El PSOE se aferra al 'no' mientras aumenta la presión de PP y Ciudadanos

El PSOE se aferra al 'no' mientras aumenta la presión de PP y Ciudadanos

GTRES

Nada cambia: el PSOE va a votar que 'no' en la investidura a la que se someterá el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, el 30 y 31 de agosto. La posición de los socialistas es “clara y firme” y no va a variar un ápice por mucho que, a medida que pasan los días, se incremente la presión desde el PP y Ciudadanos para que el voto varíe del 'no' hacia la abstención.

“Desde el PSOE no tenemos ninguna previsión de cambiar de posición”, ha señalado por enésima vez la secretaria de Ciencia y Participación del PSOE, María González Veracruz, quien defiende que la postura de los socialistas es “absolutamente coherente” con sus principios y con su “palabra”: “Lo más irresponsable que podemos hacer es apoyar un Gobierno en el que no creemos”, ha dicho en en declaraciones a RNE.

En las filas socialistas no hay nadie, más allá del exlíderes como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero o Alfonso Guerra, que defienda de forma explícita favorecer un gobierno de Rajoy. Lo que sí hay, según la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, es un “enfado” entre muchos militantes “por la presión que se está ejerciendo sobre el Partido Socialista, en un momento en el que no le corresponde porque el jefe del Estado ha designado a Mariano Rajoy para que vaya a una sesión de investidura, y busque y logre los acuerdos necesarios, no sólo para salvar esa investidura, sino también para dotar de estabilidad al Gobierno”.

Parte de esa presión proviene de Ciudadanos. En plenas negociaciones de investidura con el PP, la formación naranja ha reclamado este martes a Pedro Sánchez que "deje de pensar en su carrera política" y "desbloquee" la situación política facilitando una investidura de Rajoy, ha señalado el secretario de Comunicación de la formación, Fernando de Páramo.

En Ciudadanos también imputan a Rajoy parte de la responsabilidad de que finalmente se forme o no Gobierno: "El que quiere ser presidente y necesita esos apoyos va a tener que esforzarse porque no le va a caer del cielo esa Presidencia", ha declarado De Páramo, apelando también a la "responsabilidad" del líder de los socialistas, quien no puede "seguir en el 'no'" porque así "habrá elecciones de forma permanente" en España.

SÁNCHEZ ES EL ÚNICO RESPONSABLE

En el PP no admiten medias tintas. El único responsable de que los españoles vayan por tercera vez a votar será, si finalmente se produce, Pedro Sánchez. La diputada en el Congreso Alicia Sánchez-Camacho, ha sido tajante al respecto: "Habrá [nuevas elecciones], si Sánchez las quiere", aunque "millones de españoles no quieren" unos nuevos comicios.

Para Sánchez-Camacho,"sería ridículo" y un "desastre" un escenario de nuevas elecciones: "Y parece que el único que quiere terceras elecciones es Sánchez", ha insistido.

“Nuestro 'no' es firme porque es un 'sí' al cambio”, ha zanjado la socialista María González Veracruz. Desde su punto de vista, el PSOE “'no puede ser cómplice de los recortes” del PP ni del “sufrimiento” que ha provocado en los ciudadanos. Mantener esa postura “no es mirar al partido”, sino “mirar al país”.

Los dardos vuelan en todos los sentidos, incluso desde el PSOE hacia Ciudadanos, ya que consideran “pobres” las condiciones de “regeneración'” exigidas por la formación naranja: “El PP no puede regenerar este país porque no se regenera ni a sí mismo”, ha señalado la socialista González Veracruz.

Entre tantos dimes y diretes, el PP y Ciudadanos siguen cerrando acuerdos dentro del pacto de investidura que pretenden alcanzar. Sobre la una de la madrugada de este martes han terminado de redactar la parte económica del pacto, que esta mañana revisarán antes de empezar a debatir las políticas sociales y educativas, las pensiones y la financiación del Estado del Bienestar.

Los asuntos más complicados quedarán para el final de la negociación, que concluirá el jueves o el viernes, de manera que los dos partidos decidan si los dejan fuera del pacto para firmar un acuerdo global.