Unos premios de cine en Alemania galardonan a un falso Ryan Gosling

Unos premios de cine en Alemania galardonan a un falso Ryan Gosling

El público no dio crédito al ver a un impostor sobre el escenario.

La ciudad de las estrellas: La La Land comenzó su senda en los festivales internacionales con la aclamación del público y la crítica. A partir de los Oscar —y el error histórico al anunciarla como ganadora a la Mejor película cuando era Moonlight—, su buena marcha parece haberse gafado. Este sábado los premios del cine alemanes Goldene Kamera vivieron un momento bochornoso al salir al escenario un falso Ryan Gosling a recoger el galardón a la Mejor película internacional.

En realidad se trataba del cocinero Ludwig Lehner y de una broma —quizá de no muy buen gusto— orquestada por los humoristas Joko Winterscheidt y Klaas Heufer-Umlauf. Hace unos meses montaron una falsa agencia de relaciones públicas y, según señala la edición alemana del HuffPost, hace un mes anunciaron que Ryan Gosling estaría en Hamburgo el mismo día de la entrega de los premios.

La organización se puso en contacto con la (falsa) agencia y los humoristas impusieron sus condiciones: si querían la presencia del actor debían garantizarle un premio. Además, establecían que Ryan Gosling no pasaría por la alfombra roja, sino que únicamente aparecería en el escenario para recoger la estatuilla.

El día de la ceremonia, el presunto Gosling acudió escoltado, con una capucha en la cabeza y mirando constantemente al suelo. Nadie se percató de la suplantación y en plena gala el presentador anunció que el actor subiría al escenario.

"Buenas noches, soy Ryan Gosling. Dedico este premio a Joko y Klass, gracias", dijo el impostor al llegar al micrófono. Las caras de algunos de los asistentes, como Jane Fonda o Nicole Kidman, reflejaron el estupor general.

En un vídeo de YouTube los humoristas han mostrado cómo urdieron la broma, desde cómo se les ocurrió —querían un galardón para su programa pero, al no tener ninguna nominación, decidieron robarlo— hasta cómo el cocinero llegó hasta el escenario sin que nadie se diera cuenta de que no era la estrella de Hollywood.