¿Ha cumplido Rajoy la promesa de bajar el paro en esta legislatura?
La portada de El Mundo del 10 de enero de 2010 ha perseguido a Mariano Rajoy durante toda la legislatura. El actual presidente del Gobierno aparecía junto a una cola de una oficina del antiguo INEM y prometía altivo: "Cuando yo gobierne bajará el paro".
Esta es la portada:
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Los primeros meses de su mandato fueron una enmienda a la totalidad de sus palabras: el paro subía, subía y subía sin parar. Para su suerte y para la de los millones de parados, las cifras de desempleo le han dado un respiro en 2015. Eso sí, y según subraya el portal Infojobs, en agosto comenzó una desaceleración evidente, "una señal de advertencia ante triunfalismos anticipados". Así que, Mariano... ¿has cumplido de verdad tu promesa?
La respuesta es sí, pero con muchos matices, puesto que el paro se puede bajar de muchas formas: creando puestos de trabajo o desincetivando la búsqueda y conduciendo a los jóvenes a buscar un futuro en otro país.
El paro ha bajado en noviembre de 2015 en 27.071 personas y deja un total de 4.149.298 desempleados, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. El primer mes de Rajoy como presidente, diciembre de 2011, terminó con 4.422.359 desempleados, según la misma fuente. Esas son las cifras que dejó el entonces presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, tan duramente criticadas por el PP.
Por tanto, ciñéndonos únicamente a esos datos, el paro ha bajado en la legislatura de Rajoy. Eso sí, la victoria del presidente del Gobierno es pírrica: 273.061 desempleados menos, lo que supone un descenso del 6,17% respecto a la cifra de Zapatero. Además, muchos especialistas y sindicatos advierten de que las cifras están "maquilladas" por el efecto desánimo y la emigración.
UGT, por ejemplo, ha señalado en varias ocasiones que "emigración, trabajadores que se desapuntan del paro desanimados por no encontrar un empleo y un aumento disparado de la precariedad son los titulares que el Gobierno debería destacar y no una supuesta recuperación que no es tal y que obedece a lógicas electorales".
Algunas cifras dan una idea de la magnitud de ese 'efecto desánimo': según la última EPA, publicada en octubre de 2015, la población activa se sitúa en 22.899.500 personas, mientras que en diciembre de 2011 era de 23.081.200 personas, 181.700 trabajadores potenciales menos.
Cuantificar el número de jóvenes que ha emigrado y que, por tanto, ya no cuentan como parados, es más complicado: 64.204 entre 2012, 2013 y 2014, según el INE. Aunque, si se tiene en cuenta las personas de entre 18 y 35 años que han emigrado de España esos años (sin tener en cuenta su nacionalidad y, por tanto, incluyendo a los inmigrantes retornados) la cifra sube hasta 525.358. Posibles parados que han desaparecido de un plumazo para Rajoy.
La débil victoria de Rajoy en el número de desempleados se convierte en derrota si se miran los datos de afiliación a la seguridad social, la cifra más importante, según ha repetido el Gobierno mes tras mes. Aquí, el Gobierno del PP naufraga: diciembre de 2011 terminó con 17.229.922 afiliados, mientras que noviembre de 2015 se ha cerrado con 17.223.086 afiliados. En fin, la afiliación no sólo no ha subido, sino que ha bajado en 6.836 personas.
Y más datos por los que Rajoy debería aparcar todo triunfalismo: la media de la tasa de cobertura de desempleo de noviembre y diciembre de 2011 llegaba al 60,7% de los desempleados de todo el Estado, mientras que en noviembre de 2015 se situó en niveles mínimos: el 54,36%. Y eso a pesar de que la cifra de parados es similar.
Ahí no acaba todo: la calidad del empleo que se ha creado durante la legislatura de Rajoy ha pasado por la trituradora. La media del porcentaje de contratos indefinidos en la legislatura de Rajoy ha sido del 8,51%, mientras que la media en la última legislatura de Zapatero, ya en crisis, fue de 9,03%.
Y más: la media del porcentaje de contratos temporales durante legislatura de Rajoy (47 meses) fue de 91,49%, mientras que en la legislatura de Zapatero (45 meses) esa cifra era de 90,96%. Mariano Rajoy se podría haber ahorrado esa portada.
