Cuatro mujeres que rompen estereotipos en el trabajo

Cuatro mujeres que rompen estereotipos en el trabajo

Bomberas, pilotos, ingenieras... Aún existen los estereotipos en el sector laboral

CARLOTA RAMÍREZ

Hay miles de mujeres que combaten los estereotipos. Algunas, incluso, sin saberlo. Visibilizan a su colectivo en sectores laborales que, hasta hace relativamente poco, estaban ocupados por los hombres. Las mujeres españolas trabajan, de media, 54 días gratis comparadas con sus compañeros.

A pesar de que la incorporación de la mujer al mundo laboral fue rápida, la brecha de género salarial entre hombres y mujeres en España es del 14,9% - y eso que, por primera vez, se sitúa por debajo de la media comunitaria-. Muchas de ellas con profesiones en las que aún hay mayoría masculina, visibilizando al colectivo. Otras rompiendo clichés.

Es el caso de Gema García, la primera y única bombera de Albacete. Entró en abril, aunque llevaba años preparándose las oposiciones y las pruebas. "Lo único que cambia un poco es el baremo de las pruebas físicas, el resto es todo igual a los chicos", explica.

Considera que quizá no haya tantas mujeres porque es una profesión "muy vocacional y las pruebas físicas son muy duras". Resalta la buena relación con sus compañeros: "Al principio había expectación por ser la primera mujer, pero me acogieron y se volcaron todos conmigo desde el principio". Anima a más mujeres a intentarlo: "Estamos capacitadas. Hay que trabajar duro pero claro que podemos hacerlo".

  Gema Garcí­a Cano, primera bombera de AlbaceteGEMA GARCÍA

En la profesión de Julia Abad también es poco frecuente encontrarse a una mujer. Es piloto de larga distancia en AirEuropa. Una de las veinte mujeres que hay en su colectivo, de 650 personas. Aunque conoce casos entre sus compañeras, ella nunca ha notado una diferencia en el trato recibido.

Fue una de las primeras en llegar y cuenta que "hay personas que aún se sorprenden" cuando dice que es piloto: "En especial mujeres y personas mayores". Aunque su trabajo no requiere fuerza física, sí que se necesitan "habilidades espaciales". Cree que hay menos mujeres en su sector por "las dificultades a la hora tener familia". Aunque cada vez hay más, sólo un 3% de pilotos en todo el mundo es mujer.

  5c8aaf302000009d036f8d10JULIA ABAD

Beatriz Spuch es ingeniera naval, tiene 41 años y trabaja en una consultoría de transporte marítimo y estrategia portuaria. En su sector hay mayoría de hombres, pero la brecha se acentúa con la edad: "En las reuniones donde la edad media supera los 50 años es normal ver pocas mujeres. En cambio, en las reuniones donde la media son 30 o 40 años sí que hay más mujeres".

Su carrera está más enfocada a la construcción naval. "Yo me dedico a otra cosa, pero seguro que entre los astilleros se nota más la brecha de género". En su caso, considera que quizá la hayan "sobreprotegido": "Pero no sólo por ser mujer. También porque eran hombres mayores". A pesar de eso, afirma que "el trato recibido es magnífico", pero con un respeto "diferente". Sabe que existen muchas trabas y que "aún hay un techo de cristal que romper, pero yo no lo he sufrido". Actualmente, ella es la única mujer de la Junta de Gobierno del Colegio de Ingenieros Navales.

  Beatriz Spuch, ingeniera navalBEATRIZ SPUCH

Sin embargo, hay otras profesiones que sí que han avanzado en este sentido. Aunque los estibadores eran inicialmente hombres, en Valencia no hay apenas brecha de género en este sector. Así lo afirma Esther Lázaro, capataz desde hace 15 años. Junto a sus compañeros, acaba de dar por terminada una huelga. El trabajo de un estibador consiste en cargar y descargar las mercancías de las embarcaciones y ocuparse de distribuir los pesos.

Su prueba de acceso fue como la del resto de sus compañeros, con los que se lleva "muy bien": "No hay diferencia económica y optamos todos a los mismos puestos de trabajo". "No hay ningún trabajo vetado para mujeres y cada vez entran más. La única diferencia es que, al entrar, te protegen un poco más", cuenta. "Pero al final se van amoldando y saben que ya no eres la chiqueta, la pequeña", explica. Tienen los mismos derechos de conciliación y ellas se pueden coger la baja maternal desde el principio del embarazo porque se trata de "un trabajo de riesgo".

  Esther Lázaro, estibadora de Valencia, junto a sus compañeros de trabajoESTHER LÁZARO

A pesar de que se ha avanzado mucho en este sentido y de que cada vez más chicas entran a carreras universitarias y a oficios que han estado tradicionalmente ocupados por hombres, sigue habiendo profesiones en las que la brecha de género es grande. Lo curioso es que ocurre en un país donde un 42% de mujeres entre 25 y 50 años completa los estudios terciarios, frente a un 35% de hombres. También son muchas menos las que acceden a puestos directivos. Y, de cada 26 mujeres que optan por un trabajo parcial para conciliar, sólo un hombre lo hace. En muchos casos, las mujeres también se encuentran con un techo de cristal que no les permite ascender en sus puestos de trabajo.

La igualdad de las mujeres en el mundo laboral, así como su visibilización en muchos sectores no sólo es un reto de España. Según el informe Global Gender Gap Report 2016, la igualdad económica entre hombres y mujeres podría retrasarse 170 años, hasta el año 2186. La brecha actual de género en todo el mundo se sitúa en un 59%, la mayor desde 2008. Aún quedan muchas barreras por romper.

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