Reino Unido obligará a sus empresas a hacer listas de sus trabajadores extranjeros

Reino Unido obligará a sus empresas a hacer listas de sus trabajadores extranjeros

AFP

La primera ministra británica, Theresa May, va dejando claro cómo van a ser las negociaciones para la salida de Reino Unido de la Unión Europea: "Duras". Además, por si había alguna duda, ha sentenciado que su Gobierno trabajará para conseguir que el país sea 'independiente'.

En su discurso de clausura del congreso anual del Partido Conservador en Birmingham, May ha dicho que es prematuro saber cuál será el resultado de las negociaciones con los países comunitarios, pero ha insistido en que serán "duras" y requerirán un "ceder y tomar". "Reino Unido es un país diferente" tras la votación en el referéndum del 23 de junio a favor de la salida de la UE -Brexit-, ha apuntado la jefa del Gobierno, quien, no obstante, ha afirmado que hará esfuerzos para que las empresas sigan comerciando con Europa.

De ahí que, con cuentagotas, eso sí, el Gobierno británico vaya avanzando varias ideas encaminadas, para empezar, a poner límites a la entrada de trabajadores extranjeros en su mercado laboral. Así, obligará a sus compañías a hacer listados que incluyan el nombre de sus empleados extranjeros para controlar qué parte de la plantilla representan, según informa The Times en su edición impresa.

Nos tenemos que asegurar de que la gente que viene cubre huecos en el mercado laboral, en lugar de quitar trabajos que pueden hacer los británicos

El anuncio lo ha hecho este martes la ministra del Interior, Amber Rudd, quien ha resumido el espíritu de la medida en una frase: "Nos tenemos que asegurar de que la gente que viene cubre huecos en el mercado laboral, en lugar de quitar trabajos que pueden hacer los británicos", ha dicho en el congreso del Partido Conservador en Birmingham.

Rudd ha explicado que se necesitarán límites adicionales a la contratación de extranjeros y a la entrada de estudiantes a fin de "cambiar la tendencia" de la opinión pública sobre inmigración a la vista del triunfo del Brexit. Ante el aluvión de críticas procedentes del sector empresarial y de partidos de la oposición, Rudd ha defendido estos planes y ha pedido que no se la tilde de "racista" por hablar de inmigración, en declaraciones a una emisora británica.

CRÍTICAS CONTINUADAS

El portavoz de Interior del Partido Laborista, Andy Burnham, ha atacado la propuesta al considerarla "divisoria, discriminatoria" y al crear "el riesgo" de generar "una verdadera hostilidad en los lugares de trabajo y en las comunidades". "Si el Gobierno sigue adelante con esta legislación en esta área, se enfrentará a la madre de todas las batallas", ha opinado.

Por su parte, la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, los líderes del Partido Verde, Caroline Lucas, junto con Jonathan Bartley y Leanne Wood, del Plaid Cymru, han calificado el enfoque hacia la inmigración de Ejecutivo conservador de "tóxico"

Sturgeon ha firmado una declaración conjunta en la que ha criticado la "retórica divisoria" del Partido Conservador a raíz del polémico discurso de Rudd.

En esa comparecencia, Rudd también ha prometido endurecer la normativa de los visados que solicitan estudiantes procedentes de fuera de la UE con el objetivo de reducir anualmente la migración neta de 327.000 a menos de 100.000 personas. Ha considerado que hasta la fecha, las compañías se están "saliendo con la suya" al no formar a suficientes trabajadores nacionales y ha abogado por endurecer el actual procedimiento que exige a las empresas anunciar sus vacantes en el Reino Unido durante 28 días antes de buscar personal fuera de la UE.

Según estas propuestas, que deben aún someterse a consulta, las compañías que contratan trabajadores de fuera de la UE han de demostrar antes sus esfuerzos por emplear preferentemente a personal británico y mostrar el impacto que el hecho de dar trabajo a candidatos extranjeros tendría en el mercado laboral local.