteriormente, los parados de muy larga duración fueron los que más aumentaron en 2014 en términos cuantitativos, desde 1.275.700 en 2013 a un total de 1.397.000, lo que supone un incremento de 121.300 desempleados.

La mayor parte de los desempleados existentes en 2014, año que se cerró con una media de 5,6 millones de parados, procedían en su mayoría de situaciones previas de empleo. En total, a cierre del año pasado 5.090.600 parados habían trabajado anteriormente, es decir, que tenían experiencia laboral previa.

De esta cantidad, el 47,6% (2.424.600) dejó de trabajar en 2014 por haber finalizado su contrato, un 10,5% menos que en 2013. Otro motivo de peso para terminar en el desempleo fue el despido o la supresión del puesto de trabajo, incluyendo las regulaciones de empleo. En total, 864.300 personas se vieron de repente en el paro por alguna de estas razones, 245.000 menos que en 2013, el equivalente al 17% del total de desempleados con experiencia laboral previa.

Los datos difundidos este jueves por Estadística muestran además que una de cada tres personas, el 36,7%, trabajó en 2014 al menos un sábado al mes, porcentaje similar al de 2013, mientras que el 4,5% trabajó un domingo al mes y un 17,1% lo hizo dos o más domingos (1,2 puntos más que en 2013).

Por el contrario, el 60,6% de los ocupados no trabajó ningún sábado de 2014 y el 77% ningún domingo.

EL FRACASO DE LOS SERVICIOS DE EMPLEO

Lo que sí subió, aunque muy poco, fue el porcentaje de trabajadores en jornada nocturna, desde el 12,5% de 2013 al 12,6% de 2014. Un 6,8% trabajó ocasionalmente de noche y el 5,8% lo hizo en más de la mitad de sus días laborables.

El 92,2% de los ocupados no trabajó ningún día en su domicilio durante el año 2014, mientras que el 2,6% lo hizo ocasionalmente y el 4,3% trabajó en casa más de la mitad de sus días laborables.

La EPA de 2014 también revela que el porcentaje de asalariados que fue contratado a través de una ETT bajó ligeramente, desde el 2,9% de 2013 al 2,8% en 2014, mientras que sólo un 2% (281.000 personas) obtuvo su empleo mediante la intermediación de una oficina de empleo público, el mismo porcentaje que en 2013.

CON JEFES, PERO SIN SUBORDINADOS

De la encuesta también se extrae que la mayor parte de los trabajadores españoles tienen jefe, pero ningún subordinado. En concreto, casi siete de cada diez trabajadores se encontraban en esta situación en 2014.

Del total de ocupados contabilizados el año pasado, el 11,7% no tenía jefes ni subordinados (trabajador independiente), el 6,2% era encargado, el 6,4% director de una empresa pequeña, departamento o sucursal, el 6,2% era mando intermedio, y el 0,8% ocupaba un puesto de director de empresa grande o media.

El porcentaje de empleados, es decir, de trabajadores con jefe y sin subordinados, aumentó cinco décimas en 2014 respecto a 2013, situándose en el 68,6%, el mismo incremento que experimentó el porcentaje de trabajadores independientes (sin jefes ni subordinados), que pasó del 11,2% al 11,7%.

La proporción de hombres directores casi duplicó al de mujeres en las empresas de pequeño tamaño y lo triplicó en el caso de grandes o medianas empresas. En el caso del puesto de empleado (con jefe y sin subordinado), el porcentaje de mujeres superó al de varones (76,5% frente al 62%) en 14,5 puntos.