El nuevo alcalde de Valladolid aniquila al 'bolardo asesino' de la ciudad
La surrealista historia del bolardo asesino de Valladolid ha terminado. El nuevo alcalde de la ciudad, el socialista Óscar Puente, ha desactivado este martes ese polémico mecanismo que desde su colocación en el año 2010 en una calle del centro ha destrozado más de 40 vehículos.
El 'bolardo asesino', con su baja estatura y su apariencia inofensiva, era el terror de los conductores de la ciudad. El mecanismo estaba colocado en medio de una estrecha calle que da acceso a la plaza de mayor y regulaba la entrada de vehículos a un aparcamiento.
Pero, ¿por qué? Era una de las grandes discusiones en la localidad. Unos decían que el bolardo se levantaba sin previo aviso mientras los coches estaban pasando sobre él; otros que los culpables son los conductores, que circulan sin cuidado...
El funcionamiento del polémico bolardo era sencillo, al menos en teoría. El Ayuntamiento lo colocó en medio de la calle Cebadería, que da acceso a la plaza, para evitar que allí se produjeran retenciones de coches que esperan a que el aparcamiento tenga plazas libres. El bolardo se levantaba en el momento en que el párking estaba completo, unos ocho segundos después de que un semáforo a su lado se pusiese en rojo. Teóricamente, el sistema contaba con unos sensores que impedían que el bolardo se levantase cuando hubiese un coche cerca.
El antiguo alcalde de la ciudad, el polémico Francisco Javier León de la Riva, era uno de los mayores defensores del bolardo y había asegurado en repetidas ocasiones que la culpa no era del mecanismo, sino de los conductores. "Pueden llamarlo bolardo asesino o como quieran, pero el bolardo no ataca a nadie. El bolardo sale cuando el semáforo está en rojo. Hay un tiempo para que el coche no se meta. Otra cosa es que el conductor, cuando el semáforo se pone en rojo, en lugar de parar pegue un acelerón, con lo cual comete dos infracciones: saltarse el semáforo y exceso de velocidad. Si pega un acelerón se pone encima del bolardo", había afirmado.
Pero el cambio llegó a Valladolid en las elecciones municipales y el nuevo alcalde ya avisó de que liquidaría el bolardo en cuanto pudiese. Y lo ha hecho este martes. El mecanismo será sustituido por una cámara para poner multas cuando los conductores no respeten el semáforo en rojo.
La noticia ha corrido rápidamente por Valladolid, donde el bolardo es una auténtica institución. Tiene hasta un club de fans en Facebook que cuenta con más de 800 seguidores y varios perfiles en Twitter, entre ellos uno llamado 'Lardo, el bolardo'. Esa cuenta de Twitter está ahora de lo más animada.
El propio alcalde se ha unido al festival del humor de Twitter.
