Rajoy, "en modo pausa"; el PSOE, "con la cabeza alta"

Rajoy, "en modo pausa"; el PSOE, "con la cabeza alta"

REUTERS / AFP

La necesidad de adoptar decisiones en materia económica y evitar terceras elecciones son dos argumentos de peso en el proceso abierto para que Mariano Rajoy consiga ser investido. Ambos son utilizados por Felipe González en una tribuna dirigida a su partido, pero también al actual presidente en funciones...

"Es bastante absurdo el debate sobre cómo se van a pronunciar el Partido Socialista o Ciudadanos o los demás si no se sabe que hay que hacer este pronunciamiento", ironiza el expresidente del Gobierno, que descarga toda la responsabilidad en un Mariano Rajoy que debe salir del "modo pausa" en el que se instaló tras el 20-D.

Felipe González cree que tiene margen, si además de dialogar pacta, para conformar un Gobierno con Ciudadanos y Coalición Canaria y sin el PSOE que, no obstante, debe asumir de manera responsable que no debe obstaculizarlo. ¿Cómo? González no lo dice, pero Enric Juliana en La Vanguardia cree que la primera posibilidad para alcanzar gobierno es "una abstención socialista orgullosa de sí misma, con la cabeza alta, en plan SPD alemán".

Con la cabeza gacha se presentó ayer Tony Blair tras conocerse las conclusiones del informe sobre la participación de Reino Unido en la guerra de Irak...

"La guerra privada de Blair", como la define esta mañana el Times porque el informe Chilcot concluye que "no fue inevitable". Para Polly Toynbee en el Guardian, "el epitafio de Blair se grabó ayer". Pero no estaba solo, como lo demuestra la foto de las Azores que recuerda en primera El Periódico.

Aznar, señala El País, pactó con él difundir que querían evitar el conflicto cuando, en realidad, destaca El Mundo, "presionó a Estados Unidos para que no retrasara la invasión", al no conseguirse una resolución favorable de la ONU a la intervención.

El tuit de esta mañana ilustra la frase periodística de "no dejes que la realidad te estropee un buen titular"...

The Economist publicó hace unos días un artículo en el que analizaba el mercado de diamantes y concluía que los jóvenes millenials no compran por motivos éticos. Las respuestas recogidas en la web han sido más prosaicas: "Porque no se comen"... "porque no se puede vivir en ellos"...  Sin dinero, no hay diamantes.