'A-Z. Diccionario Ilustrado': Andrzej Tobis fotografía palabras por toda Polonia

'A-Z. Diccionario Ilustrado': Andrzej Tobis fotografía palabras por toda Polonia

Para que el fotógrafo y pintor polaco Andrzej Tobis iniciase en noviembre de 2006 un viaje, hoy aún sin terminar, por toda Polonia en busca de objetos que inmortalizar fue necesario que 52 años antes se editase el diccionario ilustrado alemán-polaco Bildwörterbuch Deutsch und Polnisch.

Ese libro publicado en la República Democrática Alemana en 1954 y que el artista localizó en una tienda por casualidad fue el germen de su proyecto De la A a la Z, una serie fotográfica en la que sustituye las ilustraciones de mediados del siglo XX por fotografías tomadas en la Polonia del XXI. En esta década de viajes, el autor ha realizado alrededor de 550 instantáneas —el libro original tiene más de mil entradas— que podrían servir para sustituir a los dibujos que en 1954 trataban de facilitar la comprensión del significado de las palabras alemanas traducidas al polaco, a veces con no demasiado acierto.

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Esos errores de interpretación se descubren en la exposición A-Z. Diccionario Ilustrado que trae el proyecto de Tobis por primera vez a España. Enmarcada dentro de PHotoEspaña 2016 y ubicada en el Museo Lázaro Galdiano, esta muestra incorpora en las 70 instantáneas la traducción de la palabra polaca al español. Un ejemplo de esos errores de traducción es la palabra tobogán, que en polaco la sustituyen por "deslizadero inclinado".

El motivo de la mayoría de esos errores está en la época en que fue realizado el diccionario. "Muchas de las ilustraciones obedecen a un momento y a una política determinada", explica Carlos Sánchez, Coordinador de la exposición. De ahí que en 1954 el concepto enfermería fuese ilustrado con una mujer y los trabajos fuera de casa llevasen a un hombre como protagonista. "Además está todo muy ordenado como en un sistema socialista donde todo está perfectamente delimitado, las funciones y capacidades de cada uno", continúa.

Viajar a esta época histórica fue uno de los puntos que más atrajo a Tobis para sumergirse en el proyecto. "Le gustó mucho la idea porque para él era reflejar parte de su niñez [nació en 1970 cuando aún no se había caído el muro de Berlín]. Le parecía muy interesante investigar ese pasado, cómo había sido Polonia. De hecho, los objetos fotografiados son elementos de cuando se hizo el diccionario", continúa.

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En De la A a la Z las fotos no tienen ningún tipo de manipulación. "No hay intervención. No coloca la escena ni la retoca después", explica Sánchez. Muchas de esas imágenes hoy expuestas fueron tomadas antes sin tener una palabra asignada, las inmortalizó por su fuerza y ya luego encontraría un término al que adaptarlas. Ésos son casos más excepcionales, lo normal es partir de una palabra y luego buscar es objeto al que fotografiar.

La exposición enseña una Polonia muy desconocida para el público general. "En España tenemos otra visión del país y aquí estás viendo elementos que remiten a los años 50, que están envejecidos, abandonados o que remiten a la iconografía socialista. Hay veces que me sugieren también nostalgia. Hay ironía, hay juegos, hay dobles sentidos... ", señala el responsable del museo.

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Andrzej Tobis, Piscina para los que no saben nadar, de la serie 'A-Z. Diccionario ilustrado', 2007

La colección debuta en España después de haber pasado otras ciudades europas como Berlín y Praga y muchos lugares de Polonia. La particularidad es que en este caso las fotos no se colocan por orden alfabético sino por orden temático. "Al ver la sala Andrzej decidió hacerlo así", cuenta Sánchez. Porque Tobis ha intervenido al 100% en la muestra. Desde la selección de fotografías hasta el orden de colocación, los marcos usados en cada una (hechos todos por un artesano polaco) o la tipografía de las palabras en castellano (la misma que la del diccionario original).

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La muestra puede verse desde distintas perspectivas. "Ofrece varias posibles lecturas, porque las imágenes en sí son tan potentes que te pueden gustar independientemente del trasfondo", explica. "Luego ya descubres por qué existe este proyecto y por qué se lleva a cabo y entras en un segundo nivel de lectura, más rico y más complejo", añade.

También se puede jugar a descubrir el objeto sobre el que quiere llamar la atención en cada imagen y tratar de ponerle nombre antes de leer el texto que la acompaña. Estas 12 fotos sirven para empezar con el experimento; el resto se pueden ver en Madrid hasta el 28 de agosto.