Mike Pence encabeza la marcha anual contra el aborto en Washington

Mike Pence encabeza la marcha anual contra el aborto en Washington

AFP

El ultraconservador Mike Pence se ha convertido este viernes en el primer vicepresidente de EEUU en el cargo que encabeza la llamada "Marcha por la Vida" que cada año recorre Washington con un mensaje de rechazo frontal al aborto.

Pence ha pronunciado el discurso principal de la convocatoria, en la que miles de personas han marchado desde el obelisco del Monumento a Washington hasta el Tribunal Supremo, por el centro monumental de la capital estadounidense.

"La vida está ganando de nuevo en América", dijo el vicepresidente en su discurso, muy cerca del lugar en el que Donald Trump tomó posesión como presidente hace sólo algunos días. Pence ha exclamado que este viernes "es el mejor día para la Marcha por la Vida que yo haya visto", después de repasar con regocijo "la elección de mayorías pro-vida en el Congreso", la nominación de una Corte Suprema antiabortista y la orden firmada por Trump para quitar la financiación federal a las organizaciones que promueven el aborto.

También han participado en la manifestación la consejera presidencial Kellyanne Conway, los legisladores republicanos Chris Smith, Joni Ernst, y Mia Love, así como el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Michael Dolan y la actriz mexicana de telenovelas Karyme Lozano.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha intervenido por teléfono, según la cadena CBS, aunque en la agenda oficial enviada a la prensa no consta esa llamada. El presidente de Estados Unidos sí comunicado a través de Twitter su "pleno respaldo" a la celebración de la marcha. "La Marcha por la Vida es importantísima. A todas aquellas que vais a manifestaros... ¡tenéis mi pleno apoyo!", ha escrito Trump.

Otros presidentes republicanos, como Ronald Reagan (1981-1989) y George W. Bush (2001-2009), participaron con un mensaje no presencial en esta Marcha, que celebra este año su 44ª edición.

Los antiabortistas confían en que la convocatoria de este viernes "sea muy especial" porque, tras ocho años de Gobierno demócrata, "por fin" tienen de nuevo una Casa Blanca que está en sintonía con sus convicciones.

"Ahora sí tenemos un Gobierno que nos escucha y nos defiende. Las políticas de (el anterior presidente de Estados Unidos) Barack Obama fueron terribles", explica a Efe Sarah, una joven que irá a la marcha con sus amigas del grupo de jóvenes de su iglesia.

Una de las primeras órdenes ejecutivas que firmó Trump como presidente, el pasado lunes, prohíbe el uso de fondos del Gobierno para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero, una política republicana que data de la década de 1980 y que Obama había cancelado.

Trump se esforzó en su campaña por despejar cualquier duda sobre su posición sobre el aborto, tras la apertura que mostró en el pasado, y logró pacificar a este sector prometiendo nominar jueces contrarios al aborto para el Tribunal Supremo y eligiendo a Pence como vicepresidente.

Pence es la garantía para los republicanos más conservadores en temas sociales (aborto, matrimonio entre homosexuales): le avala su historial como congresista y como gobernador de Indiana (2013-2017).

En la Cámara de Representantes encabezó el tipo de batallas que exaltan a ese sector y, como gobernador, firmó una ley criticada por permitir la negación de servicios a homosexuales por motivos religiosos y otra que prohíbe abortar por la discapacidad, raza o género del feto.

Trump, en una entrevista el miércoles con la cadena ABC, pronosticó que hoy habrá "una gran multitud" de manifestantes antiabortistas e incluso dijo que quizás "sería mayor" que la multitudinaria "Marcha de las Mujeres" del pasado sábado en Washington, que congregó a más de medio millón de personas.

Entre las múltiples reivindicaciones progresistas de esa convocatoria, que reunió a millones de personas en EEUU y el resto del mundo, estaba garantizar los derechos reproductivos de las mujeres.