Ciudadanos, rumbo al "centro" de los gobiernos

Ciudadanos, rumbo al "centro" de los gobiernos

EFE

Ciudadanos se ha desprendido oficialmente del apóstrofo. Se ha quitado el bocadillo del logo. Ya es liberal progresista en su ideario. Y este domingo su líder, Albert Rivera, ha marcado "el rumbo imparable" para entrar en gobiernos a partir de 2019 y ha pronunciado nítidamente las palabras "ministros, consejeros y alcaldes".

Era el momento cumbre de la IV Asamblea General, el discurso del líder tras dos días de debate interno, de renovación y de "evolución" en Coslada (Madrid). Rodeado por su nueva Ejecutiva, el presidente de Ciudadanos ha proclamado ante la euforia del auditorio: "Los liberales de Cádiz han vuelto y lo han hecho para gobernar España".

Rivera se ha presentado como el heredero del liberalismo -dejada atrás ya la socialdemocracia inicial de sus estatutos- y ha reivindicado "la semilla" de 1812, que quedó "muy bien plantada" en la Constitución de 1978. Ahora quiere, en 2017, contribuir a un árbol "fuerte y robusto".

SE ABREN LAS PUERTAS... A LOS DESPACHOS

¿Y cómo lo va a hacer? Rivera sale de este congreso ya con una definición clara de su partido y remarcando que en el "centro está la virtud". Y ha emplazado a los quinientos compromisarios reunidos en el cónclave a ser el partido de la clase media y trabajadora.

No se pueden conformar con lo que tienen, les ha traslado a los suyos: "Queremos más, queremos tomar decisiones". Por eso, ha dado la orden a todos de formarse para estar preparados para el ciclo electoral que arranca dentro de dos años -municipales y autonómicas en 2019 y generales en 2020-. "Se abren las puertas para entrar en los gobiernos", ha señalado, a la vez que ha dicho que hay que aprovechar para preparar a los "futuros gobernantes".

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"Hemos tomado un rumbo en este congreso, imparable hacia los gobiernos. Solo está por dirimir si los encabezaremos o si estaremos en coalición. El congreso ha dicho que no queremos solo pedir cambios, sino hacerlos y liderarlos, que nuestros ministros, consejeros, alcaldes y tenientes de alcalde pueden liderar esos cambios. Falta tiempo para 2019, pero el tiempo pasa rápido", ha señalado.

Para lograr esto, se ha propuesto en este incipiente mandato tener un "pie en el Parlamento" y otro en "la sociedad civil". En esta nueva etapa, va a emprender una gira por todos los rincones de España para conocer las inquietudes de los ciudadanos.

UNA FIESTA SIN "GRESCAS"

De lo que ha presumido Rivera con fuerza es de la "unidad" de su partido frente a otros que están "a la gresca". No quería meterse en la "casa" de nadie -sin pronunciar directamente a Podemos y el PSOE-, pero ha exigido a esas formaciones que sus "cuestiones internas" no paralicen el funcionamiento del país. En contra de esto, ha reivindicado que Ciudadanos sale "en forma y afinado como una buena guitarra".

Es verdad que este cónclave ha sido una demostración de fuerza interna del líder tras ganar hace una semana las primarias del partido, con un 87%. Este porcentaje ha aumentado hasta el 97% en el caso de la votación de su informe de gestión. Además, ha sacado adelante el nuevo ideario del partido -que consagra el liberalismo progresista- con un apoyo del 89%.

El mayor problema que tenía Rivera en este congreso era ese cambio de definición. Él mismo protagonizó el duelo dialéctico a puerta cerrada el sábado contra el sector crítico -encabezado por los catalanes Sergio Sanz y Jordi Cañas-. Este domingo ha justificado ese giro diciendo: "Los liberales defendemos la libertad y los progresistas también la igualdad. La libertad sin igualdad es insoportable y la igualdad sin libertad es insostenible".

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"CON TODOS USTEDES..."

Mucha política con aire a ratos cine. Rivera había hecho escala este sábado por la noche en la ceremonia de los Goya. Y al principio de cada intervención en la clausura sonaba una voz en off: "A continuación, con todos ustedes..."

Lo que no sabemos es si será un sueño de cine lo que ha dicho de que aspira a que España se convierta en el octavo país europeo con un primer ministro liberal. Eso sí, ha confesado que hay "esperanza" tras casos en otros lugares del mundo como los de Justin Trudeau (Canadá) y las perspectivas de Emmanuel Macron, en Francia.

No todo iba a ser política nacional, frente a él estaba en primera fila el presidente del Grupo ALDE, Guy Verhofstadt, que había intervenido unos minutos antes. Los dos han coincidido en algo: los principales enemigos son el nacionalismo y el populismo. "My friend Albert", le decía el belga, quien ha advertido de que Europa está en una encrucijada.

Su breve discurso era seguido por Rivera y su dirección atentamente. Especialmente asentían las palabras en ingles del europarlamentario los dirigentes Luis Garicano, Inés Arrimadas y Begoña Villacís. También estaban atentos a las palabras los invitados del PP, Fernando Martínez-Maillo y Pablo Casado, y del PSOE, Ricardo Cortés. Podemos no ha enviado a ningún representante pese a haber sido invitado por los naranjas a participar como oyentes en la clausura.

No sabemos si les habrá sentado muy mal, pero los presentes y los ausentes salían reflejados en un vídeo promocional del partido naranja: una gaviota, una rosa caída en el suelo y unas rodajas moradas de cebolla.

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En esta nueva etapa de Ciudadanos, Rivera va a delegar más en el día a día en José Manuel Villegas, su nuevo 'número dos'. Su poderío ya se ha demostrado este domingo al ser el 'telonero' de los pesos pesados en el escenario y ser recibido con aplausos y gritos de "Villeeeegas, Villeeeegas".

Lo que ha dejado claro esta fiesta naranja -con aire de convención de empresa- es que empieza una nueva era. Dentro de unos años, los nostálgicos compromisarios podrán rebuscar en sus móviles sus fotos de Rivera, de la fideuá que se comieron, de las bolsas de tela que regalaban. Lo que no cambia es el naranja que colorea el liberalismo español. Y el cava al final.