¿Por qué unos pedos huelen peor que otros?
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¿Por qué unos pedos huelen peor que otros?

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Si tu organismo es propenso a producir eructos malolientes después de comer, estás de enhorabuena, es un síntoma de buena salud.

Como han recogido en la edición británica de El Huffington Post, el gastroenterólogo Myron Marca, afirma que "el hedor no es malo, sólo es producto de lo que estás comiendo y de lo que producen tus bacterias dentro de tu tracto gastrointestinal".

El olor de las ventosidades de algunas personas es más fuerte que el de otras, y eso es totalmente normal. "El mal olor sólo significa que los carbohidratos que has consumido están siendo mal absorbidos por tu cuerpo y se están fermentando", afirma el doctor Marca.

"El producto final de esa fermentación que se produce en el tracto gastrointestinal es gas; es decir: dióxido de carbono, hidrógeno, o metano", afirma el doctor Brand desde el Centro de Gastroenterología de Connecticut (Estados Unidos). Además, añadió que "si comes sano, es más probable que tus pedos huelan mal".

La explicación es la siguiente: los alimentos ricos en fibra como el brócoli o el repollo ayudan a impulsar las bacterias del intestino y eso hace que se evacúen los gases. Algunos alimentos como la carne roja y la leche, tienen un alto contenido en azufre, lo que hace que el olor sea bastante desagradable.

Este estudio tiene malas noticias para las mujeres: sus pedos huelen peor debido a su organismo tiene una mayor concentración de azufre.

Si quieres que tus pedos huelan mejor, el doctor Marca te recomienda cambiar la dieta y comer más proteínas que hidratos de carbono. Una alimentación baja en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles también puede ayudar.

Cabe señalar que si —a pesar de llevar una dieta saludable— tus flatulencias huelen muy mal, deberías ir al médico y hacerte una revisión.

O también puedes invertir en unos pantalones vaqueros que eliminan el olor.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición británica de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Álvaro Palazón.

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