Por qué no se debe hacer el mismo ejercicio físico dos entrenamientos seguidos

Por qué no se debe hacer el mismo ejercicio físico dos entrenamientos seguidos

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Quizá conozcas a algún entusiasta del running que corre siete kilómetros cada mañana o a algún adicto a la zumba que lleva tres años sin perderse una clase, pero probablemente hayas oído también que la clave para estar en forma es variar los ejercicios. Y es cierto.

Según Donald Dengel, experto en fisiología del ejercicio de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), cualquier actividad física resulta por lo general beneficiosa, pero cambiar de ejercicio con frecuencia es lo que puede ayudar al cuerpo a sacar el máximo partido.

"Especializarse en un ejercicio completo no es la mejor manera de entrenar al cuerpo. La variedad es lo que queremos", explica Dengel al HuffPost. Aquí está el porqué:

CAMBIAR DE EJERCICIO CON FRECUENCIA ES MEJOR PARA LOS MÚSCULOS

Hacer la misma actividad todos los días aumenta las probabilidades de lesionarse, ya que se utilizan los mismos músculos constantemente. "Imagina el caso de un runner al que le duela la cadera o los tendones isquiotibiales después de correr seis días consecutivos. Al hacer el mismo entrenamiento, se arriesga a caer en el uso excesivo de un músculo o a acabar dañándolo", cuenta el doctor Michael Jonesco, experto en medicina deportiva del Centro Médico Wexner de la Universidad del Estado de Ohio (Estados Unidos).

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"Realizar una misma actividad muy repetitiva o ejercer demasiada presión sobre el cuerpo impedirá que éste se recupere de forma adecuada", prosigue Jonesco. Lo mejor es alternar los días de running con yoga o natación en vez de volver a salir a correr.

TAMBIÉN AYUDA A QUEMAR MÁS CALORÍAS

Durante el ejercicio, se suelen quemar tanto carbohidratos como grasas, ya que el cuerpo utiliza ambos como combustibles. Pero, según Dengel, al cambiar la rutina de ejercicio para centrarse más en uno de los dos, el cuerpo trabajará con más eficiencia. Las actividades físicas cortas e intensas —como pedalear a gran velocidad en una bicicleta estática— sirven para quemar carbohidratos, mientras que las actividades más prolongadas —como correr a una velocidad moderada— sirven para quemar grasas. Alternar estos dos tipos de ejercicios es la clave para que el cuerpo se recupere adecuadamente y para aumentar el rendimiento, como explica en su blog la entrenadora Jillian Michaels.

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Y MANTIENE ENTRETENIDOS EL CUERPO Y LA MENTE

"Si te aburres del entrenamiento que estás haciendo, debería sonar una alarma en tu cabeza para indicar que es hora de cambiar", comenta Tara Romeo, subdirectora deportiva del Centro de Rendimiento Atlético Profesional de Nueva York (Estados Unidos).

Hacer el mismo tipo de ejercicio día tras día no solo hace que el cuerpo deje de experimentar mejoras, sino que también aburre y consigue que se quiten las ganas de ir al gimnasio, porque no representa ningún desafío nuevo.

ENTONCES... ¿CÓMO —Y CON CUÁNTA FRECUENCIA— DEBERÍAS CAMBIAR DE EJERCICIO?

Romeo y los demás expertos consultados recomiendan cambiar totalmente la rutina de ejercicio cada cuatro o seis semanas, teniendo en cuenta que hay que alternar las actividades para no realizar la misma dos días consecutivos. Cambia la máquina de musculación por las pesas cuando estés haciendo entrenamiento de fuerza, por ejemplo, o cambia la bicicleta por la natación cuando hagas cardio. También puedes variar y pasar de correr cuesta arriba en la cinta a correr cuesta abajo al aire libre para trabajar músculos distintos, sugiere Dengel.

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Al cambiar de ejercicio, el cuerpo trabaja más por mantener el ritmo. En otras palabras, "se esfuerza más por adaptarse, ya sea mediante la creación de más células musculares, el fortalecimiento de las existentes o el reclutamiento de más unidades motoras musculares", aclara Jonesco. "El resultado final seguirá siendo el mismo: un mejor rendimiento y un cuerpo sano y feliz".

Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.