Cientos de españolas pedirán tampones a Canadá, más baratos que en el súper

Cientos de españolas pedirán tampones a Canadá, más baratos que en el súper

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Que el IVA de los tampones en Canadá sea del 0 % y en España del 10 %, el mismo que el caviar, es lo que ha llevado a más de 700 mujeres a unirse a una iniciativa para hacer un pedido conjunto al país norteamericano, y con ello concienciar de que no son productos de lujo sino de primera necesidad.

"Ya sangramos bastante, unámonos para que el Gobierno de España no nos sangre más", comienza el vídeo promocional de la campaña Tampons from Canada, que ha realizado 'pro bono' la agencia publicitaria La Despensa.

Hace un año que el parlamento de Canadá decidió, a instancias de la ciudadanía y de forma unánime, eliminar los impuestos a los productos de higiene íntima femenina.

En España, sin embargo, ni siquiera se ha conseguido reducir su tipo impositivo al superreducido, del 4 %, fijado para productos como medicamentos, pan o libros.

Y tampones, compresas, copas menstruales o protegeslips tienen un 10 % de IVA, llegando al 21 % otro tipo de productos de higiene femenina como los geles íntimos o las toallitas higiénicas.

Así que la agencia comenzó un proyecto "para protestar contra esta injusticia", que en principio remite a una campaña de recogida de firmas en Change.org, pero que no dudará en hacer el pedido si no consiguen 'que los partidos políticos se lo tomen un poco en serio', como explica a Efe el director creativo de La Despensa, Jorge Tabanera.

Querían "que la ciudadanía se movilizase" y ya son cientos las mujeres que se han inscrito en la propuesta y miles las que la han apoyado con su firma.

Porque la petición de Change.org, que se lanzó en las elecciones generales de diciembre, dirigida a los cabeza de lista de los principales partidos, ya cuenta con el apoyo de más de 126.000 personas.

"INCONGRUENCIA"

A la impulsora, la periodista Celia Blanco, le parece "una incongruencia" que no se consideren los tampones, compresas y copas menstruales como primera necesidad, porque supone "volver a colocarnos como ciudadanas de segunda".

Las normas comunitarias de la UE prohíben fijar un IVA al 0 %, pero en países como Reino Unido también ha bajado al máximo el gravamen a estos productos, y ahora con el Brexit incluso podrían suprimirlo del todo.

"Seguir considerando que las mujeres tenemos la regla porque así lo elegimos y tasarlo con un 10 % me parece pegarme un bofetón en la cara por ser mujer", denuncia Blanco.

"¿Un tampón?, ¿pero tú no sabes lo que cuestan para dejarte uno?. ¿Estás loca? Ponte papel higiénico y listo", dice jocosamente una mujer a otra en el vídeo de la campaña de Tampons from Canada.

Y es que para una familia con tres o cuatro mujeres de 12 a 50 años -algo habitual en muchos hogares españoles- el coste al año puede rondar los 200 euros, y si se suman condiciones como estar viviendo con un mínimo de prestación supone una cantidad importante de dinero para dicha familia.

Igual que en algunos sitios del mundo apartan a las mujeres cuando tienen la menstruación, Blanco ve esa misma exclusión 'de alguna manera cuando el IVA de los tampones es el mismo que el del caviar'.

La iniciativa pretende sobre todo meter la salud femenina -un tema tabú aún en nuestra sociedad- en la agenda política porque como subraya esta periodista 'no hay un solo político que sea capaz de hablar de menstruación en ningún sitio'.

Al fin y al cabo, dice Blanco, como pasa en otros estratos de la sociedad 'no están acostumbrados a hablar de la regla porque es algo de madres e hijas'.

El problema viene de concebir la menstruación como un estigma más que un acto natural, que no es sucio ni evitable.

'Un hombre elige afeitarse o no afeitarse, una mujer no elige no tener que dejar un reguerito de sangre a su paso", responde Blanco a las críticas de que hay muchos productos también necesarios y que no tienen el beneficio del IVA superreducido.

Es "una cuestión de que nos plantamos", dice Blanco parafraseando la campaña publicitaria lanzada la pasada semana, y de que 'exijamos a nuestros políticos que sepan realmente lo que es ser mujer en nuestro país'.

Y eso consiste en aceptar que la inmensa mayoría de las mujeres sangran una media de cuatro días al mes sin poder hacer nada para evitarlo más allá de esperar a la menopausia.