Francesc Homs: "Nadie está preparando el terreno para hacer un pacto"

Francesc Homs: "Nadie está preparando el terreno para hacer un pacto"

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A Francesc Homs (CDC) le gustan las campañas. Y en esta del 26-J está más contento, se siente más libre. En la anterior estaba más pendiente de lo que pasaba en Cataluña, en plenas negociaciones para formar Govern tras los comicios del 27-S y con la amenaza de tener que ir a otras elecciones autonómicas.

En estos comicios le hubiera gustado haber hecho una operación parecida a Junts pel Sí, una gran candidatura que agrupara a las principales formaciones independentistas. ERC no ha querido. Eso ha llevado a Homs (Vic, Barcelona, 1969) a hacer una campaña de reencuentro con los valores de Convergència. Su objetivo es trasladar que quieren de forma nítida la independencia, pero no de cualquier forma.

CDC encara estas elecciones con unos pronósticos menos favorables que el 20-D. La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) les coloca en cuarta posición en Cataluña, con entre 6 y 7 diputados, por debajo de En Comú Podem (14-15), ERC (9), y PSC (8). Detrás de ellos quedarían Ciudadanos (5) y PP (4).

Homs confía en que al final su fuerza será “decisiva” en las Cortes para la investidura, ya que España está abocada a una fragmentación parlamentaria en la que los bloques estarán muy empatados. Ante esta situación, al político catalán le sorprende sobremanera que a estas alturas “nadie está preparando el terreno para hacer un pacto”. Tiempo de mítines, de actos... y de carreras. Cuando puede, se monta en su bicicleta para coger aire y fuerzas para continuar la escalada en la que se ha convertido la política.

¿Cómo afronta la recta final de la campaña?

Siendo una campaña no prevista y sobrevenida, la verdad es que lo hacemos con optimismo porque todo parece indicar que vamos a ser decisivos en la configuración de las Cortes españolas.

El barómetro del CIS pronostica a su partido peores resultados que el 20-D, perdiendo uno o dos diputados. ¿Cómo llevan esa encuesta? ¿Y cómo la interpretan?

Se han publicado encuestas en este sentido y otras donde subimos. La única que cuenta al final es la del 26 de junio. Vamos a ser decisivos. Los líderes de los cuatro partidos principales han dicho que no estarían dispuestos a repetir elecciones. Todo indica que la suma será muy complicada de hacer, por lo que ahí una fuerza como la nuestra, con ganas de implicarse, tiene un gran recorrido.

¿Qué pronóstico hace para el 26-J? ¿Habrá sorpasso de Unidos Podemos al PSOE?

No lo sé. Lo de Unidos Podemos y el PSOE es una cuestión entre ellos. Me importa y me interesa relativamente, no es para mí lo más relevante. Tengo la sensación de que habrá una situación en la que ninguno de los bloques tendrá mayoría absoluta, un escenario parecido al que había después del 20 de diciembre.

Dice que su posición es determinante. ¿Qué prefiere? ¿Un Gobierno de Unidos Podemos y el PSOE o uno del PP y Ciudadanos?

Un Gobierno del PP no es bueno para Cataluña ni para España. A partir de ahí, he marcado quince condiciones para establecer una negociación sobre la investidura. Son públicas.

Vamos a ser decisivos

En esta legislatura nueva, ¿cuál es su principal misión en el Congreso? ¿Se podrá algún tipo de solución a la situación encallada de Cataluña?

Mi prioridad principal es la creación de ocupación. Trabajo, trabajo, trabajo. Esa es nuestra obsesión. En paralelo, está la cuestión política catalana, que es nuestra razón de ser. Tengo poca esperanza, por no decir nula, de que haya alguna propuesta por parte del sistema político español. He propuesto una cosa simple, sencilla, pero que nunca se ha hecho: una comisión de trabajo específica en las Cortes sobre la cuestión catalana y el referéndum para que pueda ser tratada de forma serena y sin prejuicios. Veremos si progresa, se puede constituir y cuál va a ser la posición de cada partido. En términos de método ofrece un camino que nunca ha sido explorado y podría ser interesante. Esto no obliga a nadie a renunciar a su posición.

La encuesta del CIS indica una subida de escaños de En Comú Podem, que defiende abiertamente la celebración de un referéndum en Cataluña. ¿Este ascenso puede facilitar que se convoque una consulta?

No, sinceramente. Si esto pasa, será por la presión del mundo independentista. Lo que hemos visto de En Comú Podem y de Podemos es que Pablo Iglesias dijo el pasado lunes que la cuestión del referéndum no era la línea roja. Es decir, que era una opción, pero que si podía haber otra, no la dejaría de contemplar. Ya se ve cuál es la firmeza en esta propuesta.

¿Cómo ve el fenómeno de En Común Podem, que cada día se agranda más y parece que puede ser la fuerza mayoritaria en Cataluña?

No lo veo así. Si uno es mayoritario con 15 sobre 47 diputados, yo me he perdido en algún ámbito. Lo que veo es que está habiendo un proceso de sustitución de En Comú Podem de lo que era el PSOE. Lo miro con respeto, pero me concierne poco. Hubo elecciones municipales hace un año, ya existían y no las ganaron en Cataluña. La primera fuerza municipal, y además de largo, es Convergència.

¿Por qué no llegaron a ir junto a ERC para este 26-J? ¿Lo hubiera preferido?

Yo lo propuse. Eso hay que preguntárselo a ERC, que no quiso.

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¿Cómo ha sido vivir esta brevísima legislatura de pactos fallidos? ¿Se han sentido arrinconados, como cuando el PSOE dijo que no aceptaría los votos de los independentistas?

Igual hemos estado arrinconados, pero lo que ha pasado en España es que se han convocado elecciones por la incapacidad de formar Gobierno. Alguien dice ‘ustedes no cuentan’, pero si contamos tan poco, cómo ha habido elecciones anticipadas. Si no hubiera habido la agenda catalana de por medio, estoy convencido de que habría existido Gobierno.

¿Habrá Gobierno pronto? ¿O nos queda mucha novela por leer?

Tengo la sensación de que estamos en un cambio de época y la impresión de que al sistema político español, a diferencia de la sociedad española, le cuesta leerlo y tiene una visión muy dramática de la situación política. La aproximación a la cuestión catalana no guarda proporción con lo que debería ser normal en un contexto del siglo XXI. Si en Cataluña hay una mayoría clarísima favorable a ser consultada, debería darse curso a ello con naturalidad. Por eso, propongo lo de la comisión. Debería ser natural y normal debatir las cosas. Habrá una época aún de convulsiones porque hay un cambio brutal. Quizá ahí Podemos, hay que reconocer, es una fuerza que intuye un poco más por dónde van las cosas, al menos en Cataluña. En otras cosas, creo que Podemos tiene un discurso que es antiguo, revolucionario de principios del siglo XX.

En la política española falta proyecto

No sé si habrá Gobierno, creo que al final lo habrá. En cualquier caso, será una situación de debilidad porque hay una cosa que tiene calado en la política española: falta proyecto. En Cataluña tenemos dificultades, pero hay proyecto. En España, ¿cuál es el proyecto que suma más allá de las ideologías? En Cataluña la cuestión de la independencia suma gente de todas las ideologías, incluso hay un pacto difícil de mantener entre gente tanta distinta como la CUP y CDC. Pero en España no existe, no está definido. Y cuando no lo hay, cuesta mucho que las partes de un sistema político hagan algún tipo de sacrificio. Me sorprende constatar que pasando una cosa que es una vergüenza europea, convocar otra vez elecciones, no veo a nadie con propuesta de enmienda. Me parece sorprendente esa falta de proyecto porque España es un gran país y debería tenerlo. Aspiro a que España le vayan bien las cosas, como a Francia. Si puedo ayudar, lo haré.

Si estuviera en Las Vegas apostando, ¿quién diría que va a ser el presidente del próximo Gobierno?

Ni puñetera idea. Es que no veo a nadie con voluntad de enmienda. Todo el mundo está en su posición y da la sensación de que a los que intentaron moverse un poquitín las encuestas les tumban. En cambio, sonríen a los que no se movieron. Eso es sintomático de una situación política, donde hay un doble discurso, una doble moral, donde se pide a la política capacidad de pacto y de priorizar el interés general, pero al mismo tiempo no hay estímulo para hacerlo. Se penaliza al que sale de la zona de confort. No hay voluntad de enmienda, nadie está preparando el terreno para hacer un pacto. Eso se tiene que hacer antes de unas elecciones. No veo a nadie haciendo cosas distintas. Yo he hecho el intento con mis quince condiciones.

Justo unas semanas antes de entrar en campaña, el Tribunal Supremo abría causa contra usted por su papel en la consulta del 9-N. ¿Cómo afronta el proceso judicial?

Con total serenidad. Es un proceso formalmente judicial, pero es político de hecho. Intentar poner en la cárcel a alguien por haber puesto urnas en un contexto de democracia es inaudito. Estoy absolutamente tranquilo porque lo que hicimos fue perfectamente correcto. Además, sé que si gana España, en Europa esta causa la voy a ganar.

HOMS RECOMIENDA…

Una película:Michael Collins, de Neil Jordan.

Un libro:Por qué fracasan los países, de Daron Acemoglu y James A. Robinson

Una serie de television:The young ones

Un músico:Raimon

Una escapada: Cualquier ruta en bicicleta por el monte

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