El momento más loco de la historia de 'Pesadilla en la cocina'

El momento más loco de la historia de 'Pesadilla en la cocina'

ATRESMEDIA

Alberto Chicote es como Morgan Freeman en la película Como Dios, su misión es llegar a restaurantes que están más o menos en la ruina —casi siempre por culpa de sus dueños—, salvarlos de la quiebra y ganarse las alas.

En la última emisión de Pesadilla en la cocina (La Sexta), el cocinero madrileño visitó Ele, una especie de establecimiento situado en Utrecht (Países Bajos) en el que presuntamente se servía comida española. Chicote llegó al bar en una barcaza, ataviado con una boina de discutible gusto y más abrigado que un habitante de El Muro.

El primer contacto de Chicote con el Ele fue intenso, se sentó a disfrutar de los manjares de los que disponía el local y por lo que sea, el menú no le gustó demasiado: berenjenas rellenas de vete a saber qué, chorizos inflamables o una tortilla de patatas menos española que el chucrut.

El dueño del local no parece muy amante del trabajo, mientras el resto de su plantilla se deja la piel en salvar el restaurante, el hombre —una especie de Georgie Dann paraguayo con acento andaluz— se pone a tocar la guitarra poseído por El Duende y acompañado de unos cuantos rones con Coca-Cola. En ese momento, Alberto Chicote, preso de la ira, protagoniza uno de los momentos más locos de la historia del programa.

La cosa no quedó ahí, el dueño del local, que como el propio Chicote dijo "iba más ciego que un piojo", se despojó de su americana negra y se lanzó al canal —en el que no se veía el fondo— para recuperar su preciado instrumento. La cara de Alberto tras ver a ese hombre lanzarse al agua cual perrito a recoger su palo no tiene precio.

Tras ese bautismo de canal, el hombre se volvió a su casa, se cambió de ropa y llegó como una persona nueva a su restaurante. Chicote logró tocarle la patata con una charla de motivación y consiguió que el dueño empezase a preocuparse más por su negocio que por tener lleno el minibar. Una vez más, Chicote se volvió a ganar las alas.

Puedes ver el momentazo completo aquí:

El programa logró 1.9 millones de espectadores y un 11.4% de share.