El plan de Ciudadanos para las personas sin hogar
Hay un Madrid nocturno en el que no brillan los neones de los musicales ni suena la música electrónica de los grandes clubs. Unas 764 personas duermen al raso, según el último recuento del ayuntamiento, mientras que otras 1.141 sin hogar lo hacen en la red de albergues municipales o en centros de ONG.
Ciudadanos quiere que la Comunidad de Madrid encare esta situación desarrollando una estrategia “potente” de Housing First -un proyecto que se aplicó en Nueva York en la década de los noventa y que consiste en proporcionar un hogar a las personas sin techo y que no quieren ir a albergues-.
Por este motivo, Ciudadanos ha registrado en la Asamblea una proposición no de ley, que se debatirá este jueves. La principal medida que contempla es la puesta a disposición del programa de al menos 200 viviendas en los próximos tres años.
Según explica a El Huffington Post el portavoz autonómico de Políticas Sociales y Familia de Ciudadanos, Alberto Reyero, esta medida pretende la reinserción social de estas personas y la reconstrucción de sus vidas. Esto se conseguiría facilitándoles viviendas de la Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid -antiguo Ivima-.
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La idea es que estas personas tengan una vivienda, pero no estén todos juntos. “No crear guetos”, comenta el parlamentario naranja. Además, supone un “cambio de enfoque” a la hora de intentar solventar esta situación. Si tuviera algún tipo de ingreso el beneficiado, tendría que abonar un 30% del mismo para tener ese piso. En caso de no tenerlo, sería gratuito.
Para Ciudadanos, las políticas aplicadas hasta el momento han sido insuficientes porque se han orientado a gestionar el problema y paliar las consecuencias a corto plazo buscando un techo, pero no un hogar estable. El partido naranja dice que los resultados de la metodología Housing First son más altos que los de otros proyectos y cifra la tasa de retención de las viviendas en torno al 85-88%.
Una de las condiciones que se pondría, comenta el parlamentario, sería la obligatoriedad de que un trabajador social visitara a la persona una vez por semana. El proyecto sería gestionado a través de ONG y tendría un coste aproximado de unos 9 millones de euros. ¿Cómo se lograrían? Ciudadanos quiere aplicar el bono de impacto social para ello. Eso, explica Reyero, consistiría en una colaboración público-privada. Es decir, se buscarían inversores que lo quieran hacer por orientación social. La administración devolvería el dinero solo si el proyecto ha tenido éxito. En ese sentido, habría que buscar organizaciones de tipo filantrópico.
Este tipo de financiación, comenta Reyero, todavía no es habitual en España, pero tiene fuerza en países como Francia, Holanda, Alemania o Portugal.
