Cinco anécdotas que seguramente no conocías de Muhammad Ali

Cinco anécdotas que seguramente no conocías de Muhammad Ali

Muhammad Ali será recordado por su influencia tanto dentro como fuera del ring y por defender sus principios apasionadamente.

El boxeador, famoso por sus ganchos y su ingenio, parecía capaz de adaptar sus habilidades a cualquier situación: tan fácil se metía en problemas como salía de ellos.

La leyenda del boxeo murió la noche del pasado viernes 3 de junio a los 74 años, tras librar una dura batalla contra el párkinson.

En los próximos días serán muchas las anécdotas sobre su vida que circulen por los medios, como que se le daban muy bien los trucos de magia, que tenía raíces irlandesas o que sacó un álbum hablado titulado I am the greatest. Esta es la recopilación que ha hecho la edición estadounidense de The Huffington Post:

1. La Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos le pinchó el teléfono

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Según documentos desclasificados, la ANS escuchaba las conversaciones telefónicas internacionales de Muhammad Ali porque se oponía a la guerra de Vietnam y se negó a alistarse en el ejército.

Según publicó el Washington Post, unos documentos desclasificados que salieron a la luz en 2013 demostraban que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos tenía pinchado el teléfono a Muhammad Ali y a Martin Luther King Junior por su postura crítica con respecto a la guerra de Vietnam.

El informe de esos documentos sugiere que Ali fue vigilado cuando intentaba evitar que lo reclutaran. Entre 1966 y 1967, este peso pesado apeló a su estatus de reclutamiento diciendo: "No tengo nada contra los del Vietcong" y "Yo solo puedo luchar en las guerras declaradas por el propio Alá". Se le sentenció a cinco años de cárcel, aunque el Tribunal Supremo declaró a Ali objetor de conciencia en 1971.

2. Actuó en un musical de Broadway

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Ali aparece con su antiguo nombre, Cassius Clay, en el reparto del musical de Broadway 'Buck White'.

En 1969, cuando tenía prohibido boxear por negarse a ir a Vietnam, Ali se vio ahogado por las deudas. Se sacó algo de dinero acudiendo a universidades para hablar de la guerra y, como publica la revista Playbill, actuando en el musical de Broadway Buck White.

En la lista de reparto aparecía con el nombre que le pusieron al nacer, Cassius Clay, y su biografía dentro de la revista de teatro Playbill reza: "Ahora recurre a su condena a cinco años de cárcel y a la multa de 10.000 dólares que se le ha impuesto por negarse a alistarse en el ejército por motivos religiosos. El papel que ha aceptado se parece mucho a la vida que lleva fuera del escenario".

Ali cantaba casi todas las canciones del musical en el que interpretaba a un orador negro que dirigía un mitin organizado por un grupo político negro. No volvería a los escenarios después de que se anulara su condena.

3. Empezó a practicar boxeo para darle su merecido a un niño que le robó la bicicleta

Cassius Clay tenía 12 años cuando, en 1954, se preparaba para darle una lección al chico que le había robado la bicicleta en su ciudad natal, Louisville (Kentucky).

Fue ahí cuando un policía local le advirtió de que primero debería aprender a boxear. Unas semanas después de recibir el consejo del policía y con tan solo 40 kilos, Clay participó en su primer combate y experimentó su primera victoria, según el diario deportivo Bleacher Report. Para 1964 ya se había convertido en el campeón del mundo de los pesos pesados tras vencer a Sonny Liston.

Lo que se desconoce es si consiguió recuperar la bicicleta.

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4. Se rumorea que su medalla de oro olímpica yace en el fondo de un río

En 1960, el boxeador de 18 años viajó a Roma y ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.

Como publicaba el periódico The New York Times el pasado 4 de junio:

Por supuesto, tras los Juegos Olímpicos de Roma, unos cuantos periodistas siguieron a Clay a Louisville, donde le llamaban públicamente "el negro olímpico" y se negaban a atenderle en muchos restaurantes del centro. Ante uno de estos rechazos, lanzó la medalla de oro al río Ohio. Sin embargo, Clay, que más adelante sería conocido como Ali, contó varias versiones de la historia y, según Thomas Hayser —autor de la historia oral Muhammad Ali: His Life and Times [La vida de Muhammad Ali]—, el campeón de boxeo simplemente perdió la medalla.

Por suerte, consiguió una medalla de repuesto —además del apoyo de su comunidad— en 1996.

5. Logró que se liberara a 15 estadounidenses que estaban prisioneros en Irak

En noviembre de 1990, Muhammad Ali conoció al dictador iraquí Saddam Hussein en Bagdad en una "visita de buena voluntad" que hizo para intentar negociar la liberación de 15 estadounidenses que estaban prisioneros en Irak y en Kuwait.

Ali recibió muchas críticas, entre otras, de George H. W. Bush (presidente de Estados Unidos por aquel entonces) y del New York Times, que expresaron su preocupación por que Ali estuviera avivando las llamas de la propaganda. Sobre la enfermedad de Parkinson que sufría el boxeador el New York Times escribió lo siguiente:

Sin duda, la campaña más extraña de liberación de rehenes de los últimos tiempos ha sido la de Muhammad Ali, el ex campeón de los pesos pesados… a pesar de su incapacidad para hablar con claridad ha enlazado una reunión con otra en Bagdad.

Pese a todo, algo funcionó. Aunque se quedó sin medicación y tuvo que esperar más de una semana para poder hablar con Hussein, Ali fue capaz de llevar de vuelta a casa al grupo de 15 soldados que estaban prisioneros.

Así informaba de ello el New York Post:

La reunión de Muhammad y Saddam que se celebró el 29 de noviembre de 1990 estuvo abierta a los medios de comunicación. Ali esperó pacientemente mientras Saddam se alababa a sí mismo por haber tratado tan bien a los rehenes. Cuando vio la oportunidad, Ali le prometió a Saddam que llevaría a Estados Unidos una "visión veraz" de Irak.

"No voy a dejar que Muhammad Ali vuelva a Estados Unidos", respondió Saddam, "sin que le acompañen varios ciudadanos estadounidenses".

Y Ali consiguió llevarse a los 15.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.