"Estamos siendo tironeados desde la izquierda y la derecha con gran apoyo mediático"

"Estamos siendo tironeados desde la izquierda y la derecha con gran apoyo mediático"

SOFÍA MORO

Alberto Núñez Feijóo se llevó un disgusto al enterarse de que tenía que medirse con él, porque si alguien tiene posibilidades de configurar una alternativa es este doctor en economía. No es fácil hablar con un político que sabe de cifras y que expone ideas factibles para solucionar los problemas de la gente en tiempos de crisis. Xoaquín Fernández Leiceaga (Noia -A Coruña-, 1961), Xocas como le conoce todo el mundo en Galicia, tiene probada fama de dialogante y de no perder el tiempo en enfrentamientos estériles. El clásico ‘y tu más’ no encaja en su estilo.

Elegido candidato por la militancia del PSdG a la Xunta, está a lo que está, a lograr formar un gobierno progresista el próximo 25 de septiembre. Por eso, los ataques de Abel Caballero, alcalde de Vigo y aliado de Susana Díaz, que no aceptó el resultado de las primarias ante la merma de su poder y pretendía imponer a los suyos en la lista, no le inquietan más allá de que son munición para el PP y los rivales más a la izquierda, En Marea y Podemos, que aspiran a ocupar el espacio socialista.

Analizando la oportunidad del momento, charlamos con él en el puerto de Portosin (A Coruña) uno de los últimos días de este inaudito verano gallego tan insistentemente soleado.

-Tiene fama de ser muy dialogante. ¿Sería fácil que las opciones del cambio, si suman mayoría suficiente para ser una alternativa, llegasen a un acuerdo de Gobierno?

En Galicia eso es lo común. El PSOE siempre que ha gobernado aquí lo ha hecho en gobiernos de coalición con fuerzas diferentes, desde el centro gallegista a otras más a la izquierda o con el nacionalismo. Eso está normalizado. Seríamos capaces, sí. Por el perfil que tienen las mareas, se ve que apuestan por una fórmula que va a permitir algún tipo de colaboración con el partido socialista.

-¿Ha habido algún contacto previo?

No, no. Por ahora no. Entre otras razones porque este es un momento diferente, más de afirmar tu propio proyecto tanto para nosotros como para En Marea.

-¿Por qué la izquierda se empeña en ser tan fratricida? Se ve que no es exclusiva solo del partido socialista, ya que las Mareas y a Podemos también lo padecen.

Son formaciones políticas donde hay más democracia interna y los conflictos y las diferentes perspectivas se expresan de forma más pública y son más visibles. En el PP también hay, pero se ventilan los asuntos de forma interna. Es más un partido empresa que funciona con su consejo de administración y los demás trabajan. Y eso en la izquierda no funciona así.

-El paro y la corrupción llevan años como las principales preocupaciones de los españoles, según el CIS, pero luego esa preocupación no se refleja en las campañas ni en las acciones de gobierno.

No estoy muy seguro de que sea exactamente así. Lo que pasa es que la corrupción no tiene la misma percepción por parte del electorado conservador y el progresista, al que le importa mucho más. Una sombra de corrupción sobre un partido de izquierdas penaliza enormemente porque la limpieza en el manejo de los fondos públicos es esencial para esos electores. Sin embargo, en la derecha eso preocupa menos. Y en ese sentido la corrupción ha tenido un coste para el PP, pero sin duda menor del que debería tener. El asunto del desempleo sí que importa más. Sin embargo, hay una sensación de que depende menos del Gobierno y más de los ciclos económicos y de cómo vaya la economía mundial, y en ese sentido determina menos el voto aunque sea una preocupación. Nadie confía en que el gobierno sea capaz de resolver de verdad esto. Puede crear mejores condiciones, pero los efectos son siempre a medio plazo y tienen poca rentabilidad electoral.

Las Mareas apuestan por una fórmula que va a permitir colaborar con el partido socialista

- A pesar de que Rajoy ha agitado el miedo a que otros partidos agotaran el Fondo de reserva de las pensiones si gobernaban, la realidad es que va a ser el PP el que vacíe la famosa hucha. ¿Es consciente el votante gallego, que pertenece a una comunidad bastante envejecida, de que a la hucha solo le queda dinero para tres pagas extras?

Entre las cuatro principales preocupaciones de los gallegos está el futuro de las pensiones. Los pensionistas a partir de los 75, entre los que el PP tiene un caudal de votos notable, no están demasiados preocupados. Por debajo de esa franja, sí, porque su expectativa de vida es más alta y a medio plazo el futuro está puesto en cuestión por la gestión del PP. La hucha de las pensiones está creada para situaciones de dificultad, pero estamos viendo que esas situaciones son más permanentes y más estructurales, y por tanto es un instrumento insuficiente que hay que corregir.

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-Como economista, ¿qué propondría?

La propuesta que ha hecho Pedro Sánchez en la última campaña electoral van en la buena dirección, que es utilizar alguna figura tributaria para complementar los recursos del sistema de pensiones. Eso funciona así en otros países europeos, incluso en algunos de ellos se financian directamente con los impuestos de los ciudadanos, como en Dinamarca y otros países nórdicos. La mejor solución, pero hay que dar tiempo para que funcione, es ser capaz de generar empleo y que ese empleo sea de calidad y genere los recursos que se necesitan para sufragarlas. Pero, mientras tanto, es una respuesta adecuada.

-Vamos camino de un año sin gobierno de España, en funciones. ¿Nos lo podemos permitir?

Da la impresión de que sí. Hemos construido una democracia consolidada que trabaja con normalidad, pero la falta de un gobierno impide que se aborden reformas de calado. ¿Qué hacemos con las diputaciones?, ¿cómo reformamos el modelo territorial o el mercado de trabajo?

-Usted ha sido elegido por la militancia como candidato a la Xunta por 3.700 votos a favor frente a los 2.900 de José Luis Méndez. Aun con tan notable diferencia, los problemas con las listas, agitados por Abel Caballero, no cesan. ¿Qué solución hay?

El partido socialista tenía un funcionamiento clásico como partido socialdemócrata y se le ha incorporado un proceso de primarias para la elección de los candidatos. Pero este proceso de primarias tiene después un reflejo deficiente porque siguen funcionando los esquemas tradicionales. Sería necesario ajustarlo para que los candidatos elegidos en el proceso de primarias tuvieran un tipo de intervención en el proceso de confección de las listas desde el principio, porque si no vamos a generar mucha insatisfacción. La verdad es que no hay soluciones mágicas. El problema de las listas es que hay mucha gente que considera que, seguramente con razón, tiene méritos suficientes para ser diputados y los puestos disponibles son limitados. ¿Cómo se resuelve esto? Con cierto equilibrio, escuchando a mucha gente y después tomando decisiones.

-Qué necesidad tenía un profesor de economía aplicada, que ya había sido conselleiro de Hacienda y Patrimonio y portavoz en el parlamento, de volver a meterse en este embolado?

Necesidad ninguna, lo que pasa es que tengo una vocación política que no está completamente cumplida, y en ese sentido, esto era una oportunidad para mí. Por otra parte he hecho un análisis, que después veremos en las elecciones si era así o no, de que el PSdG necesita recuperar una buena parte de los votos que ha perdido en los últimos años por la izquierda y que yo podía contribuir a eso. Y eso es lo que me ha llevado a dar un paso adelante.

El PSOE siempre ha gobernado en Galicia en coalición

-La población en riesgo de pobreza ha aumentado en cuatro puntos en Galicia el último año. Hay un 20% de tasa de pobreza, una quinta parte de la población. ¿Qué planes tiene para revertir la situación?

Por una parte, dotar de más recursos a los instrumentos que ya existen pero que no permiten llegar a todas partes, como son las pensiones no contributivas que tiene la Xunta de Galicia, que son insuficientes. Los datos dicen hay una lista muy larga de espera y no llega. Me preocupa especialmente la pobreza infantil que en Galicia no es que sea un drama muy masivo, pero hay entre 35.000 o 40.000 hogares con niños en donde el nivel de pobreza es severo. Hay que hacer un plan especifico para garantizarle a esas familias que sus hijos van a tener acceso a los recursos básicos, y la mejor forma es dando autonomía en el gasto y, por lo tanto, con una ayuda estable no ligada a otra finalidad. Sería necesario llegar a cien millones de euros. Es un esfuerzo grande que compensa porque permite actuar sobre los niños en un momento en que van a definir su futuro. Por lo tanto, es una inversión.

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-¿Qué soluciona la caja finlandesa que Núñez Feijóo ha copiado del país escandinavo justo un mes antes de anunciar las fecha de las elecciones, compuesta por toallitas, jabones gallegas y un libro de poemas?

[Risas] El PP ha dicho siempre que una de sus grandes preocupaciones es la demografía represiva en Galicia. Fraga ya lo decía, pero Fraga al mismo tiempo convivió con un descenso de la tasa de fecundidad y el numero de nacimientos. A continuación, en la época en que gobernó el partido socialista con el Bloque, la recuperación demográfica fue muy intensa. A esto contribuyó que había una situación económica más positiva. En estos años, Feijóo vuelve a repetir que la recuperación de la natalidad es esencial, pero de los 23.000 nacimientos al año en el ultimo año del gobierno de Pérez Touriño pasamos a diecinueve mil y pico en 2015, que es la cifra mas baja de los últimos 50 años en Galicia. Y de una entrada neta de 18.000 personas en Galicia en 2008 pasamos a una expulsión neta de 3.000 personas en el ultimo año. Por tanto, el balance en términos demográficos es muy malo.

La caja finlandesa es un invento de marketing ligado a la cercanía de la convocatoria electoral. Es un regalo de bienvenida en materiales, pero no en dinero. Nadie va a tener hijos o va a dejar de tenerlos o los va a criar mejor porque le den unas cremas. Necesitamos una política más consistente. Sin que se clarifique la situación en el mercado de trabajo y haya empleos mas estables, la gente no se va a animar a tener hijos ni es posible captar población y evitar que los jóvenes se marchen. Por eso es preciso una política de conciliación de verdad, flexibilidad horaria, el teletrabajo, todas estas cosas que facilitan que la gente pueda tener hijos y a la vez trabajar. Y una auténtica política de guarderías y más ayudas. Francia tiene una fecundidad más alta de la que tuvo tradicionalmente, y en el norte también. Tenemos que importar estos modelos.

-¿Es posible crear empleo en Galicia?

Lo que es más preocupante en Galicia es la falta de creación de empleo. Desde el inicio de la crisis, que coincide con el Gobierno de Feijóo, hemos perdido 170.000 puestos de trabajo y el paro ha aumentado en 80.000 personas. La grave situación en la que estamos se mide por una caída del empleo más intensa que en el conjunto de España. Primero hay que revitalizar sectores económicos que son clave para nosotros y tienen gravísimos problemas, como el sector lácteo, que es el sostén de muchas zonas de Galicia. La desaparición de la cuota láctea y la situación del mercado de la leche en Europa y en el mundo ha puesto al borde de la quiebra a miles de explotaciones. La Xunta ha mirado para otro lado.

Estamos siendo tironeados desde la izquierda y la derecha con gran apoyo mediático

-El propio Feijóo reconoce que le ha sorprendido la situación.

Yo, desde la universidad, había organizado hace dos años un seminario para analizar esto y anunciamos que iba a haber muchos problemas. ¿Qué se puede hacer? A corto plazo se puede hacer cumplir la transparencia en toda la cadena láctea y mejorar la posición negociadora de los productores frente a la industria y de la industria frente a las grandes superficies. Pero hay que actuar sobre los costes de producción, facilitando que la producción sea más extensiva y menos dependiente de la compra en el exterior, porque sobre todo tenemos terreno que se puede utilizar para eso y hay mecanismos que el PP paralizó que estaban funcionando como el banco de tierras que prestaba terrenos a aquellos que lo necesitaban para producir forraje. También hay que ayudar a las explotaciones a que su producción genere más valor añadido para que se defiendan mejor. Hay granjas que han optado por una cadena de producción de helados que les está yendo muy bien o las denominaciones de origen en quesos. Y a medio plazo, la clave es tener capacidad de transformación en Galicia. Los principales operadores del mercado lácteo en Galicia son franceses y portugueses, y todavía no tenemos operadores de base gallega. No me importa de donde sea el capital siempre que tengan su base principal aquí.

-Y al sector pesquero, al naval o al de automóvil ¿cómo revitalizarlos?

Tenemos que volcarnos, porque el sector pesquero tiene recursos muy infrautilizados y los problemas en sectores industriales como el automóvil, con una gran deslocalización a Portugal, o el naval, tanto el de los astilleros de Vigo como el público en Ferrol, hay que reforzarlos. En especial impulsar a los trabajadores pero también debemos tener suelo industrial disponible en el entorno de las áreas urbanas, bien comunicado y a precio asequible. Necesitamos favorecer mucho mas la generación de innovación con una política de i+d+i consistente, pues se han reducido las ayudas en estos años y tenemos que ser capaces de atraer inversiones a Galicia. Tenemos una inmigración bien situada en algunos lugares que no ha sido explotada y a la que habría que convencer para que invirtiera más en Galicia para crear más empleo. A la vez hay que poner en marcha un programa de reinserción laboral, que ya tenemos perfilado, para parados de larga duración y jóvenes que no sea un parche sino para ayudarles a empezar.

-¿De dónde salen fondos para tanto?

Hay fondos europeos muy importantes que vienen a Galicia y en algún caso los estamos devolviendo porque no se usan. Sabemos que no vamos a poder hacer grandes cosas, porque las limitaciones fiscales son evidentes pero también se trata de establecer prioridades y una es la pobreza y otra la reinserción laboral de jóvenes y desempleados de larga duración, y después retoques en sanidad y educación. Eso es lo que vamos a hacer.

-Eres de los pocos barones que apoyan a Pedro Sánchez. ¿Qué es lo has visto en él? Realmente cuando llegó, algunos pensaban que no iba a durar ni dos telediarios pero ahí sigue contra todo pronóstico.

La mayoría en Galicia apoya a Pedro Sánchez y yo estoy en esa mayoría. Ha mostrado una gran determinación. Eso no se lo discute nadie. Y una capacidad de sobreponerse a circunstancias muy difíciles y esto era imprescindible para afrontar la etapa que él ha vivido en el partido socialista. En estos momentos, además, es el secretario general del partido y en ese sentido hay que apoyarlo de forma decidida pues estamos en una situación complicada, porque estamos siendo tironeados desde la izquierda y desde la derecha, con gran apoyo mediático desde las dos direcciones, y sobre todo con una fuerza que está tratando de ocupar nuestro espacio, a los que hay que frenar y eso pasa por reforzar al secretario general.

-Se le ocurre alguna manera?

Una muy buena sería ganar en Galicia.