Donald Trump ordena endurecer y acelerar las deportaciones de inmigrantes

Donald Trump ordena endurecer y acelerar las deportaciones de inmigrantes

U.S. President Donald Trump speaks during a news conference to announce Alexander Acosta as U.S. labor secretary nominee in the East Room of the White House in Washington, D.C., U.S., on Thursday, Feb. 16, 2017. Acosta will replace Trumps first ...Bloomberg via Getty Images

Donald Trump no está dispuesto a cejar en su empeño de "controlar las fronteras" de Estados Unidos. Su primera medida, un decreto pensado para restringir la entrada al país de los inmigrantes musulmanes, se ha encontrado con protestas en las calles, serios problemas judiciales y el rechazo de buena parte de la comunidad internacional, pero eso no le arredra. El magnate convertido en presidente ha subido la apuesta y ha firmado este martes nuevas directrices que pueden suponer la deportación de millones de inmigrantes.

Lo más importante de las directrices, firmadas por John Kelly, secretario de Seguridad Nacional, es el cambio en la política de búsqueda de inmigrantes indocumentados. A partir de ahora, no sólo se perseguirá a aquellos que tengan antecedentes violentos, sino también a aquellos que hayan "abusado" de los beneficios públicos o que, "a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo par la seguridad pública y la seguridad nacional".

Por si no queda suficientemente claro, el texto lo explica: "Todos aquellos que violen las leyes de inmigración pueden ser sujetos de los nuevos procedimientos, incluyendo la expulsión de Estados Unidos". Es decir, si antes la prioridad era la búsqueda y la expulsión de los indocumentados peligrosos, ahora cualquiera que no tenga los papeles en regla y cometa una infracción podrá ser objeto de un expediente de deportación.

La conclusión es que la permanencia en Estados Unidos de cada uno de los más de 11 millones de personas depende, desde este momento, del juicio sobre su "peligrosidad" que haga un agente migratorio.

CONTRATACIONES MASIVAS

Trump se ha propuesto reforzar ese cuerpo de seguridad y ha materializado, con las directrices firmadas este martes, lo que anunció cuando puso en marcha de manera oficial la construcción del muro fronterizo con México: se contratarán 10.000 nuevos agentes para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y 5.000 más para la Oficina de Aduanas y Fronteras (CBP).

"El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur ha sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una significativa vulnerabilidad en la seguridad nacional de EEUU", dice la orden. El Ejecutivo de Trump también permitirá que agentes estatales o locales puedan sumarse a las labores de control migratorio.

LA DEMOLICIÓN DEL LEGADO DE OBAMA

Las directrices firmadas este martes son un giro radical en la filosofía de seguridad que mantuvo la administración Obama durante sus ocho años de mandato. El cambio más significativo es el que afecta a los procesos de expulsión inmediata; restringida hasta ahora por criterios geográficos y temporales, puede quedar convertida en práctica habitual por la nueva directriz migratoria.

Esta expulsión se aplicaba con aquellos indocumentados que estuviesen a 160 kilómetros de la frontera y que no llevasen más de dos semanas en el país. La nueva orden elimina la restricción geográfica y se aumenta el criterio temporal, pues será aplicable a aquellos que lleve incluso dos años en territorio estadounidense.

Sólo quedarán fuera los menores, los peticionarios de asilo y quienes pueden demostrar la legalidad de su estatus migratorio.

Otro de los cambios más significativos es la restricción de la libertad condicional para los detenidos por delitos menores. Ahora, sólo era usada de manera "excepcional" y en aquellos casos en los que "se considere necesaria por razones humanitarias o por un significante beneficio público".

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