El Congreso se ahorra un 13% en gastos respecto a 2015

El Congreso se ahorra un 13% en gastos respecto a 2015

GTRES

El Congreso se aprieta el cinturón. Las cuentas de la Cámara baja, que este martes se presentarán en el pleno, reflejan que, de lo presupuestado para 2015 se ahorró un 13,27%, es decir, 11,18 millones de los 84,24 inicialmente previstos.

No es la primera vez que la Cámara baja obtiene un importante superávit presupuestario, ya que al cierre del ejercicio de 2014 acumulaba ya un fondo de remanentes de 87,2 millones de euros, una cantidad equivalente a su presupuesto para todo un año.

Para 2015, el Congreso aprobó un presupuesto global de 84,2 millones de euros, lo que supuso un incremento del 0,3% con respecto al año anterior, aunque comparado con el presupuesto de 2009 experimentó un descenso acumulado del 17,91%.

Las cuentas contemplaron además la congelación de las retribuciones de los diputados por séptimo año consecutivo. En el informe de ejecución que se presentará este martes ante el pleno del Congreso, destaca el gasto en las retribuciones de los diputados y altos cargos, que alcanzaron los 17,89 millones de euros, aproximadamente un 5% menos de lo presupuestado.

Ahorro superior que se observa en el conjunto de gastos de personal del Congreso, que alcanzaron los 33,09 millones, un 7% menos de lo planificado. Los viajes de los diputados es otro de los apartados en los que el Congreso gastó mucho menos de lo previsto. En total, la Cámara abonó billetes de avión y tren por 4,09 millones de euros, bastante menos de los 6,75 millones presupuestados inicialmente, lo que supone un ahorro para las arcas públicas de más de 2,6 millones.

Una cantidad mucho más modesta que la factura de los servicios de taxi para los diputados y las tarjetas de aparcamiento en los aeropuertos y de transporte para los miembros de la Mesa.

SÓLO 47 RENUNCIAN A LA TARJETA TAXI

En taxis, el Congreso gastó el año pasado 829.178 euros, 45.000 menos, mientras que en tarjetas de aparcamiento en aeropuertos abonó 114.686 euros, un 35% menos de lo previsto.

Sólo 47 diputados del Congreso, 41 de ellos de Unidos Podemos, han renunciado a la tarjeta personalizada por valor de hasta 3.000 euros al año que la Cámara pone a disposición de los parlamentarios para desplazarse en taxi en el ámbito de la Comunidad de Madrid.

El coste de estas tarjetas no supone una cantidad fija ya que su uso es finalista y el Congreso sólo abona los viajes que el parlamentario realice efectivamente. Lo que está fijado es el precio máximo por diputado, 3.000 euros al año, lo que supone una media de 250 euros al mes. Si todos los que no han renunciado a la tarjeta agotaran su consumo, el Congreso tendría que pagar este año 906.000 euros.

Según los datos del Congreso a 4 de noviembre de 2016, un total de 302 parlamentarios solicitaron la tarjeta al llegar a la Cámara, lo que supone el 86,2% del Pleno. Entre ellos figuran los 32 de Ciudadanos, los nueve deERC, los cinco del PNV y los 19 que conforman el Grupo Mixto. De los 134 diputados del PP, sólo cuatro no la han reclamado, mientras que de los 83 del PSOE --son 84 pero Pedro Sánchez aún no tenía sustituto en esa fecha-- no lo han hecho dos.

De los 67 parlamentarios que forman parte de Unidos Podemos, más de la mitad, en concreto 41, han desechado esa tarjeta frente a los 26 que sí la han solicitado, aunque se desconoce si pertenecen a Podemos e Izquierda Unida, que suman 45 diputados, a En Comú (12), a En Marea (5) o a Podemos/EUPV (5).

Aunque la Cámara no revela los nombres de quiénes la han pedido, la dirección nacional de Podemos acordó el pasado enero que todos sus parlamentarios debían renunciar a la citada tarjeta, salvo los diputados que procedan de las Islas Canarias y Baleares, que actualmente son cinco.

No acaba aquí la partida en gastos de locomoción, ya que en 2015, el Congreso pagó 409.019 euros en gastos de kilometraje de los diputados, 90.000 euros menos.

SÓLO 5 RENUNCIAN AL MÓVIL Y 11, A LA TABLETA

Ahorros también en las comunicaciones de telefonía fija y móvil, en las que se abonaron facturas por 450.255 euros, cuando se presupuestaron 600.000, mientras que el descuento en las líneas de acceso a internet fue aún mayor, cercano al 50%, con un gasto anual de 208.156 euros.

Al recoger su acta, el Congreso ofrece a los diputados un 'kit tecnológico' conformado por un móvil, una tableta y una línea ADSL en su domicilio, útiles de trabajo que deben devolver al término de la legislatura, aunque también tienen la opción de poder quedárselos si a cambio abonan la cantidad que por ellos establezca en cada caso la Mesa de la Cámara.

La mayoría de los móviles y las tabletas electrónicas que están actualmente en poder de los parlamentarios son los mismos que el Congreso repartió la pasada legislatura, puesto que, al durar sólo cinco meses, el órgano de gobierno de la Cámara decidió entonces que conservaran esos dispositivos hasta confirmar si repetirían o no en el escaño.

Un total de 344 diputados pidió el móvil --y la correspondiente línea corporativa--, por lo que sólo cinco, cuatro del PP y uno del PSOE, declinaron solicitarlo. También el grueso de los parlamentarios pidió la tableta tipo iPad que les ofreció el Congreso al inicio de la pasada legislatura, en concreto 338. En este caso, cuatro renunciaron expresamente a ella (dos del PP, uno del PSOE y uno de Unidos Podemos) y siete no llegaron siquiera a recogerla (cinco del PP, uno de Unidos Podemos y otro de Ciudadanos).

Respecto a la línea ADSL, según los datos que ya se adelantaron en su día a Europa Press, el Congreso sólo paga la conexión a Internet en sus domicilios a una quinta parte de los diputados, es decir, a 69 diputados, cuando hace un año se lo costeaba a la mitad de la Cámara

El cambio se debe fundamentalmente a que los 67 parlamentarios de Unidos Podemos y los 32 Ciudadanos han renunciado en bloque a que se les preste este servicio. Por su parte, en el PP han declinado la conexión a Internet 95 de sus 134 parlamentarios, mientras que en el PSOE lo han hecho 60 de sus 84 diputados.

En ERC, dos de los nueve miembros del grupo han aceptado que la Cámara Baja se haga cargo del pago de Internet en su casa, en el PNV dos de los cinco diputados lo mantienen y en el Grupo Mixto, que cuenta con 16 diputados de siete partidos (Convergencia, Compromís, Bildu, UPN, CC, Foro y NC), sólo tres de sus miembros han dicho 'no' a la oferta del Congreso, si bien no se especifica la formación a la que pertenecen.

La mayoría de los móviles y las tabletas electrónicas que están actualmente en poder de los parlamentarios son los mismos que el Congreso repartió la pasada legislatura, puesto que, al durar sólo cinco meses, el órgano de gobierno de la Cámara decidió entonces que conservaran esos dispositivos hasta confirmar si repetirían o no en el escaño.

Tras las elecciones del 26 de junio hubo 43 parlamentarios que no mantuvieron su escaño en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, de los que 33 devolvieron su móvil y cinco optaron por quedárselo pagando los 696,29 euros en que se valoró ese terminal --de apenas medio año de uso--. En el caso de las tabletas, la devolvieron 36 y sólo dos decidieron mantenerla pero, eso sí, abonando 702,31 euros. En total, la Cámara recaudó cerca de 5.000 euros.

SÓLO SUBE UN CONCEPTO

Hay dos partidas que apenas tuvieron variaciones, la destinada a subvenciones para los grupos parlamentarios, por un monto total de 9,3 millones de euros, y la subvención para el servicio de cafetería del Congreso, de 927.597 euros anuales.

Prácticamente en todo el informe de ejecución del presupuesto de 2015 sólo hay un concepto por el que el Congreso gastó más de lo previsto, y fue en el 'contrato fotográfico', en "actos extraordinarios" y en las Jornadas de Puertas Abiertas, con una factura global de 74.222 euros, un 27% más.