La crispación entre Iglesias y Rivera estalla en el primer cara a cara

La crispación entre Iglesias y Rivera estalla en el primer cara a cara

Atresmedia

(Y tú más)². Este podría ser, a grandes rasgos, el resumen del primer cara a cara de la campaña electoral para los comicios del 26J. La crispación entre los candidatos de Podemos, Pablo Iglesias, y de Ciudadanos, Albert Rivera, ha subido el tono hasta en los asuntos más humanos, como la crisis de los refugiados.

Nada que ver con el anterior cara a cara en el mismo programa, celebrado durante la precampaña para las elecciones del 20 de diciembre en el bar Tío Cuco de Barcelona, en el que estuvieron de acuerdo en tantas cosas que Iglesias hasta bromeó diciendo: "Como esto siga así, nos presentamos juntos a las elecciones".

Y es que el escenario no era el mismo -el programa de este domingo se grabó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el pasado sábado, pocas horas antes de la final de la Champions entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid- ni tampoco la vestimenta: en esta ocasión Iglesias llevaba corbata.

Una prenda de la que solía prescindir incluso en ocasiones tan protocolarias como una audiencia real, y que ha decidido lucir más habitualmente en las últimas semanas.

"COSAS"

Rivera ha sido el primero en admitir ante el presentador del programa, Jordi Évole, que desde aquel primer debate hasta ahora han pasado "cosas", entre ellas las elecciones del 20D, el acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos para tratar de investir presidente al socialista Pedro Sánchez y le negativa de Iglesias a avalarlos.

Y mientras el líder de Podemos reprochaba al de C's ser una "suerte de agencia matrimonial" entre populares y socialistas, Rivera le tildaba de "intransigente".

El debate de este domingo ha tenido un tono marcadamente agrio, con encontronazos continuos: si Iglesias ha avisado en varias ocasiones a Rivera de que estaba "muy nervioso", el presidente de C's le ha llegado a decir al final del "duelo" que estaba echando "cal viva", en alusión a las polémicas palabras del líder de Podemos durante la investidura, recordando a los socialistas el pasado de los GAL.

Uno de los temas en los que la tensión ha sido más elevada ha sido Venezuela, después de que Rivera le emplazara a usar su "mano" con el chavismo para interceder ante el gobierno venezolano de Nicolás Maduro para que libere a los presos políticos como el opositor Leopoldo López.

Iglesias le ha respondido acusándole de ser "un ventrílocuo" del PP y de repetir las mismas consignas que el partido de Mariano Rajoy.

BRONCA POR LOS REFUGIADOS

Otro asunto sobre el que se han cruzado duros reproches ha sido el de los refugiados, un tema en el que a priori estaban de acuerdo a la hora de lamentar la pasividad del Gobierno español y de la Unión Europea y de reclamar medidas urgentes.

Sin embargo, Iglesias le ha preguntado por qué ha ido a visitar a los refugiados cuando hace tres años votó en el Parlamento catalán a favor de retirar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares, lo que ha irritado a Rivera, que le ha acusado de tener "una demagogia insultante".

"He estado con gente en mis brazos (...) No hagas demagogia con la muerte", ha clamado enfadado Rivera después de que Iglesias le reprochara que se hiciera "fotos" con refugiados cuando estaba defendiendo que la comunidad internacional bombardeara Siria.

"No te pongas nervioso", le ha solicitado Iglesias. "Me indignas", ha replicado Rivera, que ha añadido que "lo que es demagogia es hacerse fotos con (Alexis) Tsipras", que está llevando "a la ruina" a Grecia.

La tensión no se ha rebajado hablando de Economía cuando Pablo Iglesias ha recordado que si la reforma laboral del PSOE redujo de 45 a 33 días los días de indemnización, el PP los volvió a rebajar de 33 a 20 y C's quería reducirlos a ocho.

"Eso es falso", ha exclamado Rivera, que ha vuelto a pedir a Iglesias que se tranquilizara y no perdiera los nervios.

"Estoy tranquilísimo" respondía el líder de Podemos, si bien repreguntaba a Rivera cómo era posible que tuviera "tanta cara". "No insultes", se escuchaba por debajo al candidato de Ciudadanos.

Y así ha transcurrido el primer cara a cara de la campaña en el que el presentador, Jordi Évole, les ha llegado a preguntar a los participantes si de verdad querían continuar con ese tono, admitiendo, eso sí, que "televisivamente funciona".