Saúl Craviotto bronce en el K-1 200 metros de piragüismo

Saúl Craviotto bronce en el K-1 200 metros de piragüismo

reuters

El piragüista Saúl Craviotto se colgó este sábado su segunda medalla en los Juegos Olímpicos de Río. El remero ha quedado tercero en la final de K-1 200 metros por detrás del británico Liam Heath, primero, y el francés Maxime Beaumont, plata. Craviotto compartió el bronce con el alemán Ronald Rauhe, que como el español terminó con un tiempo de 35.66 segundos.

El medallista de Lleida se impuso el jueves en la prueba de dobles (K-2 200 metros) junto a su compañero Cristian Toro Carballo. Tras este bronce la delegación española suma 12 medallas. Una hora más tarde, el cuarteto español formado por Óscar Carrera, Rodrigo Germade, Javier Hernanz e Íñigo Peña correrá en la final de K-4 1.000, que podrían dar la quinta medalla para España en piragüismo.

Con esta presea el ilerdense tiene ya cuatro metales olímpicos. Fue plata en esta misma prueba en Londres 2012, oro junto a Carlos Pérez Rial 'Perucho' en Pekín en K-2 500 y la reciente medalla dorada en K-2 200 junto a Cristian Toro.

De todos los éxitos conseguidos por la delegación española a golpa de remo, el bronce Craviotto es único. Las otras tres medallas han sido de oro han sido todas doradas, la cosechada el pasado jueves, la del balear Marcus Cooper Walz en C-1 200 metros y la de la vasca Maialen Chourraut en K-1 slalom en aguas bravas.

ÉXITOS TRANQUILOS

Catorce de los éxitos del piragüismo nacional provienen de la modalidad de aguas tranquilas, con cinco medallas del gallego David Cal -un oro y cuatro platas-, seguido de Saúl Craviotto, con cuatro y de Herminio Menéndez, con tres como máximos medallistas. Las dos preseas en aguas bravas tienen un nombre, Maialen Chourraut -oro en Río y bronce en Londres-.

El piragüismo español se estrenó en el medallero olímpico en el año 1976 en Montreal con la plata en K-4 1000 metros con el cuarteto formado por Herminio Menéndez, Luis Ramos Misione, José López Díaz Flor y José Estebal Celorrio.

Cuatro años después, en Moscú 1980, llegaron otras dos nuevas medallas para el piragüismo con la plata conseguida en K2 500 metros a manos de Herminio Menéndez y Guillermo del Riego, y el bronce en K2 1000 metros con Herminio Menéndez y Luis Ramos Misione.

En los Juegos de Los Ángeles 1984, Enrique Míguez y Narciso Suárez conseguían en C2 500 la cuarta medalla para el piragüismo español, que atravesó una sequía de metales hasta Atenas 2004 cuando surgió del deportista olímpico español más laureado.

En la capital griega, un joven palista de Cangas do Morrazo se erigía en el gran protagonista, con la consecución de dos medallas, un oro en C1 1000 y una plata en C1 500, mientras que en 2008 ganaría dos platas en esas distancias, cerrando su ciclo con otra plata más en C1 500 en Londres. En China, Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial se proclamarían campeones olímpicos en K2 500 metros, con el primero, en solitario en el K-1 200, ganando una plata más.