El FC Barcelona gana una sublime final de la Supercopa ante el Sevilla (5-4)
El Barcelona se ha proclamado campeón de la Supercopa de Europa al imponerse por 5-4 al Sevilla (Messi (2), Rafinha, Suárez y Pedro para el Barça y Banega, Reyes, Gameiro y Konoplyanka para el Sevilla).
Ha sido un partido vibrante, alocado, soberbio. Un encuentro que se recordará como una de las mejores finales disputadas en la historia del fútbol. Ha sido un espectáculo visto pocas veces, una demostración de garra por parte del Sevilla, de incapacidad para resignarse ante la derrota, de creer en los milagros. Ha sido una constatación también, si es que hacía falta, de que el Barça es un equipo que sabe sobreponerse a las adversidades encomendándose a un jugador que, si no es un milagro, si es milagroso: Leo Messi, que fue nombrado mejor jugador de la final tras sus dos goles a balón parado.
Sólo la primera parte de la prórroga ha permitido bajar de la quinta marcha a la segunda. El resto ha sido fútbol de adrenalina, de ocasiones en ambos lados, de pasión y tesón.
Y siempre Messi. Apagado en la segunda parte, los primeros 45 minutos bien valen una supercopa. El argentino apenas tardó un par de minutos en remontar un gol tempranero del Sevilla. Un golpe psicológico brutal para el Sevilla que, en la segunda mitad, veía cómo la Supercopa se le escapaba de las manos por goleada: 4-1.
¿Escapar? ¿Perder? No si eres del Sevilla. En una remontada agónica ha puesto el 4-4 antes de que acabasen los 90 minutos, mandando el partido a una merecida prórroga. Sólo un tanto de Pedro ha torcido un partido que los sevillistas ya veían suya.
Pedro ha dado la victoria al Barça. Precisamente Pedro, el jugador que tiene un pie y medio fuera del equipo blaugrana.
No hay mejor cierre.
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