¿Por cuánto sale un entierro en España?
Costar, cuesta caro. Velatorio, ataúd, sepelio, incineración, coche fúnebre, flores, esquela… De media, unos 3.500 euros, que corren a cuenta del fallecido si, antes de morir, ha contratado un seguro. Si no, serán sus allegados quienes tendrán que correr con el gasto.
Cuenta la leyenda que, antes de morir, el escritor Oscar Wilde encargó la botella más cara de champán para hacer un último brindis. Cuando se le recordó que estaba arruinado, el genial irlandés dijo: “Me estoy muriendo por encima de mis posibilidades”.
La OCU ha concluido que para irse con cierta dignidad hay que tirar de cartera. Cuánto, depende de la ciudad. En Cuenca (2.261 euros), Tenerife (2.397 euros) o Las Palmas (2.662 euros) un entierro sale por la mitad que en Vigo o Ciudad Real y mucho menos que en Tarragona (5.323 euros) y Barcelona (6.441 euros), que en 2013 eran las ciudades con los precios más altos.
Las cremaciones, a un precio medio de 605 euros, sobrepasan ya el 50% en Madrid, el 50% en el conjunto de España, en datos de la Confederación de Consumidores y Usuarios de Madrid (CECU).
Poca oferta es igual a precios altos. Todavía hoy, 20 años después de la liberación del sector de las funerarias con la supresión de los monopolios municipales en 1996, la competencia es escasa. Desde esa fecha, en muchas ciudades se han ido instalando nuevas empresas privadas que ofertan sus servicios junto a las municipales. “Sin embargo, otras como Barcelona, Tarragona y Palma de Mallorca imponen unos requisitos tan difíciles de cumplir que ninguna empresa privada ha podido emprender la actividad y la funeraria participada por el ayuntamiento sigue operando en solitario, limitando la posibilidad de elección de los consumidores”, explican desde la OCU.
Lo más in en cuanto a muertes son los entierros de época. os puso en marcha el cementerio de Montjuic en Barcelona y cuestan 4.000 euros: carroza funeraria del siglo XIX tirada por caballos negros, altas chisteras entre los que portan el féretro. Incluso se retransmite el sepelio por Internet para quienes no pueden acudir en persona a la despedida.
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Según datos de la patronal de las compañías aseguradoras Unespa, casi 25 millones de españoles tienen contratado un seguro de muertos. Mejor no dejar nada, ni lo último, a la improvisación. Aún teniendo contratado un seguro de decesos, uno puede elegir la funeraria que más les convenga.
En el tanatorio el precio no suele bajar de los 620 euros. El coche fúnebre sale por 532 euros. En cuanto a los certificados y tasas, los gastos de gestión rondan los 145 euros de promedio, mientras que la tasa de inhumación asciende a unos 175 euros, según datos de la CECU.
El precio medio de un ataúd es de 750 euros, aunque varía mucho según modelo y calidades. Caoba, roble o ébano son los materiales que pueden disparar el precio. Más económicos, el pino y el haya.
Alquilar un nicho cuesta entre 900 y 1.800 euros por diez años, tras los cuales hay que buscar otro alojamiento para los restos.
Ramos, centros, cruces, coronas... Una corona ronda los 110 euros, una cruz de flores los 80 euros y un centro unos 69,90 euros. Los ramos varían muchísimo: desde 20 euros hasta lo que se esté dispuesto a pagar.
La publicación de una esquela en el periódico es una tradición que se resiste al cambio tecnológico pese a que la versión digital en páginas como Remémori o Esquelas.es cuesta solo 12 euros frente a los, como mínimo, 510 euros de hacerlo en papel.
Dar el último adiós a un ser querido, de acuerdo a los datos de la OCU y la CECU, también parece que es una cuestión de dinero.
