El atacante de Orlando le dijo a la policía durante el asalto que tenía explosivos

El atacante de Orlando le dijo a la policía durante el asalto que tenía explosivos

EFE

El autor del ataque en una discoteca de Orlando (Florida), Omar Mateen, mató a 49 personas antes de ser abatido por las fuerzas de seguridad, según un nuevo balance confirmado este lunes por las autoridades locales y que cifra en más de medio centenar el número de heridos.

El Gobierno, la Policía, el FBI y la Fiscalía han expuesto este lunes ante los medios algunos de los detalles del tiroteo, registrado en la madrugada del sábado al domingo en la discoteca Pulse, de ambiente gay. Mateen portaba un fusil de asalto y una pistola, mientras que una tercera arma fue localizada en su coche.

El jefe de la Policía de Orlando, John Mina, ha explicado que el atacante se encerró en un baño con rehenes después del tiroteo inicial y llegó a hablar con negociadores. Lo hizo, según el relato policial, de forma "fría y calmada".

"En realidad no estaba pidiendo mucho" y las autoridades habían comenzado a cumplir con "la mayoría" de estas solicitudes, ha añadido Mina, sin entrar en detalles. Según ha explicado, durante las conversaciones se habló de "bombas y explosivos" y también se mencionó al grupo terrorista Estado Islámico, que ha asumido como propio el atentado.

LA INVESTIGACIÓN

Las fuerzas especiales intervinieron cuando la información recabada de los rehenes y del propio atacante hicieron temer a las autoridades una nueva acción "inminente", según informa la cadena NBC News.

Mateen acabó con la vida de 49 personas, 48 de las cuales ya han sido identificadas, según el alcalde de Orlando, Buddy Dyer. A este balance se suma que más de medio centenar de personas resultaron heridas, pero Dyer ha aplaudido la labor de los agentes y los equipos de emergencia que lograron salvar "cientos de vidas".

Las autoridades han recabado alrededor de un centenar de pistas con las que tratar de esclarecer el atentado y, según un portavoz del FBI, Paul Wyposal, "no se dejará ninguna piedra por remover". Mateen ya había llamado la atención del FBI en 2013 después de que compañeros de trabajo alertasen de unas declaraciones "incendiarias" sobre propaganda islamista.

El fiscal Lee Bentley III ha reconocido que la investigación aún está "en una fase inicial" y se trabaja "contrarreloj" para procesar "gran cantidad" de pruebas, tanto físicas como informáticas. Sin embargo, ha querido dejar claro que no existe ningún "peligro inminente" asociado al ataque, ya que Mateen actuó solo.