Decoración: 10 trucos para aportar un toque nórdico a tu casa

Decoración: 10 trucos para aportar un toque nórdico a tu casa

HOUZZ

El estilo nórdico lleva pisando fuerte en el mundo de la decoración desde hace unos años y parece que todavía tiene cuerda para rato. Hoy sigue siendo tendencia a la hora de decorar tanto casas particulares como locales comerciales, bares y restaurantes. A continuación resumimos lo más destacado de este estilo y damos 10 claves para obtener un look nórdico en casa

Pero antes de las pistas, un poco de historia. El estilo nórdico nació a principios del siglo XX y vino de la mano de los países del norte de Europa como Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Con el tiempo se ha ido introduciendo en el resto del continente hasta haberse convertido, en la actualidad, en la tendencia estrella en interiorismo. A lo largo de las décadas, este estilo se ha depurado, pasando de ser algo menos bucólico a más minimalista. Hoy, con su base funcional, bella, sencilla y natural, ha conseguido entrar en miles de hogares.

En sus países de origen, la mayor parte del año la luz natural es escasa y los inviernos son largos y duros, así que las características más esenciales de este estilo surgieron como una forma de contrarrestar esa falta de luz. De este modo, en sus ambientes predominan siempre los colores claros, tanto en paredes y suelos como en muebles. Por su parte, cojines, mantas, alfombras y otros textiles y pequeños accesorios son los encargados de aportar la nota de color necesaria.

Estos son sus pilares básicos.

1. LA NATURALEZA COMO PROTAGONISTA. Muchos materiales, texturas y motivos decorativos de este estilo provienen de la naturaleza. Para conseguirlo, hay que elegir muebles en madera natural, como abedul o haya, en colores claros para ayudar así a crear ambientes luminosos y relajados.

2. TELAS NATURALES. A la hora de buscar textiles para decorar las estancias, hay que inclinarse por telas que provengan de materiales de la naturaleza, como el algodón, el lino o la lana. En cuanto a sus colores o motivos, se puede dar un toque más personal. Una base en tonos claros admite color a la hora de elegir textiles y otros elementos decorativos. Los dibujos de flores, hojas y animales son perfectos para recrear el efecto que estamos buscando.

3. MOTIVOS GEOMÉTRICOS. Son muy empleados en el estilo nórdico, principalmente los creados en blanco y negro, pero también en cualquier otro color. Mantas, fundas nórdicas, textiles de cocina, alfombras e incluso en alguna ocasión las paredes pueden presentar esta estética regular y ordenada.

4. FORMAS SENCILLAS. En cuanto al corte de los muebles se busca la sencillez: líneas rectas y depuradas combinadas con suaves y sinuosas curvas. Nunca se debe sobrecargar los espacios con muebles, sino que hay que conseguir un espacio limpio y a su vez práctico y funcional.

5. VARIEDAD DE MATERIALES. El estilo nórdico ha experimentado cambios debido a las influencias de otros movimientos y latitudes. En los últimos tiempos ha ido incorporando nuevos materiales más allá de la madera, como el cobre o el latón, elementos que le dan un toque más actual y contemporáneo. Pero siempre deben aparecer en pequeñas dosis, a través de lámparas, porta velas, bandejas o jarrones. Otro material que combina muy bien con el cobre y la madera natural es el mármol de tono blanco. Un ejemplo de su empleo puede ser como un accesorio para la cocina, por ejemplo: una tabla de cortar.

6. ESTILOS COMBINADOS. Los ambientes nórdicos siempre admiten otras piezas decorativas y muebles de un aspecto vintage o industrial. De esta forma, se consigue que la decoración sea más personal y un ambiente más acogedor. Restaurar una antigua pieza de la familia para colocarla en algún rincón de la casa es una buena idea; o también pueden buscarse en mercados de antigüedades.

7. RECICLAR Y REUTILIZAR. La descontextualización de materiales o piezas es otra clave del estilo nórdico. Se trata de darle otro uso no habitual a alguna pieza o accesorio, por ejemplo, unas maletas de viaje convertidas en mesita de noche, unos palés utilizados como cabecero, escaleras como estanterías… Aquí la imaginación y la creatividad representan un papel importante. En este salón se ha transformado un palé en mesita de centro con asientos.

8. PIEZAS ICÓNICAS. Para aquellos que manejen un presupuesto generoso, muchos diseñadores pioneros de este estilo han creado piezas que se han convertido prácticamente en joyas, en iconos que todo amante de la decoración quisiera tener en su casa: la butaca Womb de Eero Saarinen, la silla CH24 de Hans J. Wegner o accesorios decorativos como el jarrón Savoy de Alvar Aalto, entre otros muchos.

9. HABITACIONES CON ESTILO. El papel pintado es, en muchas ocasiones, el protagonista de algunas de las paredes en un ambiente nórdico. Se puede colocaar en dormitorios infantiles para conseguir un toque más divertido, alegre y acogedor. También es frecuente verlo combinado con guirnaldas decorativas en dormitorios juveniles.

10. PLANTAS DE INTERIOR. Y como último apunte, se debe añadir un toque vegetal en la decoración de la casa, sobre todo en los baños. Una planta siempre otorga viveza, alegría y calidez a una estancia. El baño, una zona normalmente fría, se convierte así en un espacio más acogedor y cálido.