Los puros están de moda
El habano es el máximo exponente de una de las profesiones más tradicionales de Cuba.
Desde que Estados Unidos y Cuba iniciaron una política de liberalización de las relaciones comerciales, el puro habano, máximo exponente de una de las profesiones más tradicionales de la isla caribeña, se ha puesto de moda.
Las ventas de los legendarios cigarros cubanos se incrementaron el año pasado hasta alcanzar los 445 millones de dólares (419 millones de euros), según los datos hechos públicos por la empresa cubana Habanos S.A, productor y comercializador de firmas tan emblemáticas como Cohiba, Montecristo y Romeo y Julieta. Se trata de una espectacular ascenso para un producto considerado de lujo y muy minoritario. Según la multinacional, el crecimiento de las ventas es exponencial en Asia, Oriente Medio y Estados Unidos.
Habanos S.A. celebró la Feria del Cigarro en La Habana —del 27 de febrero al 4 de marzo—, donde medios de comunicación de todo el mundo fueron invitados para comprobar que los cigarros se siguen fabricando de forma absolutamente artesanal y tradicional. De hecho, desde que Estados Unidos y Cuba acercaron posturas mercantiles, la importación de estos cigarros es más sencilla. Porque, pese al embargo de 50 años, Estados Unidos sigue siendo el mayor consumidor mundial de habanos.
Para enfrentarse a la estrategia mundial que alerta sobre los "malos humos" y las enfermedades que provoca el fumar, la empresa cubana contraataca con una campaña que habla del placer que produce fumar a las mujeres (el segmento de mercado que no consume prácticamente cigarros puros). Así, la empresa busca poner de moda de nuevo esta industria tan importante para el desarrollo de la isla.
