Chuck Blazer, el 'topo' del FBI en la FIFA, hombre clave en las detenciones

Chuck Blazer, el 'topo' del FBI en la FIFA, hombre clave en las detenciones

AFP

La detención de varios altos cargos de la FIFA por parte del FBI acusados de soborno, corrupción y blanqueo de capitales, ha tenido detrás la actuación de un personaje clave: Chuck Blazer, exmiembro de la FIFA que ha actuado de topo para las autoridades de EEUU.

Blazer, el hombre que de modesto entrenador del equipo de la escuela de su hijo llegó hasta el comité ejecutivo de la FIFA, fue el informante que ayudó a la justicia estadounidense a destapar el escándalo de corrupción más grande en la historia del fútbol mundial.

Las detenciones no habrían sido posibles sin el micrófono oculto con el que Blazer grabó las conversaciones de estos personajes, a lo largo de los últimos tres años.

Con 70 años y enfermo de cáncer, el otrora hombre más poderoso del fútbol estadounidense decidió cooperar con las autoridades para desvelar los secretos de la FIFA después de que comenzaran a investigarle por diversos delitos de los que se declaró culpable, como fraude, evasión de impuestos o blanqueo de dinero.

Los agentes le dijeron que podía salir con las esposas puestas o que podía cooperar, a lo que Blazer terminó accediendo. Aparte de eso, terminó pagando una multa de 1,9 millones de dólares (había evadido impuestos durante una década) y aceptó pagar otra cantidad cuando fuera juzgado.

DE LA FIFA AL FBI

Corpulento y de espesa barba cana, Blazer fue la imagen del fútbol de Estados Unidos y Concacaf entre 1991 y 2013, cuando perdió su puesto en el comité ejecutivo de la FIFA. En ese tiempo, su fortuna personal creció paralela al desarrollo del deporte en la región.

Su tardío amor por el fútbol nació una tarde de 1976 en que el equipo de la escuela primaria de su hijo se quedó sin entrenador. Blazer se puso al frente, con tal entusiasmo, que ocho años después era electo vicepresidente ejecutivo de la Federación de Fútbol de los Estados Unidos.

En 1986 conoció a Jack Warner durante el Mundial de México, y desde entonces mantuvieron un vínculo afincado en intereses comunes. Cuando no pudo ser reelegido en su cargo en la federación de EEUU, convenció a Warner para que se presentara a las elecciones como presidente de Concacaf.

Al frente de la campaña de Warner, Blazer se pateó toda la región, ampliando su red de contactos, y al salir electo, fue recompensado con el cargo de secretario general del organismo.

Experto conocedor del negocio del fútbol y vendedor avezado, hay que darle el mérito de haber reavivado la pasión por el fútbol en Estados Unidos, y las finanzas de Concacaf. Según BuzzFeed, Blazer fue el artífice del primer contrato de televisión para la Major League Soccer (MLS), en 1995. Una década después, la MLS firmó un acuerdo de derechos televisivos por 720 millones de dólares.

Esta no es la primera vez que Blazer sirve de informante a las autoridades. En mayo de 2011, fue el principal testigo en la investigación realizada por John P. Collins, exfiscal federal de los Estados Unidos y miembro del Comité Legal de la FIFA, que terminó en la suspensión de Warner y Bin Hammam, vicepresidente de FIFA, de todas las actividades de fútbol, por supuesta compra de votos en las elecciones presidenciales de la organización.