Dejad de especular sobre Barron Trump

Dejad de especular sobre Barron Trump

CARLOS BARRIA / REUTERS

"Este niño me da miedo".

"¿Estará prestando atención?"

"He oído rumores de que es autista... puede ser".

"No suelo decir nada malo de los niños… pero me da mal rollo".

"Por supuesto que es autista".

Como cualquier día de la semana, en Internet ha triunfado el juego de "especular a lo loco sobre cosas de las que, en realidad, no tenemos ni idea". Esta vez, el juego consiste en saber si Barron Trump padece autismo o no.

¿En qué se basan estas especulaciones? Bueno, es raro, ¿a que sí? Es diferente. Si nos basamos en la percepción que tenemos de lo que es normal, él no lo es. Y aquí es donde aparece Internet porque ¿quién necesita un diagnóstico profesional o un profundo conocimiento de la afección neurológica cuando podemos ver con nuestros propios ojos que este niño es claramente autista?

Las cuatro primeras frases de este artículo son de un hilo de comentarios de Facebook y, ahora mismo, lo más probable es que estén publicando mil comentarios similares más. Nos basta echar un vistazo rápido para descubrir que las personas que especulan sobre el supuesto autismo que padece Barron comparan la enfermedad con "dar mal rollo". Otras descripciones que he leído incluyen las palabras "mirada perdida" y "aspecto de asesino en serie".

Comencemos diciendo que, en un mundo ideal, deberíamos dejar en paz a Barron Trump porque es un niño. Un niño de 10 años que no pidió ser el hijo de Donald Trump ni aparecer en las televisiones de medio mundo. Hay personas que opinan que "si la gente fue racista con Sasha y Malia, ¿por qué deberíamos dejar en paz a Barron?". De hecho, la madre de Sasha y Malia fue la que dijo "Cuando se rebajen, nosotros no nos pondremos a su nivel, estaremos por encima de ellos". Si sigues la estrategia de pagar con la misma moneda a los racistas, entonces deberías replantearte la vida y tus capacidades de toma de decisiones.

¿Cuántos de los que habéis diagnosticado rápidamente a Barron sabéis algo del espectro autista? ¿Cuántos sabéis de verdad lo que es el síndrome de Asperger o el autismo?

Pero resulta igual de preocupante que las personas crean que tienen derecho a especular sobre si alguien tiene una discapacidad o no. Las especulaciones y el comportamiento discriminatorio no sólo perjudican a Barron Trump, sino que también perjudican a todas las personas que padecen autismo. Al especular, se cumple el deseo que la sociedad tiene de etiquetar todo lo que no se corresponde estrictamente con la normalidad. Así se señala a todo el mundo que padece la enfermedad. Si te unes a las especulaciones, estarás dejando claro que crees que las personas con autismo pueden ser objetos de burla y de ataque.

Todas las palabras que se emplean para diagnosticar a Barron Trump también se aplican a las personas que tienen autismo. Todas esas palabras ayudan a perpetuar los estereotipos equivocados.

Imagina que sigues con esta práctica en la vida real. Imagina que abres las fotos de Facebook de tus amigos y comentas "Tu hijo me da mal rollo, ¿igual tiene autismo?". Si no se lo harías a alguien que conoces (espero de verdad que no lo hagas), ¿por qué crees que tienes el derecho a hacérselo a Barron Trump?

Seamos sinceros: ¿cuántos de los que habéis diagnosticado rápidamente a Barron sabéis algo del espectro autista? ¿Cuántos de vosotros sabéis de verdad lo que es el síndrome de Asperger o el autismo? En caso de que os hayáis dado cuenta de que no sabéis lo que es, esto os puede servir de ayuda. Un diagnóstico profesional de un trastorno del espectro autista sólo lo pueden realizar profesionales cualificados: psicólogos que han pasado el tiempo suficiente con el paciente antes de hacer un diagnóstico.

Además, cualquier ser humano —sí, hasta el hijo de Donald Trump— tiene derecho a la privacidad. Barron tiene derecho a mantener en privado si es autista o si no lo es. Intentar obtener una confesión de la familia Trump no beneficia a nadie y supone una violación de ese derecho. Si Barron Trump padece autismo es asunto suyo y de su familia. Si no lo padece sigue siendo asunto suyo y de su familia.

Para acabar, me gustaría decir que Donald Trump supone una amenaza para las personas con discapacidad. Ha reconocido que se cree la mentira de que las vacunas provocan autismo. Betsy DeVos —la nueva secretaria de Educación elegida por Trump— no considera que los niños con necesidades especiales tengan derecho a una educación igualitaria. Melania Trump ya ha amenazado con demandar a los que propaguen rumores sobre su hijo, así que hacerlo puede ser perjudicial. Si Trump decide desmentir los rumores, a saber las mentiras y los insultos que llegaría a decir sobre el autismo...

Si sientes la tentación de especular sobre si Barron Trump tiene autismo, pregúntate por qué lo haces. ¿Por qué te importa? Te aseguro que esas especulaciones no ayudarán a nadie. De hecho, lo más probable es que hieran a alguien.

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Este artículo fue publicado originalmente en la edición sudafricana de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.

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