Esta reacción de un hombre frente al acoso en el metro merece ser leída y compartida

Esta reacción de un hombre frente al acoso en el metro merece ser leída y compartida

A crowded subway carriage.Jon Hicks via Getty Images

Vincent Lahouze tuvo que enfrentarse a una indignante (y tristemente común) situación en el metro de Toulouse (Francia) el pasado jueves 21 de abril. Al tomar el metro como cada día, asistió a una escena de acoso y, tras dudar un poco, el joven de 28 años decidió intervenir para "dar la vuelta a la historia".

"De lejos, se podría haber pensado que era una pareja de jóvenes discutiendo", escribe Lahouze en un post titulado "Toi, j'vais te baiser" [A ti, a ti te voy a follar], en su blog "Artiste comptant pour rien" [Artista que no vale para nada]. "El hombre estaba a unos centímetros de la joven, con la mano en su puño, y parecía estar soltándole un largo monólogo para convencerla para quedarse", prosigue.

Eran las 18:45 en la línea A, estación Esquirol. Hora punta. Pero, aparentemente, al hombre en cuestión le daba igual.

"Seguramente era una historia de infidelidad. Eso es lo que creí, al principio. Pero había algo en la mirada del hombre que me hizo cambiar de opinión. Entonces me acerqué unos metros, discretamente. La joven tenía la cara girada hacia el cristal, como paralizada. Me acerqué un poco más para oír lo que el hombre, pegado a ella, le decía. ('A ti, a ti te voy a follar, sí, oh, sí, va a ser sexo sucio y te va a gustar, claro que sí, mmmm, así que escucha lo que te digo, putita, responde, zorra, sé que tienes ganas, lo he visto en tu mirada de perra en celo, no te tenías que haber puesto falda si no querías, sí, te voy a follar…'). Y la chica no decía nada, con la mirada fija en su reflejo, sin sonrisa, petrificada".

Vincent Lahouze cuenta que dudó si interrumpir o no ese momento convenciéndose de que no era asunto suyo.

"Sinceramente, es terrible la forma en el que el miedo nos paraliza en esas situaciones. Pero entonces me senté a su lado y, cruzando la mirada de la chica, le dije: '¡Hey, Camille! ¡Hace un montón que no te veía! ¿Qué tal todo, prima?', y, girándome hacia el hombre, con una gran sonrisa, comenté: 'Espero no molestar…' Estas palabras fueron suficientes para que la joven volviera en sí, se diera cuenta de lo que yo intentaba hacer y siguiera con la breve comedia familiar. Inmediatamente, el hombre retiró su mano de encima de ella, como si acabaran de cortar los hilos de su marioneta, como si acabara de quemarse por el contacto con la piel de la chica. Y, sin decir palabra, se levantó y salió del metro sin mirar hacia atrás".

Lahouze compartió la historia en Facebook, que, a su vez, ha sido compartida por más de 27.000 personas.

El autor de la publicación afirma que no escribió el texto para vanagloriarse. "Decidí contar los hechos porque me parece necesario no acallar este tipo de actos. Es un acto ciudadano banal que todo el mundo debería hacer, en lugar de girar la cabeza como si eso no fuera con ellos", explica a BuzzFeed.

Fiel lector de la página de Facebook Paye Ta Shnek, un proyecto feminista que recoge testimonios de acoso en las calles, Lahouze recomienda a todos esta web, asó como el Tumblr Projet Crocodile, que trata también sobre las agresiones y el acoso.

Por escandaloso que parezca, el 100% de los usuarios de transportes públicos en Francia ha vivido situaciones de acoso sexista o agresión sexual al menos una vez en la vida, según un informe del Alto Consejo francés para la Igualdad entre mujeres y hombres (HCEfh).

Este artículo fue publicado originalmente en la edición francesa de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano

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