Rajoy, reelegido presidente gracias a la abstención de un resquebrajado PSOE

Rajoy, reelegido presidente gracias a la abstención de un resquebrajado PSOE

EFE

Y España ya tiene presidente. Mariano Rajoy ha logrado resistir dos elecciones y más de 300 días de inestabilidad política. El Pleno del Congreso le ha otorgado su confianza este sábado con 170 votos a favor, 68 abstenciones y 111 en contra.

A partir de esta jornada, se abre una nueva etapa política en el país que tendrá a un Gobierno del PP en minoría obligado a pactar con las otras formaciones para poder sacar adelante las leyes. El presidente del Gobierno ha apelado durante toda esta semana de investidura al “diálogo”. Pero también ha advertido de que su intención es agotar los cuatro años de legislatura y aprobar grandes reformas relacionadas con las pensiones, la educación y la financiación autonómicas.

Rajoy ha logrado vencer en la votación gracias al giro dado por el PSOE el pasado domingo aprobando la abstención en su Comité Federal. Los socialistas han llegado a esta sesión horas después de que el exsecretario general Pedro Sánchez renunciara a su acta para no votar en contra de la decisión de su partido, pero tampoco traicionar su promesa electoral del “no es no”.

Un PSOE resquebrajado, dividido, triste, que tenía la orden de abstenerse en bloque. Y que ha escuchado a lo largo de esta sesión durísimas críticas y acusaciones por parte de todos los partidos más a su izquierda en el Parlamento -Podemos, ERC, Compromis, Bildu-. Solo se han mantenido en el ‘no’ quince: los siete parlamentarios del PSC (Meritxell Batet, Manuel Cruz, Lídia Guinart, Marc Lamuà, Mercé Perea, Joan Ruiz y José Zaragoza) y los diputados Zaida Cantera, Odón Elorza, Rocío de Frutos, Sofía Hernanz, Luz Martínez Seijo, Pere Joan Pons, Margarita Robles y Susana Sumelzo. Otros compañeros como Adriana Lastra y María González Veracruz han utilizado la controvertida fórmula de “abstención por imperativo”.

EL GOBIERNO... PARA EL JUEVES

El país cuenta con presidente, ahora falta el Gobierno. Al término de la sesión, Rajoy ha avanzado que anunciará a sus ministros el próximo jueves por la tarde, quienes jurarán el viernes sus cargos. El líder del PP ha decidido darse unos días para formar ese Ejecutivo, que alumbrará en un momento muy diferente al de diciembre de 2011. Entonces hizo un gabinete austero, con pocos departamentos y enfocado en la gestión contra la crisis. El nuevo tiempo político puede obligar al presidente a escoger otro tipo de perfiles que sean capaces de negociar con el resto de fuerzas.

A las 18.36 horas subía al estrado Rajoy. Era la cuarta votación a la que se enfrentaba desde el pasado 26 de junio. Cosas de la vida. Ha sido el candidato al que más le ha costado lograr una investidura, pero paradójicamente ha sido el que ha vencido con menos votos en contra ( el récord lo tenía Felipe González con 116 ‘noes’ en 1982).

El popular ha vuelto a insistir en su oferta de la sesión del jueves de “ceder” y “corregir” aquello que sea razonable. No obstante, se ha mostrado este sábado más duro en lo que se refiere a la necesidad de estabilidad de su Gobierno. España “necesita”, ha aseverado, “algo más que una investidura, un Gobierno que esté en condiciones de gobernar”. Su mensaje: todos son “responsables” y les “compete”. “El voto de investidura no es un descargo de responsabilidad, sino un compromiso de futuro y para todos”, ha insistido. Una tras otra. “No podríamos sobrevivir a un Gobierno que no gobierne, sería ruinoso”, ha insistido.

Ha apelado a ese “diálogo” y al esfuerzo por llegar a pactos, pero ha avisado de que no es razonable gobernar sin presupuestos. Esta será la primera gran prueba de fuego del futuro Ejecutivo. “Negociar dentro de los límites que la realidad nos impone”, ha apostillado, a la vez que ha lanzado que no piensa llevar a cabo una “demolición” de sus políticas económicas para la recuperación y la creación de empleo.

“No tiene sentido retirar todas las reformas. Accedo al Gobierno para perseverar”, ha manifestado, y ha dejado una de las frases de esta sesión: “No pido la luna, pido un Gobierno previsible”. Rajoy sabía que lo tenía ya hecho. Tiene que buscar ya el nuevo capítulo. Parece difícil, pero en frente tiene a un débil PSOE sin líder que no parece en condiciones de romper pronto la baraja, hacer caer al futuro Ejecutivo e ir con buenas perspectivas a unas elecciones.

LA TRISTEZA DEL PSOE Y LA INDIGNACIÓN CON RUFIÁN

Los diputados del PSOE estaban incómodos, con caras largas, se miraban de reojo. Ha sido uno de los días más difíciles de la historia del socialismo. El portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, ha tenido que hacer otro papelón. El argumento ya se lo habíamos escuchado: por “responsabilidad”.

“Absteniéndonos lo que hacemos es evitar terceras elecciones, lo hacemos para que no se deslegitime más la democracia. Pero los ciudadanos saben que ni usted ni su proyecto cuentan con nuestra confianza, no es el presidente que España merece, pero mucho menos necesita terceras elecciones”, ha explicado.

Los socialistas exigirán responsabilidades desde este mismo lunes a Rajoy. No habrá cien días de cortesía, ha indicado Hernando, que ha mandado un mensaje también a Podemos de que no harán una oposición “vinagrera” y “fantasiosa” de Twitter y camisetas.

Pero los socialistas no iban a pasar solo ese mal trago en las menos de dos horas que ha durado esta última jornada de investidura. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha atizado al PP diciendo que esta sesión era un “epílogo”, pero principalmente ha intentado colocarse como líder de la oposición.

Según Iglesias, hoy se han sentado las bases para que “tarde o temprano” Podemos gane las elecciones. Ha reconocido que era un buen político Rajoy porque “resistió”, pero le ha acusado de ser "enormemente desleal" con el sistema político y de haber destrozado por dentro al PSOE.

Faltaban pocos minutos para que llegara el momento más tenso y duro para el PSOE. Gabriel Rufián (ERC) ha decidido atacarles al cuello y tacharles de traidores en un tono duro, despectivo, hiriente.

“Señor candidato Rajoy, Maese cuñado Rivera, Señora Susana Díaz Richelieu, Señor Felipe González X. Un saludo allá donde estén. Señores del PSOE iscariotes. Ustedes llevan cuarenta años dando una de cal y otra de arena, pero lo de hoy ya es demasiado. Demasiado para socialistas de corazón”, ha arrancado Rufián.

Tenía más balas el diputado de ERC: “¿No les da vergüenza que sólo les quede de izquierdas el sitio en el que se sientan en los consejos de administración de las eléctricas? ¿No les da vergüenza doblegarse a los designios de una cacique que gobierna la comunidad autónoma con una de las tasas de paro y fracaso escolar más altas de Europa?”.

Los diputados del PSOE se revolvían, algunos daban la espalda, otros gritaban como Eduardo Madina. Era la puntilla del día. Tras las intervenciones, Hernando ha pedido la palabra para contestar a Rufián y le espetaba que "gracias a la sangre, el sudor y las lágrimas" de socialistas podía estar él en el Congreso. Esta intervención era aplaudida por las bancadas del PSOE, Ciudadanos y PP.

El PSOE sale roto y dolido. La gestora solo podrá actuar contra seis de los rebeldes, pues siete son del PSC y dos independientes (Robles y Cantera). Ya está pasado este mal trago, pero todavía hay que resolver cuestiones como el congreso. El propio Sánchez ha pedido a la gestora esta mañana que tiene que poner fecha y lugar para este cónclave.

Nos queda mucho por ver, por vivir, por escuchar en esta nueva etapa política. En la calle mientras miles de personas clamaban contra la "mafia golpista". Algunos políticos les han acusado de tirarles objetos. Se han escuchado gritos como "PSOE-PP, la misma mierda es".

Ahora lo que sueñan muchos en el PP es que suene su teléfono de aquí al jueves y les ofrezcan un Ministerio. ¡Tengan el móvil cargado!