El atentado de Niza también ha tenido sus héroes
Cada atentado tiene sus gestos heroicos. Sean grandes o pequeños, tienen el mérito de curar un poquito las heridas todavía abiertas.
El tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel ha sido identificado como el conductor del camión que arrolló a las masas en Niza la noche del 14 de julio, matando a 84 personas e hiriendo a un centenar. Pero hubo gente que trató de evitar la tragedia:
INTENTARON PARAR EL CAMIÓN
Varias personas se agarraron a las puertas del camión para detenerlo, según cuentan varios testigos. Christian Estrosi, ex alcalde de Niza, contaba este viernes que una persona incluso saltó al camión y facilitó la intercepción de la policía.
ENCONTRÓ A UN BEBÉ
Una vez el asesino fue neutralizado, la gente se puso a buscar a sus allegados, a los que el pánico había separado. Una mujer pidió ayuda en Facebook para encontrar al bebé de ocho meses de una amiga. Su mensaje fue compartido más de 20.000 veces, hasta que una mujer intervino para aportar información fiable. El bebé fue encontrado sano y salvo.
ABRIERON SUS PUERTAS
Antes y después del atentado, el pánico invadió las calles de Niza. Muchos corrían por las calles, cuando la policía pidió a la gente que volviera a casa y protegiera a los niños. Un vendedor abrió las puertas de su restaurante para acoger al máximo número de personas. Les dio la opción de meterse en su sótano, pensando que los terroristas podrían llegar de un momento a otro.
SALVÓ A UNA NIÑA
Un joven contó la valentía de un amigo suyo, Armand. Al parecer, salvó a una niña a costa de arriesgar su vida. De hecho, él fue una de las víctimas. El autor de la publicación ha explicado a la edición francesa del HuffPost que ahora está de luto, y que prefería no hacer más declaraciones.
RETOMAN SU TRABAJO PARA SALVAR VIDAS
Los franceses también han querido felicitar al personal sanitario, héroes del día a día, que han atendido a los centenares de personas que llegaron en masa a las salas de urgencias de la ciudad y sus alrededores.
Sobre todo, alabamos la increíble valentía del personal del hospital de Niza y sus alrededores. Los héroes también son ellos.
Y mientras unos aplaudían a los héroes de la noche, otros se han acordado de los superhéroes que habrían hecho falta este 14 de julio...
En este tipo de situaciones me gustaría que existieran los superhéroes.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición francesa de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del francés por Marina Velasco
