Anticorrupción pide cuatro años y medio de cárcel para Rato y seis para Blesa por las 'tarjetas black'

Anticorrupción pide cuatro años y medio de cárcel para Rato y seis para Blesa por las 'tarjetas black'

FISCAL

La Fiscalía Anticorrupción solicita seis años de prisión para el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa, así como cuatro años y seis meses para el también expresidente de la entidad Rodrigo Rato por la emisión de las llamadas tarjetas 'black'.

En su escrito de acusación, remitido este jueves a la Audiencia Nacional, Anticorrupción además acusa a los otros 64 usuarios de las tarjetas por un supuesto delito continuado de apropiación indebida, con penas diversas de entre cuatro y un año de prisión, dependiendo de si se aplica el atenuante de reparación de daño al haber devuelto las cantidades gastadas.

Hay indicios de criminalidad. Las tarjetas no tenían como finalidad los gastos de representación o profesionales

Con respecto a los expresidentes de la entidad, la Fiscalía pide además de las penas de prisión, una indemnización de 9,3 millones de euros para Miguel Blesa y otra de 2,6 millones a Rodrigo Rato, correspondientes a las cantidades utilizadas por los usuarios de las tarjetas en el periodo en que cada uno de ellos presidió la entidad.

Esta acusación llega después de que el 23 de diciembre del pasado año el juez instructor del caso Fernando Andreu diese por concluida la fase de investigación y dejase la puerta abierta al juicio oral al considerar que los hechos podrían ser constitutivos de un delito por parte de los 66 usuarios de las tarjetas.

Andreu estimaba así "indicios fundados de criminalidad", ya que éstas "no tenían como finalidad los gastos de representación o profesionales".

EL FROB, BANKIA Y FBA TAMBIÉN PIDEN CÁRCEL

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Bankia y BFA han solicitado a la Audiencia Nacional que condene a Rato a una pena de tres años de cárcel por emitir las tarjetas black y mantener "oculta" su existencia tanto a los órganos internos de sus entidades como a los auditores externos y el Banco de España.

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el FROB pide la mayor pena, que alcanza los cuatro años y nueve meses de cárcel, para Miguel Blesa, mientras que solicita dos años y nueve meses para quien fuera su número dos, Ildefonso Sánchez Barcoj.

Este organismo atribuye a Rato, Blesa y Sánchez Barcoj delitos de administración desleal y apropiación indebida, mientras que reclama penas, que oscilan entre los seis meses y los tres años de cárcel, para el resto de acusados por apropiación indebida en grado continuado.

Por su parte, Bankia y BFA reclaman cuatro años de cárcel para Blesa, tres años para su expresidente Rodrigo Rato y penas, que van desde los tres meses a los dos años de prisión, para el resto de procesados. En total, han pedido abrir juicio oral contra 55 imputados y considera a otros once responsables civiles.

TARJETAS PARA 'DISFRUTE PERSONAL Y FAMILIAR'

Las entidades y el FROB, que están personadas como acusaciones particulares en esta causa, denuncian que los antiguos miembros y directivos de Caja Madrid y Bankia utilizaron para su "disfrute personal y familiar" las tarjetas black, a las que cargaron gastos de "marisquerías de cuatro y cinco tenedores, comercios de lujo, hoteles de cinco estrellas o líneas aéreas en periodos vacacionales".

"Fueron utilizadas en restaurantes y bares, desplazamientos y viajes, hoteles, compras en grandes superficies, tiendas de ropa, alimentación, joyas, obras de arte, farmacia, equipos deportivos, enseres domésticos, libros", recoge Bankia, para añadir que 28 exconsejeros de Caja Madrid siguieron utilizando sus visas hasta ocho meses después de cesar en sus cargos.

En su escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso Europa Press, Bankia y BFA culpan a Blesa y Rato de "excederse" de las facultades que tenían atribuidas para emitir estas tarjetas al margen del circuito ordinario, "conscientes de que para ello no existía cobertura contractual ni estatutaria y manteniendo su existencia oculta a cualquier órgano de la entidad distinto a los propios beneficiarios así como al auditor externo y al Banco de España y permitiendo su contabilización de forma anómala".

Las tarjetas, que no formaban parte del sistema de retribución, tenían un límite que era "discrecionalmente" fijado por el presidente ejecutivo en función de quién fuera su beneficiario. "Los usuarios no tenían que justificar los importes dispuestos de ninguna forma", añaden.

Las entidades señalan que estas visas eran gestionadas por el departamento que dirigía el que fuera director financiero Ildefonso Sánchez Barcoj, quien "siguiendo las indicaciones que le impartían Blesa y Rato, transmitía a través de sus secretarias al departamento de tarjetas". En ocasiones, los plásticos fueron entregados por él mismo y, en otras, por el ex secretario general Enrique de la Torre.

Bankia, que critica que los gastos no eran declarados a Hacienda y tuvieron un "carácter personal completamente ajeno a sus funciones", solicita que Blesa pague una indemnización de 9,3 millones de euros, Rato abone otra de 2,6 millones y que Sánchez Barcoj responda por el perjuicio de 575.071 euros que provocó y de forma solidaria por el causado por el resto de usuarios, que alcanza los 11,4 millones.

En su escrito, la entidad desvela que conoció la existencia de estas visas a raíz de un "insólito" correo electrónico del ex secretario general de Caja Madrid Enrique de la Torre a su sucesor en el cargo, Jesús Rodrigo, que hablaba de unas tarjetas de representación que eran "black a efectos fiscales" y sobre las que tenía dudas de que la jefa de inspección las mantuviera.